En una línea del tiempo y una dimensión completamente distinta, el segundo hijo de los reyes de las Praderas había sido renombrado como el nuevo líder de la Guardia del León junto a sus amigos para proteger las tierras del reino, a sus habitantes y...
Bueno... Todos casi conocen mi historia, soy Kion el segundo hijo de la familia real, líder de la guardia del león y protector de las Praderas que porta el rugido de los ancestros para cumplir mi deber. Así era mi vida, llena de gloria, honor y confianza de mi familia, mis amigos y todos los habitantes de las Praderas... Solo que en un desafortunado encuentro todo eso cambiaría para siempre.
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Un gran felino de un pelaje tan oscuro como su corazón superando al propio Scar me ocasionó el daño más profundo e incurable de todos, poseía habilidades que sobrepasaban mis poderes naturales con el rugido y eso ocasionó que no fuera lo suficientemente fuerte para encararlo, tanto a él... Y a sus secuaces...
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Quienes ocasionaron una gran y fatal matanza en masa por las Praderas que yo no pude detener y mis compañeros... Ahh... E-E-Ellos... Ya habían perdido la vida antes de siquiera seguir peleando por nuestro hogar, yo fui el único que logró sobrevivir pero sabía que las consecuencias que vendrían serían enormes al haber fracasado así.
Mi padre y mi madre que eran los reyes y mi hermana mayor la heredera al trono, me consideraron de la peor manera un completo incompetente y me exiliaron del reino por haber fallado, exclamando que ya no pertenecía a la familia real renegándomelo... Hahh... Nunca olvidaré las palabras que el rey Simba me dijo ese día, y hasta el día de hoy y ese dolor emocional jamás podré olvidarla.
En cuanto al resto de mi familia y el clan de la Roca del Rey... Me amenazaron y obligaron a dejar las Praderas, la peor despedida que pude haber tenido luego de perder a mi equipo que también eran mis mejores amigos... Ya no tenía nada... Perdí todo lo que me importaba... Mis mejores amigos... Mi hogar... Mi honor... Por meses camine sin rumbo más allá de las fronteras de mi tierra natal, llegando a lugares distintos y a su vez muy alejados de lo que alguna vez fue mi hogar, sólo que no estaba vagando sin un objetivo, es claro que tenía uno en particular: Vengarme de ese maldito y hacer que las muertes de mis amigos no fuera en vano.
Pero sabía que con el nivel de poder que poseía no lograría hacerlo ya que ni siquiera el rugido de los ancestros sirvió contra él, por lo que intente obtener la respuesta para volverme más fuerte y no perder contra él de nuevo... Durante años.
