♤Bad Fame ♤

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La mañana transcurría en calma hasta que Jeff notó que, de alguna manera, su amigo Build había logrado que Barcode lo siguiera de vuelta y aceptara su solicitud de seguimiento. No tardó en hacer lo que cualquier persona haría en su situación: revisar el perfil de Barcode. Con cada foto que exploraba, Jeff sentía un orgullo inmenso por sus logros, especialmente al descubrir que se había convertido en un destacado coreógrafo. Pero esa alegría se transformaba en un nudo asfixiante en su pecho cada vez que se encontraba con imágenes de Barcode sonriendo junto a alguien más, disfrutando de la danza con otro. Era un dolor insoportable que deseaba erradicar, porque, sí, no podía evitarlo: odiaba compartir.

El concepto del 60/40 en una relación nunca le había parecido atractivo; quería el 100% de Barcode. A pesar de su deseo de cambiar esos sentimientos para no alejarlo, sabía que su posesividad había comenzado el día que lo conoció. La noche en que confesó que su vida le pertenecía totalmente lo acechaba como un fantasma. No mentía en esas palabras; desde la primera vez que vio el rostro de Barcode, supo que no necesitaba a nadie más. Pero aceptar que Barcode no pensaba de la misma manera resultaba difícil. Era evidente que él sí necesitaba a otras personas, y eso exacerbaba los problemas obsesivos que Jeff había desarrollado, especialmente porque, en aquel entonces, no tenía a nadie más en quien pensar o pasar el tiempo.

Ese día, como muchos otros, se convirtió en una espiral de pensamientos sobre Barcode. Se sentía atrapado en su obsesión. Aunque su ego le susurraba que Barcode inevitablemente terminaría dejándolo, la idea lo hería profundamente. En su búsqueda de fama, había intentado llenar el vacío que dejó Barcode, creyendo que ese sería su nuevo amor. Sin embargo, pronto comprendió que la fama no era más que una compañía traicionera, incapaz de ofrecerle el cariño verdadero que tanto anhelaba. Lo único que lograba era hacerle extrañar más al moreno.

Los meses pasaron y la mala fama que lo seguía empezó a hacerse eco en su vida. Las noticias en redes sociales y periódicos lo retrataban como un artista superficial y despreocupado, pero esa atención ya no le importaba. O al menos, eso creía hasta que Barcode regresó a su vida. Pensar que él podía conocer su reputación lo atormentaba, una contradicción para alguien que deseaba todo de Barcode, pero no podía ofrecerle lo mismo.

Sumido en sus pensamientos, Jeff sintió cómo el sueño lo invadía, a pesar de haberse levantado hacía poco. Era un cansancio que provenía de sobrepensar. Llorar se había convertido en un recuerdo lejano; después de tantas lágrimas durante el primer año tras la ruptura, parecía que sus lágrimas se habían evaporado. La vida había pasado sin que él realmente la disfrutara; sin Barcode, no sabía cómo vivir.

Desde el día en que Barcode lo dejó, Jeff había estado sobreviviendo, pero desde aquella noche en que lo tuvo tan cerca, había algo diferente. Después de mucho tiempo, ya no se sentía completamente perdido. Aunque sabía que el resultado podría ser desalentador, decidió ceder a sus impulsos, porque estaba convencido de que moriría amando a Barcode.

Finalmente, su rutina matutina de siete años se desvanecía en un sopor. Cuando estaba a punto de caer en un sueño profundo, su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos.

—¿Quién habla? —respondió con voz cansada y algo irritada, sin mirar la pantalla.

—Soy yo, Bible. Vengo con grandes noticias, Jeffsito —dijo su amigo con un tono de alegría que nunca había escuchado antes.

—¿Qué noticias? —preguntó, intrigado.

—Es sobre ese moreno. Te conseguí una cita con él para esta noche —anunció Bible, orgulloso de su logro—. Pero tú pagas; será una cita triple en uno de los antros de la playa.

—Oh, Bible, sabía que tu ingenio me ayudaría —dijo Jeff, riendo—. ¿A qué hora será?

—A las 9, pero deberíamos llegar temprano. No me gusta dejar a nadie esperando —murmuró Bible, sabiendo que su prisa era más por Build que por el resto.

—Como usted diga, patrón —respondió Jeff en tono de broma, colgando casi al instante.

Esa noche, se propuso demostrarle a Barcode que la mejor decisión sería estar a su lado. Quería hacerlo feliz, pero sabía que él debía estar feliz con él.

Las horas transcurrieron, y aunque no fueron tranquilas, su mente solo esperaba el momento de ver a Barcode. No podía predecir qué sucedería esa noche; el temor de que Barcode se alejara de nuevo lo invadía, pero aún albergaba la esperanza de que se quedara.

A las 8, Jeff salió de su departamento, tomó las llaves de su auto y condujo hacia el antro. Tong se había unido a la cita, así que, si algo salía mal, tendría compañía.

Al llegar al lugar, vio a Barcode y a Build, que parecía más interesado en Bible que en lo que sucedía a su alrededor. Barcode no lo miró con esos ojos que iluminaban su oscuridad. Se veía tranquilo antes de verle.

Esa noche debía resolverse la dolorosa distancia entre él y Barcode. No sabía cómo seguir viviendo si no lograba acercarse a él, aunque solo fuera por un momento. Necesitaba tenerlo cerca, aunque fuese solo un instante.

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