9. ¿Que?

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Ya estaba lista para visitar a Suleyman, como se debía, aún que ya no pasase nada, no podía dejar pisotear mi orgullo y poder.

Sabía que mi cabello recogido podría destacar más adelante.

— Sultana — se aproximó a acercarse Sümbul, sonreí, — ¿Que sucede Sümbulag?, ¿no vez que le preparó para nuestro señor?— pregunté, — Ya queda muy poco tiempo sultana — asenti y me levante de mi pequeño diván, para caminar hasta los aposentos de mi sultán.

salimos de mis aposentos, aún debo mantener mi sonrisa. Necesito más poder, influencia, para proteger a mis hijos.

Mihrimah me es leal, no tengo duda. Por lo que se podría volver a casar con quien yo desee si Rüstem no conoce sus límites.

Hay una jerarquía, y yo destaco en ella.

Llegó a las puertas y espero atentamente a que me abran.

— Díganle a el sultán que me encuentro aquí— ordene y ellos se miraron entre sí, — ¿Que pasa?, ¡abran!— ordenó Sümbul, — discúlpenos sultana, sin embargo. El sultán está con su harem desde hace unos minutos— mi sonrisa se borro, — ¿Que dices?, ¿con quien está?— me acerqué un poco más, — Tenía el rostro tapado, sultana — sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, apretando los ojos con pesadez.

Me doy la vuelta, mientras siento mi corazón latir más rápido.

¿Por qué estoy así?, ¿no se supone que solo necesitaba poder?.

. . . . 𓀬 . . . .

— ¿Sabes algo?, ¡estoy cansada de ti, de tus amantes sin educación!— gritó la sultana de el sol y la luna, — No me metería con otra mujer, sí tú no fueras tan insoportable— aquello hizo que Mihrimah alzara la mano para darle una bofetada a Rüstem,...

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— ¿Sabes algo?, ¡estoy cansada de ti, de tus amantes sin educación!— gritó la sultana de el sol y la luna, — No me metería con otra mujer, sí tú no fueras tan insoportable— aquello hizo que Mihrimah alzara la mano para darle una bofetada a Rüstem, quien la detuvo antes de tiempo, apretando la mano mientras la dama sentía un dolor placentero y difícil de explicar.

Este la soltó, mientras la mujer sobo su muñeca y soltó un leve suspiro al ver su intento como un fracaso.

— No vuelvas a intentarlo— musitó el hombre y salió de los aposentos.

La sultana tiró su corona al suelo, por lo cual pocos diamantes salieron de su lugar.

Quería llorar, gritar, pero le sería inútil, era como si todos fueran sordos, mudos cuando se trataba de un asunto serio.

Sintió una lágrima recorrer su mejilla e inmediatamente la limpio.

Ni siquiera sabía que hacer, ¿leer un libro serviría?, no podía ir a el harem luciendo así.

Se sentó en el diván y abrió el libro más cercano.

pasó algunas paginas e intentó leer mientras queria calmarse, otra vez fue inútil.

Otra lágrima cayó esta vez a la hoja, y otra, así sucesivamente.

sus ojos azules seguían llenos de lágrimas, mientras su nariz tenía la pinta de un color rojizo leve, casi rosa.

sus manos temblaban.

¿Por qué lloraba?, ¿le dolía todo esto?.

Ni siquiera lo sabía, solo entendía que sus emociones se reprimieron debido a la lealtad, por años.

soltó un suspiro y tiro el libro a el primer lugar que observó.

un sollozo sorbo salió de sus labios rosados.

"Eres una sultana, ¡las sultanas no son débiles!"

Eso era una jodida mentira, todas las sultanas eran débiles. Para después ejercer, aún siendo delicadas.

𝐌𝐘 𝐇𝐔𝐒𝐁𝐀𝐍𝐃•ᵐᵘˢᵗᵃᶠᵃ ᵃⁿᵈ ⁿᵘʳᵍᵘˡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora