Corrió delante de veinte alfas y betas que estaban observándolo fijamente. Saltó de un paredón para caer por decimoquinta vez sobre un gran colchón inflable, tenía miedo de que su identidad quedara expuesta por algún descuido. Fingió atarse los cordones y también probó diferentes poses.
Nunca nadie le había dicho lo estresante que era una sesión de fotos, lo inseguro que te hacía sentir repetir una y otra vez sin saber cómo quedaba realmente. Confiaba en los fotógrafos profesionales, de todos modos, no era como si su rostro fuera a salir mal.
—Estuviste increíble, Satán. La máscara que te dieron se ve genial —dijo Francis, él se había ofrecido acompañarlo todas esas horas para darle apoyo.
Le regalaron la ropa y los zapatos deportivos que modeló, además le dieron los accesorios. Le habían pagado una gran cantidad de dinero para poder usar su imagen, pronto estaría decorando una línea de tiendas deportivas.
Quizás debería considerar ir a un gimnasio, llevaba muchos años sin hacer absolutamente nada. ¿Quizás volver a algún deporte de impacto?
Se subió al auto de Francis para ir al segundo estudio de ese día, ahora debía modelar la ropa de Pete para su página. Incluso él mismo se sorprendió del impacto que había tenido en sus ventas. Pete fue muy considerado en darle una paga incluso después de todo lo que lo había ayudado a preparar la vestimenta de Satán.
—Eres un alfa muy guapo —dijo Pete mientras le golpeaba el pecho a Francis. —Hay una foto un poco comprometedora que tengo planeada con Satán, dime si te animas, sino le diré a otro alfa.
—Lo haré yo —respondió sin vacilar.
Había caído en la trampa del beta para que modelara su ropa. No era para nada el estilo de Francis, no solía usar ropa negra, tampoco con adornos excesivos. Solía usar ropa sencilla y elegante, nada que llamara demasiado la atención.
Tweek se sintió nervioso al sentarse encima suyo, nunca había estado tan cerca de Francis, este tuvo que rodear su cintura con una mano mientras que con la otra sostenía un cigarrillo.
Pasaron otras tres horas de constantes cambios de ropa y poses, al menos ahora el equipo era más reducido y no se sentía expuesto en absoluto.
Pete le regaló ropa a Francis, más de la que había usado, Tweek sabía que era para que se sintiera con la obligación de usarla en algún directo. Las intenciones eran demasiadas obvias, pero no dijo nada al respecto.
Una vez en el auto, se agachó para cambiarse la máscara a una de medio rostro. La había llevado porque había planificado invitarlo a comer como agradecimiento de haberlo acompañado y llevado en su vehículo.
Se despidieron con una gran sonrisa. Ninguno de los dos planeaba hacer un directo en la tarde, estaban demasiado cansados, pero al día siguiente no podía faltar a la serie de Minecraft. Tweek se sintió un poco hastiado al saber que tenía que grabar un video en un restaurante. Pero no podía quejarse, estaba ganando más fama y dinero que nunca, debía aprovechar lo más posible aquel momento de su carrera.
—Niño, hoy recibiste varios paquetes.
Tweek sintió algo de miedo, varias tiendas y líneas de ropa se habían contactado con él para enviarle ropa gratis. Pero había demasiado allí, temía encontrar algo extraño. El mayordomo lo ayudó a llevar las cajas hasta su departamento y se despidió.
Abrió primero las cajas más grandes, eran decenas de camisetas y pantalones, la segunda además había traído accesorios y unas botas. La tercera caja era de productos skincare de Vichy, con accesorios para rutina. La cuarta caja era de una nueva línea de maquillaje. La quinta había sido la cafetera, la sexta era del sex shop.
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La vida es sueño. (CENSURA)
FanfictionTweek Tweak lo había perdido todo en el vida: su familia, amigos, su casa y su amor de infancia. Años más tardes, cree que todo mejorara gracias al comienzo de su carrera de streamer. Pero por una nueva mala jugada del destino, lo pierde todo y ya n...