Hola, aquí estamos trabajando para ustedes, ya las cosas se han estado solucionando en mi vida (en parte jajaja) así que puedo volver a escribir. Las que siguen la historia ya saben qué pasó, así que apenas suba este capítulo borraré el anuncio anterior y retomaremos todo con normalidad, gracias por toda su comprensión y buenos deseos <3
***
Aiden
Estábamos en medio de la habitación de Ashley buscando por todo Google Earth si podíamos encontrar algún árbol que se pareciera a la hoja que habíamos encontrado junto a la carretera cuando Travis me llamó con noticias.
—Tenían razón —dijo, sin dar rodeos—. El número de esta chica, Amy. Su celular se conectó a la misma torre que el de Alex a la misma hora. Definitivamente estaba aquí con ella.
Hubo un pequeño silencio en el que ninguno de los dos pareció reaccionar.
—Tenemos que ir a buscarla —dije mientras comenzaba a pararme. Ashley me siguió de cerca mientras tomaba nuestras chaquetas.
—¿Deberíamos decirle a la policía? —preguntó Ashley.
—No policía —se apresuró a responder Travis—. De seguro esto ya lo saben. Están comprados.
—¿Estás completamente seguro? —inquirí.
—Estoy completamente seguro. Suelen ser incompetentes, pero no a este nivel. Papá tiene algo que ver en esto. No sé qué, no sé cómo, pero no puede saber que sabemos.
—¿Cómo lo haremos con Amy? —preguntó Ashley—. Si está involucrada con Matt, en cuanto sepa que estamos pisándole los talones se lo hará saber, y podría mover a Alex, o incluso hacerle daño...
Las palabras quedaron en el aire a pesar de que nadie las dijo: "si es que no lo ha hecho ya".
—De eso me encargaré yo. Nadie lastima a mi hermana pequeña y se sale con la suya, se los puedo asegurar —rugió, pareciéndose de pronto más a Devil King que a Travis King.
Después de lo que Travis había hecho por sus hermanas hace algunos años, de eso no me cabía duda.
—Encuéntrenme en la guarida en una hora —sentenció y cortó la llamada.
Sin detenernos a preguntar cuál serían sus métodos, tomamos nuestros cascos y partimos en nuestras motocicletas hacia la guarida donde tantas veces habíamos estado por razones completamente diferentes, que a veces parecían sacadas de otra vida. Desde que nos habíamos enterado quién era en realidad Travis, todos nuestros tratos se habían acabado en un acuerdo silencioso, y no habíamos tenido razón para volver ahí.
Ahora aquí estábamos, dando vueltas sin sentido mientras esperábamos que Travis llegara.
Cuando lo hizo, no fue en silencio. Dos hombres traían a una chica gritando. Esa chica era Amy y tenía un saco en la cabeza que le impedía ver en donde estaba. Travis tenía su máscara habitual y en cuanto estuvo a mi lado, me ofreció una. Negando, no la acepté. No me interesaba ocultar mi identidad.
Cuando finalmente pudieron sentar a Amy y quitarle el saco de la cabeza, sus gritos y llantos cesaron cuando me vio.
—¿A-aiden? ¿Qué está...?
—No es a él a quien te diriges, es a mí —rugió Travis, trayendo la atención de vuelta a él.
—No entiendo nada, juro que yo no...
—Corta la mierda, Amy —resoplé, incapaz de contenerme un segundo más—. Sabemos que estuviste en el lugar y momento en que Alexandra desapareció.
Sus ojos se abrieron bien grandes, pero no fue sorpresa lo que vi en ellos, sino miedo. Amy definitivamente sabía algo.
—No... no sé de qué estás hablando, ¡Alexandra es mi amiga!
—Extraña amiga resultaste ser. ¿Hiciste esto por Matthew Williams? —gruñó Travis.
—¡No! ¡Matt no tiene nada que ver en esto! —se apresuró a decir, y con Travis compartimos una mirada. Ya habíamos encontrado su punto débil.
—Entonces será mejor que comiences a escupir lo que sabes, Amy, porque de otra forma traeré a Williams y lo torturaré en frente de ti hasta que decidas hablar.
—No, no —lloriqueó, rompiéndose en un instante—. No lo hice a propósito, lo juro.
—Dime todo de principio a fin, y puede que no tengamos que involucrar a Williams en esto —dijo Travis, aunque probablemente era mentira.
Amy comenzó a lloriquear y a balbucear cosas que no podía entender. Mentiría si dijera que sentía algún tipo de pena por lo que le estaba sucediendo, no cuando había sido claramente cómplice en lo que le estaba pasando a Alex, pero si comportarme civilizado ayudaba a que hablara rápido, lo haría.
Me incliné frente a ella para quedar a su altura, y usé la mejor cara compasiva que pude fingir.
—Amy, sé que no hiciste esto a propósito. Si nos ayudas, podemos solucionar esto y encontrar a Alex, y todo estará bien.
Eso pareció calmarla lo suficiente como para ordenar sus ideas. Tomó una bocanada de aire y comenzó a hablar con voz temblorosa.
—Hace... h-hace algunas semanas alguien comenzó a enviarme videos... videos privados, amenazándome con que los haría públicos si no hacía lo que él decía.
—¿Videos de ti y Matt? —pregunté, conociendo la historia bien.
Ella asintió.
—Estaba... estaba tan asustada. Si mi mamá veía esos videos.... Si mi papá veía esos videos, mi vida se acabaría —sollozó—. Me dijo que todo lo que tenía que hacer era llevar a Alexandra a las afueras de Sylver Valley, así que lo hice.
—¿Y luego qué? —insistí.
—Luego me envió un mensaje de audio de Matt pidiendo ayuda. Me dijo que si no... que si no dejaba a Alex inconsciente y me iba de ahí, lo lastimaría.
—Así que la golpeaste en la cabeza —afirmó Travis entre dientes.
—¡Estaba asustada! Tenía miedo de que me hiciera algo o a Matt. Al principio no sabía que tendría que hacerle daño a Alex, lo juro.
—Eso no importa ahora, Amy. Lo que me importa es que me digas que pasó después —le dije, con la voz más calmada que pude orquestar.
—Luego de que Alex se desmayó, me fui corriendo. No estoy segura de cuánto tiempo corrí, pero cuando finalmente pude parar le marqué a Matt, y él estaba en su casa cenando con su familia. No tenía idea de qué estaba hablando. Sé que él no tuvo nada que ver porque enseguida fui a su casa, él estaba ahí. Juro que es todo lo que sé. No sé quién envió los videos o me pidió que hiciera todo eso. Tampoco sé cómo obtuvo ese audio de Matt pidiendo ayuda. Él tampoco sabe nada de esto.
Y así como así, estábamos de vuelta donde habíamos empezado. Sin un sospechoso y con el reloj corriendo en nuestra contra.
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The wrong side of town - Parte I y II
RomanceAlexandra King es una reina; la reina de la escuela, la reina de toda la ciudad. Hija del alcalde de Sylver Valley y capitana de las porristas, se encuentra en la cima de la pirámide social, pero tiene un pequeño secreto. Está enamorada de quién no...