Black es revivido después de dos años de la destrucción de su línea temporal. Desde entonces, han ocurrido varios sucesos que no contaba en su momento. Ahora le toca a él pagar las consecuencias. Tuvo un error de cálculo ante un sentimiento imprevis...
Sus ojos apenas lograron abrirse, despertando después de haber perdido la conciencia. El par de orbes negros se encargó de examinar lo que había en su entorno, y se encontró confundido al ver que no había nada, salvo la oscuridad que lo rodeaba. No había calor, pero tampoco frío, solo un ambiente tranquilo que lo mantenía tenso.
No tardó mucho en recordar lo que había pasado antes de que él muriera en manos del híbrido. Al recordarlo, su sangre se calentaba de ira, odio y fobia. “Veo que por fin lograste despertar”, una voz femenina hizo que él sacudiera la cabeza e inevitablemente intentara buscar a la dueña de aquella voz. Estaba claro que pertenecía a una mujer, era suave, dulce y encantadora. 'Debo confesar que tienes una mente fría y sádica. Me intriga cómo no sientes remordimiento al asesinar a un humano. Eres el indicado para mi experimento'. Aquellas palabras de la anónima mujer provocaron irritación y desagrado.
—No sabes con quien estás tratando, mujer.
En respuesta, una carcajada se escuchó, haciendo eco en todo el lugar.
—¿Qué te da tanta gracia?
"Espero que te quede claro que todo está bajo mi poder. Soy dueña de tu alma e incluso de tu destino, mientras que tú eres un simple aprendiz de Supremo Kaioh-sama. No. Ni siquiera eso. Ahora sólo eres un simple mortal con el aura de un Dios, has perdido cualquier juicio, mortal.'
—¡Cierra la boca y dime quién eres! 'Todo indica que tú tampoco sabes con quién hablas.
Antes de que hiciera algo, una luz cegadora se hizo presente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No tardó mucho en percatarse de que no se encontraba en el oscuro lugar, y entonces bajó sus antebrazos. Escaneó el lugar, el cual tenía la arquitectura de un castillo grande y bastante antiguo; era un lugar completamente desconocido. Desde la pintura del lugar, hasta los techos, parecían estar pintados con una pintura triste, o tal vez era el desgaste a causa de los daños. Tardó en percatarse de que estaba siendo observado, y se puso a la defensiva, tras observar a la imponente y gran silueta que estaba sentada en un gran trono. Cuando la luz de las llamas de las antorchas lo iluminaron, pudo ver su rostro, el cual era similar a un cráneo, junto con una gran túnica que ocultaba su cuerpo. De él emanaba un aura extraña, pudo deducir el tipo de ki que tenía, sin embargo, todavía algo seguía siendo extraño.
—¿Qué eres?...
—Soy lo que llaman Deuz. En este momento te encuentras en mi Palacio, el único lugar al que Aori no puede llegar.
