Sus ojos se abrían lentamente cegándose por la luz del sol, una vez despierta miro a su alrededor y observo a dos chicas, le parecía conocerlas, pero su cabeza le dolía demasiado como para estar recordando, intento levantarse, pero su cuerpo le pesaba demasiado, ignorando el dolor de cabeza intento recordar que es lo que había pasado para que terminara en esa colina, noto que una de las chicas que estaban tiradas en el piso junto a ella empezaba a abrir los ojos, intento recordarla, pues se le hacía conocida, tenía el cabello café claro, y sus ojos semiabiertos eran verdes, su tez pálida y su contextura delgada, poseía un camisón blanco con una gran mancha roja y salpicaduras de la misma, y sus pies estaban descalzados, entontes lo recordó, esa niña que siempre le levantaba el ánimo cuando se sentía mal, esa niña que siempre iba y la despertaba en las mañanas para ir a desayunar, esa niña que siempre le curaba las heridas que se hacía al jugar, esa niña que siempre se quedaba a su lado cuando no podía dormir, esa niña que tanto quiso se presentaba nuevamente frente a ella, abrió los ojos completamente y pudo observarlos una vez más, esos ojos verdes que siempre le habían gustado, verla le recordó muchas cosas del pasado, pero no era momento de nostalgia, la chica le miraba raro y confundida, pero sus ojos se abrieron de par en par al reconocerla.
¡¿DAN?! Dios, vaya, mírate, ah... ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos? -
No podía quitarle la vista de encima y mucho menos al volver a escuchar su voz, las lágrimas se acumularon en sus ojos, cayeron unas cuantas gotas por sus mejillas, las limpio rápido y aparto su vista.
Pues... No, no lo sé, pero, ella también estaba aquí cuando desperté. - Señalo a la chica que seguía tirada en piso dormida.
Oh mi dios, Dan, no me digas que no la reconoces... Creo, creo que es... Mika. -¡¿MIKA?! - La chica se despertó debido al grito de Dan. Su cabello era negro y sus ojos eran de un azul claro, su tez pálida y su cuerpo pequeño y delgado, tenía un pijama de seda blanco, el cual también tenía algunas manchas rojas, y sus pies estaban descalzados también.
Ah... ¿Quién? - ¡¿Oh dios, Dan?! Adeline?! ¿Cómo? ¿Dónde? Pero, bueno, ¿Qué hacen aquí? ¿Qué es esto? -
Mika... Qué bueno que despiertas, nosotras también despertamos aquí, no sabemos dónde estamos, solo esta este gigantesco árbol, por cierto, esta tan grande que puede haber más chicas atrás. - Sugirió Adeline.
Rodearon el árbol y efectivamente había dos chicos más.Oh, dios, no son Belth y Kim? -
¡Hermanito! - Grito Mika y se abalanzo sobre un chico de cabello rubio y ojos de un azul claro, tal como los de Mika, era alto y delgado, y su piel era pálida al igual que la de Mika, tenía también un pijama de seda blanco con manchas rojas, y al igual que Mika y Adeline, tenía los pies descalzos.Dan fue al lado de Belth, un chico esbelto, con su cabello blanco y sus ojos de un color miel, tenía una camisa blanca y un pantalón negro, pero a diferencia de otros, el sí poseía un par de tenis negros.
Apenas estaba abriendo los ojos cuando Dan decidió que iba a gritar para que se despertaran.
AHG! Dios, que cara- OH, ¿Dan? Mika, Adeline, Kim?! ¿Dónde estamos? Hace siglos que no los veía, ¿Qué hacemos aquí? - Al igual que Belth, Kim también estaba despierto preguntando cosas parecidas.Se escucharon pequeños sollozos provenientes de Adeline, estaba llorando.
¡Adeline! ¿Qué pasa? - Pregunto preocupada Dan.Nada, es solo que, me siento tan feliz de que todos estemos aquí de nuevo, hace muchísimo tiempo que no veía a ninguno de ustedes, es solo eso... - Dan la abrazo y se todos los demás se unieron al abrazo. Dan sentía la necesidad de llorar por todo aquel encuentro, pero no podía, las lágrimas simplemente no le salían.
ESTÁS LEYENDO
Paradise World
AdventureDespués de despertar en la nada junto a sus amigos, Dan decide descubrir que fue lo que pasó para que llegaran ahi, lo que no sabe es que en realidad, no están en su mundo, están en lo que la gente llama "Paraíso" pero no tardara en darse cuenta de...