𝐖𝐄𝐒𝐓 𝐂𝐎𝐀𝐒𝐓 | ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ

VII; christian jones

DURANTE TODA LA SEMANA SIGUIENTE, en el colegio no había otro tema de conversación más que la intrusión de Sirius Black. Todos los alumnos especulaban las diferentes formas con las que Black podría haber entrado dentro del castillo. Reinette escuchó por parte de Harry, Ron y Hermione que, el nuevo guardián de la entrada a la sala común de Gryffindor se la pasaba retando a los alumnos a un duelo cuando intentaban entrar a la sala.

Harry les había contado a sus amigos que la profesora McGonagall le citó un día para una reunión muy seria. Pero que, en realidad, solo quería contarle aquello que Harry ya sabía: Sirius Black había intentado entrar en el colegio a por él. También comentó sobre el intento de convencerlo de que no fuera a los entrenamientos de Quidditch por la tarde, aunque terminó cediendo siempre que la profesora Hooch estuviera presente durante estos.

—¡Esto es increíble!— se quejó Ron al escuchar todo—. Es como si te quisieran encerrar en una torre para que no salieras nunca más.

—Sirius Black está persiguiéndole, Ron— repuso Hermione, apoyando a los profesores más que a sus amigos—. Es normal que la seguridad haya aumentado alrededor de Harry.

—Le tienen casi atado como a un perro. Hasta tu animal rabioso tiene más libertad que él.

—Aunque sea incómodo— empezó a murmurar Reinette—, es mejor para la seguridad de Harry. Ese es el principal objetivo.

—Dices eso porque te viene bien si Harry no entrena— espetó Ron, molesto—. Quieres que Gryffindor pierda el partido para que gane Hufflepuff, ¿verdad? Solo intentas jugar con la cabeza de Harry.

Reinette hizo una mueca enfadada.

—Jamás haría eso— dijo, enfadada.

—Entonces, ¿por quién vas?— preguntó Ron—. ¿Apoyas a tu amigo o a tu casa?

La pelinegra no supo qué decir cuando sintió las miradas de muchas personas de la mesa de Gryffindor sobre ella. También vio como sus compañeros de casa la miraban expectantes.

—Ah... Eh, eso no importa— balbuceó incómoda—. Solo me preocupaba por la seguridad de Harry.

—Chicos, dejad el—

Ron siguió hablando, interrumpiendo a Harry que solo quería evitar un conflicto entre los dos. Miraba a Reinette con escepticismo, como si dudara de sus intenciones.

—Si no quieres que gane Harry, no creo que debas estar en esta mesa.

—¡Ron!— le regañó Hermione.

Reinette se levantó de la mesa, dando un fuerte golpe con sus manos a la estructura de madera. Entrecerró los ojos mirando a Ron con furia.

—Tampoco quisiera estar sentada en la misma mesa que tú.