Sipnosis - pst ; C1

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La puerta rechina.
Esto le quita un susto, un grito característico suyo escapa de su garganta mientras su único fuerte era esconderse tras las espaldas de su viejo amigo — Auron — quien de la misma manera soltaba un pequeño quejido por el repentino peso sobre su espalda, más el susto de aquel lugar todo se sumaba.

— ¡Gilipollas! — Exclama por inercia, insulta a su amigo y con un pequeño pero brusco movimiento empujaba su brazo hacía atrás, para así golpear con su codo al adverso pegado en él. Y así fue que recibió el golpe, y se ponía a reír de manera inestable y nerviosa.

Más que nada por la irónica reacción de su amigo. Pero no podía estar tranquilo ahora. Ahora que apenas estaban a mitad de juego y definitivamente era, algo sumamente difícil pero divertido. Es difícil porque su propio miedo evita un progreso de seguir adelante para salir de La Casa Del Terror.

— Perdona, perdona.. estoy cagado... — Musita mientras tiembla ligeramente ya que el miedo acorrala cada centímetro de su cuerpo.
Sintiendo estremecerse mientras avanzaban por el inmenso pasillo.

Los gritos característicos de aquel lugar, en cuanto al ambiente y a aquellos disfrazados que tienen el papel de perseguirlos eran increíblemente aterradores. Eran aquellos que son para quitarte un grito del alma.

— ¿Por qué cojones se te ocurrió subirte a esta atracción de las miles que hay? — Se queja de manera inevitable. La feria es un lugar gigante, y de todos los juegos se le habia ocurrido subir a esa atracción en especial. Definitivamente, si fuera por Auron ya lo hubiera sacudido de las greñas.

— No pensé que sería tan creepy-

Los tablones rechinan y un simulado terremoto empieza sobre el pasillo, alarmandolos enseguida y como último recurso largarse a correr, pero Auron que tan buen compañero es corrió primero, dejándolo muy por detrás y al final muy al revés quien ahora quería sacudirlo de las greñas al otro era el, que con lo más que su cuerpo le permitía corría lo más que podía, su respiración se agita tan inevitablemente como sus latidos se aceleran y jura escuchar estos mismos por sus oídos. Aparte del terremoto, uno de los disfrazados dió con ellos y aquello lo hizo cagarse más, gritando como si lo estuvieran por matar de la manera más tortuosa que existe.

— ¡Corre Fargan! ¡Corre! — Grita del otro extremo Auron quien ya habia dado con la salida al abandonarlo a su suerte, y no estaban muy lejos de ella así que era muy obvio. Aún así lo estaba detestando completamente, ya que lo abandono allí en medio de un simulado terremoto y de una persecución espantosa.

— ¡¡Auron te voy a matar!! — Exclama al ver el final cerca. Dando un brinco largo y aterrizar sobre el susodicho, haciendole caer de espaldas fuera de la atracción y así proporcionarle unos pequeños golpes y raspones en consecuencia al abandonarlo.

— ¡Quítate de encima gilipollas!

Así se hace a un lado, dejándolo tumbado en el suelo sin siquiera darle la mano para levantarse, pues es lo menos que quería hacer. Pues era un búho rencoroso en todo aspecto.

— Por bobo — Murmura entre una carcajada natural, de las suyas. Riéndose del adverso al ver como se alzaba del suelo y sacudía sus prendas. Ambos reían al final, pues ambos sabían y tenían en cuenta que ninguno de los dos tomaban tan a pecho aquellos detalles recurrentes.

[•••]

— Ha sido divertido eh

— Sin tener en cuenta que terminé lleno de moretones, sí. Fue divertido.

Ambos con una misma sonrisa compartida terminan su recorrido en la feria ya satisfechos. Pasando por fin debajo del cartel de bienvenida en dirección contraria a mucha gente que recién llegaba a disfrutar de la feria.
Entre algunas de ellas mucha gente particularmente curiosa.

Es irónico como de la nada paso de su euforia a un silencio rotundo cuando entre tantas personas. Sus ojos coinciden con alguien. Alguien que conoce muy por encima. Ha trabajado con él en la construcción de la comisaría del pueblo, y se han conocido muy poco. Pero su interés siempre estuvo aunque no lo haya vuelto a ver luego de eso.
Hacen contacto visual mientras cada uno sigue su camino, pero a diferencia de el, el contrario parecía tener una mirada más juzgadora que cualquier cosa y claro, quien no se siente incómodo luego de unos segundos por ello. Desvió su vista a su camino, mientras sostenía el antebrazo de su amigo y apresuraba su paso. Pero definitivamente ahora no podía quitarse esa sensación extraña que ese azabache provocó con solo una estúpida mirada. Una sensación incomoda quizás... rara.
Y es inexplicable como aún así seguía sintiendo su mirar sobre él, pero quizás solo estaba pensando de más.

Decidió ignorar tal situación, aunque conociendo a su amigo quien estuvo atento a la situación. Estaría de preguntón todo el camino de vuelta a casa.

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2023 ⏰

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