El auto se estacionó frente a mi edificio. Suspire, ya que vi el auto de Ethan ahí también.
Mire a mi izquierda encontrándome a unos ojos verdes sonriéndome. Arrebató mi teléfono y comenzó a escribir algo.
—Mañana pasó a las 19:00 a por ti Preciosa—Me devolvió el teléfono y besó mis labios.
Sin decir nada, sonreí, y salí del interior del auto. Toco el claxon para despedirse de mi y arranco el coche y vi como desaparecía de mi campo visual.
Suspire y entre a aquel edificio. Durante el transcurso del elevador mil formas de enfado aparecían por mi mente.
Sabía que Ethan estaría enfadado, pero no podía enfadarse ya que hizo lo mismo.
Las puertas del elevador se abrieron y me sorprendí a no encontrarme a nadie en aquel pasillo. Rápidamente abrí la puerta de mi casa y entre. Puse mi frente contra la puerta y suspiré.
—Te crees que soy tan estupido como para esperarte fuera—Grite cuando escuché a Ethan detrás de mi.
Me di la vuelta y lo vi ahí. En medio del salón con los brazos cruzados y con el rostro serio, más de lo normal.
—Fuera de mi casa ahora—Dije acercándome a él y señalando la puerta.
—¿A quien te has follado Rayle?—Dijo a pocos centímetros de mi rostro.
—¿Y tu?—Cruce los brazos al igual que el y vi un chupón en su cuello.
—¡A quien coño te has follado!—Grito en mi dirección.—¡¿Te follas a todos menos a mi?, ¿te gusta hacerte la Puta estrecha conmigo?!)—Grito más fuerte juntando nuestras frentes.
—¿Quien te crees que eres para gritarme así?—Dije tranquila, lo cual a mi misma me sorprendió.
—Contéstame—Dijo algo más tranquilo.
Me aleje un poco saque mi teléfono y le enseñé la imagen que hace un par de horas había visto con mis propios ojos.
—Contéstame tú—Vi preocupación en su rostro—Dices que quieres algo más conmigo que solo sexo y a los pocos días te veo así con otra tía—Volví a cruzarme de brazos
—No tienes ni Puta idea—
—El que no tienes ni puta idea eres tú—Le señalé con el dedo—Hare lo que quiera al igual que tu—Me aleje y me dirigí a mi dormitorio.
Escuche como me seguía por detrás e ingresaba a aquel lugar detrás de mi.
Sin miedo ni vergüenza me quite los pantalones y mire en su dirección. No llevaba bragas, Eros las había roto.
—¿Donde están tus bragas Rayle?—Dijo acercándose y colocando su mano en mi interior—Está caliente y dilatado— Saco su mano y procedió a olerlo—Huele a látex—Fue un susurro, fue más un pensamiento que una pregunta.
Negué con la cabeza y me deshice de mi camiseta y me dirigí al baño para darme una ducha.
El agua comenzó a salir de la regadera y mientras cambiaba de temperatura pude ver desde el espejo como Ethan miraba mi cuerpo.
—Hace un par de días me decías que no querías llegar a más y hoy te dejas follar por un tío que ni conocerás—No entendía lo tranquilo que podía estar para ser el.
Seguí sin responder y entre en la ducha. Deje que las gotas de agua cayeran por mi cuerpo y un suspiro de relajación salió de mi interior.
Grite de la sorpresa al sentir como Ethan entraba y agarraba mis pechos desde mi espalda.
—Dime que no te has follado a otro—Beso mi parte trasera del cuello.
—Nathan sabes la respuesta—Es lo único que dije.
—Por favor, dime que no es verdad—Suspiro.—Dime que solo te has entregado a mi pequeña—Beso con delicadeza mi cabeza.
Di media vuelta y porfin pude verle el rostro. Algo de tristeza y preocupación inundaba su rostro.
—¿Y tu?—Dije agarrando su pene y subiendo y bajando la mano.
Echo la cabeza para atrás y escuche como suspiraba de placer.
—Es una vieja amiga que—Le corte.
—¿Te la has follado?—Dije mientras le seguía masturbando y agarrando su cuello para que me mirara.
—Si, pero puedo explicarlo—Es lo único que dijo y acto seguido separé mi mano de su pene.
—Vete de mi casa—Dije y acto seguido me di la vuelta para seguir con mi ducha relajante.
—No, necesito explicarte y tú me vas a escuchar—Dijo serio y agarrándome de tal forma que acabe en su hombro y vi como su trasero desnudó salía de la ducha.
Grite cuando me soltó y caí sobre la cama. Cuando quise intentar salir de ahí el se colocó sobre mi y beso mis labios y comenzó a jugar con mi intimidad y a introducir dos dedos.
—Vamos Fea, solo dime que el no te a echo gemir como yo—Beso mis labios—Dime que no sabe tocarte como yo—Beso mi pezon—Dime que no te come como yo—Introdujo su lengua en mi vagina y agarro mis muslos para no poder alejarme.
—Aaaaa—Gemí.
El dejo de besar mi intimidad y beso mis labios sutilmente con una sonrisa en sus labios.
—Dime Rayle—Coloco su intimidad entre mis muslos—¿Te has follado al completo a ese hijo de puta?—Acercó un poco más su intimidad y vi cómo suspiraba—Joder—Y sin decir nada introdujo su pene por completo en mi intimidad haciendo así que un gemido saliera de mi.
Esto estaba mal, muy mal. Cuando Ethan hizo eso una imagen de Eros apareció en mi mente.
La imagen en el auto de esa sonrisa de porcelana y esos ojos verdes que me miraban inundaban mi mente.
—Para Ethan—Intente salir y lo único que conseguí fue una estocada más fuerte—Ethan para por favor—y una estocada más fuerte.
—Dime Rayle—Otra estocada—¿Te a gustado follarte a otro?—Una estocada más y salió de mi interior.
—Vete—Lo único que dije mientras tapaba mi cuerpo desnudo con la almohada.
—Eres Mía Rayle, estoy jodidamente enamorado de ti y te dije que siempre consigo lo que quiero—Se acervo e intento besar mis labios.
—No—Me aleje—Por fin conozco al verdadero Ethan, lo cual no me gusta.—Me levante y vi como el hacía lo mismo y se ponía a pocos centímetros de mi—Tu y yo hemos acabado con lo que fuera esto—Dije sería señalándolo.—Eres un cerdo, me dices mil cosas bonitas, te vas con una rubia, te la follar y vienes a follar conmigo. ¿Ves normal eso?—Me aleje y cogí algo de ropa y posteriormente me lo puse—Me das asco Ethan, y estoy arrepentida de todo lo que tiene que ver contigo—Lo empuje—Te dije que pararas y has seguido, sabiendo lo que vivir—Volví a empujarlo—Te quiero a ti y a lo que te rodea lejos de mi—Volví a empujarlo.
—¡Te odio Nathan!—Grite y conseguí alejarlo lo máximo posible, el se había rendido y yo lo agradecía.
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Como se sigue viviendo.
RomanceLa vida nos demuestra que está llena de altibajos, donde un día como cualquiera puede cambiar el rumbo de tu vida.