My first love (Chaelisa G!P)

Capítulo 08. ✿

Lisa.

Domingo, 7:40 am.

-Lisa enserio, si no te levantas ahora juro por dios que dejaré de prepararte el desayuno por un mes.-La voz amenazante rosé y la media hora que lleva suplicandome que despierte me dice que habla en serio.

Automáticamente me pongo fuera de la cama aún con los ojos cerrados y me tambaleó un poco con el cabello hecho un nido y mi pijama de pollitos estampados

-Estoy lis...-Mis palabras se pierden en un gran bostezo haciendo que por un momento la risa de rosé se escuche, en seguida abro mis ojos, pero apenas lo hago ella trata de ponerse sería nuevamente.

-¿Tienes veinte minutos okey? Te espero afuera para ir a comprar el desayuno.-Dice de brazos cruzados ya lista y asiento con sueño.

Odió despertar temprano, es un maldito domingo, los domingos son para pasar el día durmiendo, pero no, a mi familia y a la de rosé se les ocurrió que todos los domingos nos reuniéramos para pasar un domingo familiar, y ahora todos los domingos rosé me arrastra a un viaje en auto de una hora para llegar a su casa que es donde nos reunimos.

Es una mierda, se que mi familia me extraña y toda la cosa, ¿Pero no podrían solo verme una vez al mes? Además estoy segura de que se juntan más por una tradición de los padres de rosé y los míos que por vernos a nosotras.

Niego entrando al baño para lavar mis dientes y tomar una ducha de agua fría para terminar de despertar por completo.

Pienso un poco en los términos en que quedamos rosé y yo, lo dejo muy claro, quiere que sigamos siendo amigas, no mentire, en verdad me duele, pero que más podría esperar, siempre supe que he estado enamorada sola, rosie siempre ha sido la chica de los sueños de cualquiera, desde que tengo dieciséis supe que había perdido, porque me gustaba y no lo aceptaba, y por eso tuve mi primera vez con aquella chica a los quince, odiaba pensar en rosé de esa manera, estaba tan mal, y sucio, por díos, todo el mundo nos ve como unas malditas hermanas, y para mí, ella es todo lo contrario a eso....

Lo bueno es que al menos en el campus nadie se enterará.

Salgo de la ducha para ponerme unos pants cargo color beige y una playera negra con con una pequeña palmera blanca dibujada, tomo el secador para secar mi cabello poco a poco y rosie vuelve entrar, pero está vez entra con jisoo y jennie tras de ella. ¿Espera qué?

Volteo para dejar de verme en el espejo y ver a las chicas con mi cara de incrédula.

-¿Sorpresa?.-Dice rosé con una sonrisa cómplice y bufó para hablar.

-¿Que hacen ellas aquí?.-Pregunto casi en tono molesto y jennie deja de apreciar la habitación para mirarme mal.

-Lisa estás siendo grosera.-Dice rosé con sus brazos cruzados y ruedo los ojos ya con mi cabello completamente seco, dejo el secador a un lado para ponerme mis zapatos.

-Bueno, Roseanne nos ha invitado a una parrillada y no nos pudimos negar, digo, quién se niega a la comida gratis.-Habla jisoo divertida y le sonrió de medio lado, no puedo estár completamente feliz con ésto, quiero estár a solas con mi familia y rosé, no con ellas dos.

-Es que mamá me dijo que llevará a dos amigas de la universidad, que siempre vamos tu y yo y parecemos aburridas, así que se le ocurrió que si llevamos a nuestras amigas sería mejor.-Explica rosé mientras amarró las trenzas de mis tenis y bufo, la mamá de rosé y sus ideas extravagantes.

-¿Y por qué crees que jisoo y jennie son amigas de nosotras?.-Pregunto poniéndome de pie con un tono de voz suficientemente duro para hacer que rosé no sepa qué responder.