Capítulo 1 - Un Brillante Amanecer: 2° Parte

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Tras tener una pesadilla que fue capaz de hacerlo caer de su cama, él joven humano conocido como Data se dirigió a encontrarse con sus "padres", unos Digimon de las especies Piyomon y Tentomon, si bien habían comenzado con un agradable desayuno, algo extraño ocurrió tras haber declarado su augurio para el resto de la jornada.

Data: Siento que hoy sera un día estupendo, y se que nada podrá arruinarlo.

Tras decir aquellas palabras y dejar su taza sobre la mesa, el asa de la misma se fractura, como si respondiera a sus palabras.

Data: ¿Pero que...? ¿Acaso la mesa esta fría?

Inspecciona la superficie en donde poso la taza, pero esta se encontraba tibia al igual que el ambiente que les rodeaba, esto se le hacia bastante extraño, y estaba por mencionárselo a Piyomon, pero la gran catarina interrumpe su pensamiento.

Tentomon: Por cierto Data, ¿Ya descubriste que Digimon te anda molestando?

Data: Eh...

Tentomon: El de tus pesadillas que comentaste el otro día, algo me dice que anoche te volvió a pasar, ¿Cierto? 

Piyomon: Después de todo, ese golpe que pegas contra el suelo en las mañanas se escucha más fuerte que los despertadores del criadero.

Data: Ah... si... y no, por lastima no se cual es, ya busque en el libro de referencias de la biblioteca de Tailmon, y no encontré ninguno que cumpla con la descripción.

Tentomon: ¿Ni siquiera los Devimon?

Data: Nisiquiera los Devimon.

Piyomon: Juraría que habías descrito a un Neo Devi.

Data: Habría mencionado sus garras y varios ojos sin alma.

Tentomon: ¿Que hay de Neo Vamdemon?

Data: Esos nisiquiera son rojos...que yo sepa.

Piyomon: Y que hay de los Dorbickm-?

Data: Estoy seguro que reconocería a un Dorbickmon si lo viera en un sueño.

Tentomon: ¿Y que tal-

Antes de terminar las incesantes preguntas, una alarma suena en la entrada de la casa, proveniente de un reloj Cucú, del cual salen tres figuras de Sirenmon anunciando que ya son las 05:45 am.

Piyomon: ¡¿Ya es tan tarde?! ¡Despues seguiremos! ¡Laven sus tazas y agarren sus cosas! ¡Rapido!

Tanto humano como Digimon asienten con la cabeza en señal de afirmación y tratan de obedecer con la mayor velocidad posible a la plumífera jefa del hogar.
En tan solo un minuto ya han limpiado y dejado todo lo que usaron en reposo para que se secara con el ambiente, mientras que Piyomon los espera en la salida con dos grandes mochilas de colores negras y verdes respectivamente, que eran muy parecidas a mochilas de acampar.
Los primeros en salir fueron los Digimon mientras le daban las llaves de la casa al humano para que este pusiera el seguro.
Mientras cerraba, no pudo evitar ver la taza que había utilizado, llamándole la atención esa grieta que se había formado tan espontáneamente, pero él tenía claro que tenía algo más importante que hacer, un trabajo que muy pocos pueden lograr sin perder la cabeza en el proceso.

Una vez puesto el seguro, se encontró con sus criadores en la entrada del hogar, a pesar que ya había amanecido, varios Digimon seguían durmiendo en la comodidad de sus hogares, solo la familia de este joven tenia la peculiaridad de levantarse tan temprano por las mañanas apenas salía el sol.

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