No Es Otro Tonto Cliché

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–Mikey ¿que demonios fue todo eso?– regañó de inmediato Mitsuya en cuanto el mencionado volvió.

–¿Qué fue que?– responde. "Haciéndose el idiota."

Se supone que ya tienen conciencia de lo que está bien y mal y jugar con las personas de esa manera es una de las peores cosas que alguien puede hacer; independientemente su segundo género. Mikey puede ser un idiota, pero ese idiota siempre le hablaba claro a las aventuras que tenía, no las dejaba hacerse ilusiones. No sé las presentaba a sus amigos, simplemente les dejaba claro que seria una noche y ya. Después de eso no se conocían y no habría segunda vez.

Entonces a su grupo de amigos le sorprendió el terrible acontecimiento en la fiesta y Takashi, como "buena madre" del grupo, no dejaría que alguno de los de su manada se descarriara.

–No te hagas el imbécil ¿por que le hiciste eso a ese pobre chico?– replicó molesto. Detestaba que jugarán así con los omegas y que uno de sus mejores amigos lo hiciera era repugnante.

–No fue mi culpa. Le pedí ayuda a Sanzu, el irresponsable le pidió ayuda a Senju y ya saben como es.

–Al pedirle ayuda a Sanzu ¿no crees que el irresponsable fuiste tú? Digo, Sanzu qué va a saber sobre conquistar a alguien– se mofó Baji.

Mikey rodó los ojos, pero no les diría que la razón para pedirle "ayuda" a Sanzu era otra.

–Esa estupidez déjasela a idiotas como los Haitani– regañó también Draken.

–Y recordemos que ese par tuvo su merecido con los Kawata– recordó Chifuyu, haciendo que uno de los mencionados se sonrojara hasta las orejas y el otro riera con superioridad.

–Yo digo que no te atrevas a jugar con el pobre omega, Mikey. El karma es muy cabrón– comentó Smiley, recordando un poco las experiencias pasadas.

–Bien, bien. Ya dejen de regañarme. Mejor ayúdenme a pedirle una disculpa pues.

De inmediato, él semblante de los omegas presentes cambio por completo y ahora sus ojos parecían brillar con ilusión, después d todo, Mikey no era tan idiota.

–Habla con él primero que nada– aconseja primero Mitsuya, ya más tranquilo.

–Lo hice. Bueno, traté. Lo invite a una cita este fin de semana para compensarlo.

–¡Llévalo a un lugar bonito!– chilló emocionado Chifuyu –un lugar donde se divierta.

–No se lo que le gusta.

–Podrías tratar primero con un parque de diversiones, Rindou me llevo a uno en nuestra primera cita– propuso el Kawata menor con un ligero rubor adornando esa expresión molesta tan característica.

–¡Si! Hay atracciones y juegos donde le puedes conseguir algún premio. A los omegas nos gustan esas cosas– al parecer a Matsuno le hacia ilusión ayudar a Manjiro, comenzó a dar consejos sin parar de lo que podían hacer en dicho lugar que habían propuesto y la mayoría estuvo de acuerdo –a demás, a los alfas les gusta demostrar ante el omega que es capaz de cualquier cosa ¿no?– los alfas presentes asintieron.

–Rannabel también me llevó a un parque de diversiones, gane en todos los juegos de azar en los que él perdió– Nahoya recordó con gracia aquel día.

–¿Rannabel?– evitando reír, preguntaron por el cómico apodo dicho.

–Así le dice de cariño– contestó Souya por su hermano.

–Se supone que es un insulto, no una muestra de afecto– replicó, cruzándose de brazos y bajando la cabeza tratando de ocultar su sonrojó.

–Okey. Entonces un parque de atracciones será, podemos subir a los juegos mecánicos, ganaré premios para él, lo llevare a comer y veremos los fuegos artificial. Suena a un buen plan– finalizó Manjiro, terminado de apuntar en alguna libretita que tomó de por ahí.