Capítulo 21

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Estaba encerrado en el baño, no tenía el coraje de salir y enfrentar su grave error.

Sabía que Himawari estaba en la planta baja esperando a que él se dignara a darle la cara, cosa que Inojin se negaba a hacer.

Estoy en problemas, Shikadai —el pelinegro era su única esperanza— necesito que vengas por mi equipaje para irme de inmediato a Suna

Shikadai hizo un gesto de molestia, reacción que solo Sarada pudo ver ya que los dos amigos aún estaban por llamada telefónica.

No puedo Inojin, estoy ocupado —le respondió Shikadai, no dejaría más tiempo sola a Sarada, eso no estaba en sus planes.

Es una emergencia —Inojin comenzaba a desesperarse— no le pasará nada a Sarada por quedarse sola un rato, está en un hospital

Te he dicho que no, no insistas —parecía firme en su decisión— Llámale a Boruto y pídeselo a él, yo me quedaré aquí

No, no puedo hacer eso —llamar a uno de los hermanos de Himawari era firmar su sentencia de muerte.

Himawari lo sabía todo, estaba seguro.

La seriedad de su rostro y el "tenemos que hablar sobre lo que me he enterado" es más que suficiente para saber que lo sabía.

Yodo lo había amenazado, quizás lo había cumplido tan pronto salió de la oficina de Sakura, no lo sabía.

Escucha, leí el expediente médico de Sarada, entiendo que no quieras separarte de ella —Inojin escuchó como Himawari comenzaba a subir las escaleras— pero un amigo te necesita

Que fastidio contigo, Inojin —se quejó Shikadai— ¿Qué es lo que pasa que te tiene así?

El rubio colgó la llamada.

No lo pensó demasiado y salió por la ventana del baño alejándose lo más posible lo más rápido que pudo.

No sería fácil escapar el byakugan de su esposa, pero debía intentarlo, si tenía suerte Himawari no lo buscaría.

¿Qué excusa pondría? ¿Qué mentira le diría? Debía pensar en eso.

Maldijo la hora en la que se metió con la rubia de Suna, ella no sabía guardar secretos a diferencia de las otras con las que había estado.

Por ahora solo sabía una cosa, debía ir a reclamarle a Yodo.

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Shikadai separó el celular de su oreja algo confundido de que Inojin cortara la llamada tan rápido.

Que extraño... —murmuró con respecto a la llamada— ¿Qué decías, Sara? —volvió a enfocar su atención en la pelinegra.

Nada —ya no valía la pena decirlo— ¿Qué quería Inojin? —estaba algo intrigada, sabía que tarde o temprano las cosas explotarían cerca del Yamanaka.

Nada importante, quería que fuera por sus maletas —realmente no había logrado entender lo que estaba pasando con él, parecía ser importante, pero que Sarada estuviera en el hospital era importante para Shikadai— ¿sabes algo?

Confía en mí, es mejor si nos apartamos de ese drama —dijo alzando los hombros en forma de escudo— tenemos suficiente con los nuestros

Era cierto.

De verdad te preocupa el asunto del embarazo ¿verdad? —Sarada se cruzó de brazos y asintió, ¿qué no había sido lo suficientemente clara ya?— quizás debas hablar con tu madre para aclarar tu mente —propuso Shikadai.

Lejanos || ShikasaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora