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Agarrando el poste con fuerza empezó a llorar de forma cómica, rogando porque no lo llevarán a ese espantoso lugar

— No seas exagerado, es solo un circo...

— ¡Y en los circos hay payasos!

Karin suspiró al ver la situación en la que estaban, realmente ese primito tan querido era pesado cuando se lo proponía

— ¿Que hay de malo es eso? Nunca comprendí porque te daban tanto miedo — la cara de indignación del rubio decía mucho sobre sus pensamientos

— ¡Que son payasos! Siempre tienen una sonrisa alegre, siempre actúan de forma tonta y amigable, están siempre exageradamente cerca de los niños ¡Hay muchas razones para temerles!

— ¿Por qué esas serían razones para temerles? Es solo su trabajo.

— ¡Exactamente! Pueden usar el pretexto de ser un benevolente payaso, ¡Pero en realidad bajo ese disfraz solo puede haber un asqueroso pederasta! ¡O un asesino en serie que atrae a sus víctimas a sus garras luciendo como algo inofensivo! ¡Malditos gusanos de cara sonriente, a mi no me engañan!

Karin se masajeo el puente de la nariz, ese rubio era imposible, no iba a aceptar ni en mil años entrar al circo, dónde habían quedado con una amiga de Karin para verse y disfrutar como jovencitos a pasos de ser adultos, aunque aún les faltaba bastante

— Naruto, vamos a estar a salvó, de esas "cosas" como tú les dices, ya que estaremos en las gradas casi al final, además los payasos son la última atracción, y para ese momento ya podríamos irnos si así lo deseas, no te preocupes.

Uzumaki solo le miró con los ojos llorosos mientras se agarraba al maldito poste como si fuera su salvavidas en una tormenta torrencial, casi le daba pena, casi

Jaló con más fuerza de su primo, y consiguió llevarlo, aunque no de la manera convencional, porque tuvo que arrastrar consigo al muchachito quejon junto a el jodido poste al que se había agarrado tan firmemente

— Recuerda que hiciste una promesa, no podemos romperla.

— ¡Pero eso era antes de que dijera que sería en un circo!

— ¡Pero sigue siendo una promesa! ¡¿O piensas romperla?!

— No...

— ¿Entonces?

Un puchero fue su respuesta, de manera algo torpe Naruto soltó el poste y camino vacilante a su lado, mirando con desconfianza la carpa hacia donde se dirigían

— Ya no te preocupes, yo te protegeré, no hace falta que estés así.

Para la indignación de la chica, el blondo pareció tomar una actitud más cautelosa, acercándose a pasitos hasta la estar cerca de la carpa, dónde se enderezó. Ella simplemente decidió no quejarse ni decir nada, entendía que de los tres ella era la más débil, ¡Pero aún así podía proteger y protegerse! ¡Esto era ofensivo!

Naruto, ignorante de los pensamientos de Karin, le tocó el hombro al verla tensa y con los dientes apretados, ella le hubiera ladrando un "¡¿Qué?!" Si no fuera porque primero notó a su amiga mirándola con gracia, haciéndola ponerse algo roja de la vergüenza

— ¿Está todo bien, Karin?

— Todo está bien... No te preocupes.

Karin se rió nerviosa mientras Naruto se mantenía tranquilo y divertido a su lado, la chica le levanto la mano a modo de saludo y el sonriendo hizo lo mismo

— Mucho tiempo sin verte Shinkō, ¿Como te ha ido?

— Me ha ido muy bien conejito, finalmente tuve la oportunidad de escapar de esa estresante oficina a la que me pusieron a cargo debido a que el jefe se encapricho, ¡No te imaginas lo horrible que fue! — la chica de nombre Shinkō se abrazó a él lagrimeando — No te imaginas lo que me hicieron pasar ahí, era demasiado papeleoo, ¡Y saber cuánto lo odio!

— Te asignaron a cargo de una oficina, ¿A tí? ¿Acaso quieren que todo el lugar se incendie y que todo el papel higiénico se acabe con tu estómago sensible? — enojada, Shinkō le dio un codazo, sacándole una gran carcajada — Ya ya, perdón, pero no es como que estuviera mintiendo.

Con una maldición, la castaña se abalanzó sobre él, parecían dos niños peleando y insultandose entre risas. Karin se mantuvo al margen del escándalo de esos dos, tapándose la cara con la mano y mirando a otro lado, haciendo como que no los conocía, incluso silbando un poco y mirando a todos lados menos a su dirección, también sutilmente alejándose un poquito, pero lo suficiente para que no los relacionen inmediatamente

Después de que ambos adolescentes se calmaron, estaban recargados uno contra el otro, Shinkō jadeando mientras Naruto tenía una sonrisa alegre, cuando eso pasó, Karin finalmente se digno a acercarse y arrastrarlos sin piedad a la entrada, ya habían echo todo un show, no necesitaba otro, si se descuidaba quizás volvían a pelear. Recibió protestas de ambos mientras eran arrastrados cruelmente por el suelo, como un par de sacos de papas

Cuando finalmente estuvieron adentro, los soltó y dejó que se arreglaran la ropa y se sacudieran el polvo, mientras tanto ella se puso a comprar palomitas y refresco, la función duraría un buen rato, y tener bocadillos les ayudaría a que no les diera hambre tan pronto, a pesar de que cuando salieron ya habían almorzado

— Esos son nuestros asientos.

Señaló la castaña a sus acompañantes, los Uzumaki asintieron y se sentaron, hicieron un piedra papel y tijeras para saber quién se sentaría al medio, y para mala suerte del blondo, le termino tocando a él, haciendo un mojin disgustado se sentó entre ambas chicas, que se reían de su cara de malhumor, principalmente porque atrás de él había otro grupo de adolescentes, pero más grande y más ruidoso, por lo que estaba casi seguro que terminaría con jaqueca, más porque atrás de él, justamente estaba el más escandaloso, ahora entendía porque se enojaban con él cuando empezaba sus travesuras y escándalos, esto era irritante

La función comenzó y todos se quedaron callados, los acróbatas fueron los primeros en entrar, haciendo excelentes movimientos, luego los domadores con sus animales de circo, a lo un escalofrío le recorrió la espalda, pero no mostró otra emoción negativa hasta que llegó el final, payasos, era el turno de los malditos payasos

Todos entraron empujandose y riendo como tontos, tocándose la nariz o bailando, algunos hacían globos y otros se tiraban pastel a la cara riendo de forma rara, al parecer del rubio, algunos se acercaban a la multitud expectante a decir chistes, todo era muy amigable e inocente, pero a Naruto no le parecía así, pero no hizo ningún comentario, mientras no se acercarán a él todo estaría bien 

Milagrosamente al parecer un Dios escuchó sus plegarias, y el acto acabó rápido, ansioso salió corriendo mientras daba saltitos, festejando el salir de su pesadilla

— ¿Ves que no era tan malo?

Naruto no respondió, solo inflo el pecho y con la barbilla en alto se fue caminando. Karin suspiró ante la conducta infantil y evasiva

— Déjalo ser, no está acostumbrado a cosas así, a demás el hecho de que no le acercara ningún payaso fue lo que le ayudo a manter su conducta serena e infantil, pero ya verás que algún día se acostumbrará o les tendrá menos "miedo".

— Espero que tus palabras se hagan realidad Shinkō...

— Ay cariño — Shinkō sonrió — Yo nunca me equivoco, o por lo menos nunca antes lo he hecho, ten fé — le dió un beso en el cachete a modo de despedida y se fue

Karin solo sonrió mientras movía la cabeza en negación, ella nunca cambiaría, y ahora mismo, debía perseguir la cabellera rubia que cada vez se alejaba más, suspiró, ¿Que había echo para merecer eso? Y arrastrando los pies camino hasta alcanzar a su rubio primo

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