Sueño Rojo

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Japón, periodo Edo.
Distrito rojo, el barrio más famoso de prostitución.
Esta profesión no era exclusivamente para mujeres, existían igual miles de hombres trabajando, de todas edades y lugares.
En la Casa Gorirazu.
Dos jóvenes aspiraban a ser la Oiran de la misma casa.

Uno de los jóvenes aspirantes tiene el don de la música. Conoce a la perfección cada melodia existente y puede recrearla con cualquier instrumento a su alcance, desde el shamisen, Erhu, Guzheng, Sinobue, etc.
Pero ése no sería su único talento, sino que además era poseedor de la voz de un dios y la figura de una divinidad.
Sus brazos y piernas eran tan largos como un Obi, su piel tan blanca como la porcelana, sus ojos oscuros como el infinito espacio negro.
Sin embargo todo esto se veía eclipsado frente a su brillante cabellera, la cual llevaba el color del cielo azul.

Mientras que el segundo, poseía el don de la palabra y el escucha, en sus palabras se encontraba la sabiduría de un monje iluminado por Buda, mientras que su cuerpo se veía manchado en deshonra e impureza.
Una figura curvilínea, con piel de color del dulce, un caramelo dorado igual al del dango y el cabello del color de un árbol de sakura en flor.
Y como talento, tenía unos modales impecables y la mirada de un experto en el arte. Podía registrar y analizaba los paisajes o personas más hermosas de toda la región, para después inmortalizarlos en pintura.

Entré ambos existían una supuesta disputa o rivalidad por quién era el favorito.

Ambos venían de tierras extranjeras.
Ambos tenían el mismo género.
Ambos laboraban en la misma casa de citas.
Y ambos anhelaban la misma cosa... Libertad.

Mientras tanto en la entrada de la casa, se llevaba a cabo el acuerdo con el hombre que decidirá si entregarles su libertad o comprársela al el dueño de la casa.

X- Perfecto, entonces es un trato, pero por favor espere aquí un momento Señor cliente, ambos estarán en su habitación tan pronto como los terminen de arreglar para ustedes-

M- Se están tardando-
Un Ronin, el samurái más fuerte de la capital y el hombre que había pagado por una noche entera con los dos jóvenes Shinzos.
Este hombre de piel esmeralda tenía la decisión al filo de su espada, la vida de ambos incluso dependía de quien sería el elegido como la Oiran de la casa Gorirazu.

Este mismo también sería el elegido para terminar con la disputa qué se desarrollaba en aquella casa de citas.

Mientras tanto en la habitación ambos jóvenes se estaban ayudando mutuamente con su apariencia para esa noche, pues la supuesta "disputa" era toda una farsa. Ambos eran compañeros en el mismo crimen y encontraban consuelo en el otro, sobretodo en sus momentos más dolorosos.

Mx- espera, no te muevas ya casi termino -

2D- lo siento, es la tercera vez que me arreglas el maquillaje -

Mx- tranquilo, tu me ayudaste con mi cabello -

2D- solo era cuestión de cepillarlo -

Mx- haha cierto- apesar de su situación aún encontraban la forma de reír.

2D- En serio no estás preocupado? -

Mx- por qué debería? Es solo un cliente más -

2D- no es sólo un cliente, ese hombre... Dependemos de su veredicto para poder ser libres otra vez -

Mx- no, no los dos... Solo uno podrá -

2D - De verdad estamos dejando el curso de nuestras vidas en las manos de un complemento desconocido? -
Esa sola idea les hacía desmoronarse, les rompía el corazón, pero no podían arruinar el maquillaje que tanto les había costado terminar.

¿¡Por Que Lo Hiciste!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora