- Roommate; Capítulo 1 -
Y allí estaba yo... perdida en lo oscuro de sus ojos, envuelta en un remolino de emociones nuevas y excitantes que atentaban con adueñarse por completo de mi ser; aún intento recordar cómo es que llegamos a esto.
· Tiempo atrás ·
Apenas podía abrir mis ojos, todo a mi alrededor parecía borroso y extraño, intenté pronunciar palabra pero entonces mis labios dolieron; estaban agrietados e inflamados. Vagamente pude entender algo de lo que decían las voces a mi alrededor.
-. ¿Está bien?
-. ¿Qué sucedió?
Aquello fue todo lo que pude comprender antes de sentir cierta calidez sobre mi frente. Se sentía extrañamente bien, como si tuvieran miedo de que fuera a romperme por solo tocarme.
-. ¿Recuerdas algo? -Una voz masculina y calma llegó a mis oídos.
Con pesadez logré abrir mis ojos, aunque incluso eso parecía una tarea imposible ya que se sentían hinchados.
-. ... - Intenté pronunciar palabra alguna pero mi garganta estaba completamente seca y apagada; por lo que solo pude asentir.
-. No te preocupes, estas a salvo ahora. -Aquella voz llegaba a mí con tal calma que incluso me relajaba.
Segundos mas tarde pude notar como una manta era colocada sobre mi cuerpo, sintiendo como mi cuerpo cedía por completo al cansancio, mis ojos volvieron a cerrarse y mi respiración fue lo único que se pudo percibir una vez que caí rendida al sueño.
-. Uhm... no... por favor... no... -Repetía entre mis sueños, tenía miedo; era consciente de que aquello era una pesadilla, pero se sentía tan real...
Cuando finalmente salí de mi trance, pude abrir mis ojos. Grande fue mi sorpresa al no reconocer aquel lugar, estaba en lo que era el sofá de una sala de estar. La luz entraba por el gran ventanal frente al mismo, dejando ver un espacioso jardín. Mis ojos, desde aquella posición, recorrieron el lugar. Había un piano, una división... a unos metros se veía una mesa y... junto a mi, sentado; o más bien dormido en el suelo se encontraba un hombre. Sentí un escalofríos recorrer mi nuca, tuve miedo. ¿Quién era aquel hombre y dónde me encontraba? Intenté incorporarme pero al momento de moverme sentí un dolor recorrer mi cuerpo, dolor que solo podía describir como miles de agujas clavándose en mi piel.
Al mismo instante el hombre junto al sofá despertó.
-. C-cuidado... ¿estás bien? -Interrogó automáticamente al ver la expresión de dolor en mi rostro-.
-. L-lo siento... -Asentí a su pregunta-. Yo... ¿Dónde estoy? -Hable con dificultad, mi garganta y labios dolían, pero no podía moverme y mi voz era lo único que tenía.
-.Este es mi hogar... mi nombre es Lee DongWook, ¿recuerdas algo de ayer? -Aquel desconocido me observaba con preocupación, ¿a caso me conocía?
Rápidamente negué a su pregunta
-. No... no recuerdo nada... -murmuré, cayendo en cuenta de que ni siquiera podía decir mi nombre en aquel momento, pues no estaba segura de cuál era.
-. ¿Acaso... nos conocemos? ¿Tú sabes quién soy? -Continué hablando, poco a poco la ansiedad fue apoderándose de mi.
-.¿Por qué estoy aquí? ¿Quién me hizo esto?
Apenas y había terminado de hablar cuando otras dos figuras masculinas aparecieron frente a mi.
-. DongWook, ¿cómo está? -Fue lo primero que oí por parte del más bajo, era un hombre de baja estatura y contextura robusta. Llevaba un pijamas un tanto anticuado y junto a él estaba un hombre más bien alto y con barba.
-. ¿Tienes hambre? -Cuestionó el hombre de barba, aparentaba unos 40 años y en su voz podía persivirse preocupación.
-Mi nombre es Shin SungWoo, pero todos aquí me llaman Shin Omma. -Continuó, presentándose ahora con una leve sonrisa en el rostro.
-. Ah... y yo soy SeHo, Jo SeHo. -Fue ahora el hombre robusto quien habló, realizando una venia frente a mi.
¿Quiénes eran estas personas y por qué eran tan amables conmigo?
-. Yo... yo... -Intenté "presentarme" pero en aquel entonces no sabía siquiera cómo me llamaba-.
-. Tranquila... No debes forzarte. -El hombre que dormía junto al sofá estaba ahora de pie y me miraba con cierta preocupación-. SungWoo preparará algo de comer ahora... cuando lleguen los demás podremos hablar mejor.
-. ¿Los demás? -Repetí con cierto temor-.
-. No te preocupes... no somos malas personas. -Podía percibir por su voz que no estaba mintiendo, pero no podía simplemente quedarme en silencio.
-. Lo siento... por causar tantos problemas. -No sabía qué más decir, estas personas... no parecían tener maldad, estaban cuidando de mi y yo... y yo ni siquiera sabía quienes eran.
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Dear Roommate
FanfictionLa vida nos lleva a lugares nuevos, inesperados y excitantes. Con cada decisión que tomamos, con cada paso que damos, incluso cada palabra que sale de nuestros labios pueden cambiar por completo el destino de nuestras vidas... ¿Y si no recordamos n...