Sour love - Hyunho

-See you again-

Después de comer estuve un rato sentado con el teléfono, mirando a veces de reojo la hora. Hoy era el día en que Hyunjin y yo nos volveríamos a ver, después de tanto tiempo, y me hacía sentir un tanto inquieto. Tenía bastantes preguntas, pero aún así tenía la sensación de que no podría formularlas todas en el momento porque las olvidaría. Igual, tenía la mente en blanco y me sentía como un fantasma vagando hacia cualquier parte. Después de dos horas decidí cambiarme de ropa, sólo faltaba media hora y tenía que estar allí antes, por si acaso. Me decidí por una vestimenta simple, sudadera y vaqueros; quería hacer el encuentro lo más cómodo posible. Di unas peinaditas a mi pelo y me cepillé los dientes sin esmerarme mucho. Zapatillas deportivas para caminar cómodo y listo, bolsito en la espalda y chic.
Saqué mi móvil, cerciorándome de que llegase al menos a punto; me quedaban 10 minutos, iba todo perfecto, tal y como lo tenía planeado con mis cálculos mentales. Entonces, salí tranqui de mi casa sin olvidarme de mis cascos, por supuesto, y ponerme S-Clasz de StrikeKiss, mi banda favorita, ¿cómo no? Sorprendentemente, Hyunjin se parecía mucho a uno de los miembros, gratamente hermoso y me puse a preguntar cómo es que no me di cuenta al inicio. Pronto ignoré mis pensamientos y me quedé ensimismado en las canciones que sonaban. En menos de lo previsto llegué a la dirección que me había mandado Hyunjin, en formato de enlace indicaba la calle en la que quedaríamos.
Estando ya, me quité los auriculares y los volví a guardar en mi bolso para quedarme sentado en un banco, mirando el cielo, tan azulado y puro. Era un día despejado y soleado, me alegraba, me gustaba. Me quedé así un buen tiempo, con la cabeza hacia arriba y los ojos cerrados, hasta que noté que toda la luz estaba siendo cubierta, a lo que intuí que serían nubes, pero no, era Hyunjin. Abrí los ojos y me encontré directamente con su rostro, a penas unos centímetros de mí, eso hizo que abriese aún más los ojos como platos por la sorpresa y mi cuerpo quedase un tanto rígido. Cuando Hyunjin ya se apartó, pude respirar con tranquilidad y pensé "igual de guapo". Siempre me inspira tranquilidad, supongo que porque tenemos las mismas neuronas de pringados y atontados.
Una amplia sonrisa salió de mi rostro y no pude evitar entrecerrar los ojos, añadiendo una pizca de perversión en mi semblante. Al fin y al cabo quería que el tiempo que estuviésemos juntos fuese medio divertido, y si era posible divertido del todo.
―Cuéntame, Hyunjin― este se sentó a mi lado, reposando su cabeza en mi hombro, una acción que me dejó un poco extrañado pero a la vez no me incomodó.
―Bueno, ¿te acuerdas de mi novio, verdad? Jeongin, Jeongin... al final sí cortamos.
―Nooo, por fin. Sabes, siempre quise que lo dejaseis, pero se os veía tan aferrados y dolidos el uno por el otro― en cambio, Jeongin nunca trató bien a Hyunjin y siempre tuve la leve sospecha de que le era infiel. No le prestaba la atención suficiente y prefería irse con otros.
―Realmente no fue tanto, es verdad que fue triste pero nada más.
―¿Tienes actualmente pareja?
―Oh, sí, sí. Se llama Beomgyu, bueno― a juzgar por su expresión, tampoco parece una relación muy sana. Arqueé mi ceja, dejando expuesta mi expresión incrédula. Él simplemente sacó una sonrisita.
―¿Qué hay de ti, tienes novio, novia?- Hyunjin sabe que dudo de mi sexualidad, si bien no sé si soy gay o bisexual, pero probablemente sea la segunda opción.
―No, aunque tuve muchas aventuras, por así decirlo, pero nada serio, sólamente mi primera ex novia― y es que esa relación resultó nefasta, pues sentí el amor desaparecer de un día para otro y sólo duramos 1 mes juntos. Podría decirse que entre los dos, yo fui el culpable, pues no la traté del todo bien, sólo la esquivaba por una presión en la relación inexplicable. Realmente hay tantas cosas para especificar, pero resultaría eterno.
Seguimos conversando un buen rato en el banco, hasta que ya nos dolía el trasero y espalda y decidimos irnos a una cafetería para tomar cualquier cosita. Hyunjin se compró un bollito cinnamon, parecía que le encantaban ya que lo estaba disfrutando de maravilla y yo sólamente pedí un vaso de agua porque hay que mantenerse hidratados.
Bla bla, mucho blablabla y así hasta despedirnos con un cálido abrazo; en ese momento pude oler mejor la esencia de Hyunjin, el perfume que desprendía y se sentía aún más dulce, no quería separarme de ese abrazo, realmente no quería separarme de su cuello, de él. Y es que ese día se sintió como si nunca me hubiese separado de Hyunjin y a la vez un día lleno de melancolía y nostalgia que regresó al presente para olvidarse y guardar nuevos recuerdos con dicha persona.