Capítulo veintinueve

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Antes de comenzar el capítulo quería avisarles que, para adentrarse más en el relato, tengan a mano la canción "Heaven" De Bryan Adams. Pueden encontrarla en la playlist de la novela "Bésame, ódiame" en Spotify...

Les dejo el link para facilitarles la tarea: https://open.spotify.com/playlist/1WGagRtfLIWxpRUTXcOeE1?si=7f0b8617045d48a8 

Ahora si, les dejo la lectura...

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"Heaven" de Bryan Adams retumba en todo el lugar

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"Heaven" de Bryan Adams retumba en todo el lugar.

Sus manos se posicionan en la curva de mi espalda.

–Sube las tuyas a mis hombros. –Indica. Lo hago; enlazo mis manos detrás de su nuca. La música tiene un ritmo romántico, un típico clásico que bailan los enamorados. Y si bien, es demasiado cursi, me encanta la situación en la que estamos. Porque mientras nos movemos lentamente, me olvido de que mi familia está mirando, de Peter y de esa vocecita en mi cabeza que me repite que tal vez esté cometiendo un error al dejarlo tenerme en la palma de su mano.

Los demás, a nuestro alrededor, bailan de la misma manera. Y las luces de colores nos iluminan para contribuir al armado del ambiente. Se genera un atmósfera mágica. O aunque sea yo siento como si estuviera bailando en el aire.

Sin querer, lo piso. Hace una mueca y suelto una risita.

La luz hace que sus ojos se vean más brillantes y que sus facciones sean más atractivas. Si eso es posible.

–No sabía que bailabas clásicos. –Me sincero. No es la clase de muchacho que uno imagina danzando una balada para enamorados. Es más, cuando fue su baile de graduación, tanto Peter como él desaparecieron a la hora de bailar los clásicos. Nadie sabía dónde se encontraban. Y tampoco estaban sus citas a la vista. Aparecieron horas más tarde, en el medio de la pista con sus camisas desabrochadas, las corbatas colgando de sus cabezas y haciendo bailes graciosos que los estudiantes alentaban. Todo lo que hacían era motivo de festejo... Aunque fuera la cosa más absurda, tenían a la comunidad estudiantil embobada porque eran los mejores jugadores del equipo de Football americano. Y Zack era el capitán.

En fin, jamás lo vi bailar de esta forma con nadie.

Él se encoge de hombros, alzando también mis brazos con ese movimiento.

–No sabes muchas cosas de mi.

–Eso es imposible, te he soportado desde que tengo uso de razón así que te conozco más de lo que crees.

–Entonces dime, sabelotodo...- Arrugo mi rostro, él sonríe por eso.-...¿Sabías que bailo las Spice girls cuando estoy solo en mi habitación?

Lo contemplo un momento, esperando que me diga que es mentira. Como no lo hace, me echo a reír.

Bésame, ódiameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora