El Empresario

Capítulo XI

Durante todo este tiempo me he dado cuenta de lo afortunado que soy de tener a Mateo conmigo. Mi hijo se convirtió de la noche a la mañana, en la primera persona más importante después de su madre. Sé claramente que me perdí muchas cosas al no estar en los momentos más importantes de Alexia, pero ahora que están en mi vida, simplemente no puedo dejarlos a la deriva.

Comprendo perfectamente que ella olvidó lo que sucedió y ahora, la hago pasar por mi esposa, y aunque me cueste aceptarlo, ella no me ha perdonado que la haya dejado sola durante tanto tiempo y debo vivir con la idea de que soy el hombre que ella ama, pero también quien la atormenta.

Hace unos días hubo una especie de atentado. Solo el personal de confianza sabe exactamente que pasó y en eso, también estoy incluido yo. Más que todo porque fui la persona encargada de realizar dicho llamado de atención.

—Necesitamos mantener esto que pasó en secreto —la voz de Luk me hace verlo—. Nadie se puede enterar de que estamos ligados con la mafia.

Estamos en la habitación tratando de hablar sobre los últimos detalles de las personas que están tratando de sacar del medio a Alexia.

—Para empezar, los únicos que no están implicados en esto son mis padres, mis tíos y Antonella —interviene Luk.

—Buscar un lugar donde meter a esa persona y un médico me hace cómplice —habla con diversión Anto.

—De todos ustedes, el que peor lleva las situaciones, soy yo. Ahora falta que termine preso —suspiro fingiendo indignación.

—Iremos a visitarte a la prisión —dicen los dos al unísono y nos echamos a reír.

Honestamente no me importaría ir a la cárcel. No tengo a nadie a quien le importe y la chica que amo, me deja en visto con mi amor.

Me retracto, tengo a mi hijo. Así que no puedo ir simplemente a la cárcel porque Mateo se quedaría sin padre.

—Tengo entendido que la darán de alta mañana —se levanta de la cama—. Ni una palabra de lo que sucedió durante estos últimos días.

—¿También debemos omitir algunas cosas que sucedieron en los últimos dos años? —pregunta Antonella, entregándonos unas cosas.

—¿Qué más podemos omitir? Todo lo que hice fue buscarla y hacerme paso en la mafia —la miro seriamente.

—Tal vez el hecho de que estás metido en la mafia. Recuerda que cuando ustedes se dejaron, tú ahí no estabas —sonríe obvia—. La herencia de su familia está en esos pendrives —la miro sin entender—. Tyler cuando regrese de su viaje, les explicara más a fondo, pero lo que deben saber es que me acabo de enterar de que ella es la futura reina de Finlandia y princesa de Alemania. Al parecer, el príncipe de esa nación renunció al trono y al no haber más herederos, recae en su prima. Hay mucho más dinero en Alemania y eso, al traidor no le gusta.

—No entiendo —interviene Luk—. Ella es heredera al trono finlandés, ¿qué tiene que ver ahora todo esto? Ni siquiera hay reyes en Alemania ahora mismo.

—La madre de Alexia es la prima del rey Alaric de Alemania y la reina Amaya de Suecia. Hace unos años, de acuerdo con la historia de esos países, la reina Amaya debía tomar posesión de la corona finlandesa, pero renuncio a ella dejando a Katherine, madre de Alexia, como reina de ese país —nos mira suplicante para que no sigamos preguntando—. No sé cómo sucedió todo eso, pero mi padre tuvo un amorío con la reina de ese país y me confirmó sobre lo de la madre de Alexia. El problema aquí es que debe tomar su lugar como princesa de Alemania mientras se prepara para ser reina de Finlandia.

Trago grueso y me muerdo la lengua para no abrir la boca. ¿Entonces Mateo también sería un príncipe? No entiendo muchas cosas de la nobleza, pero claramente sé qué yo no podría encajar en ese mundo.