CAPITULO UNICO

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-Richard, ya no podemos seguir haciendo esto-

Le dice Álvaro a su compañero, mientras esta en su regazo, tratando de resistirse a la tentación que le mostraba su compañero.

- ¿Por qué? Si sabes que soy el único que puede ayudarte-

Fidalgo trato de seguir resistiendo, pero termino tomando la mano donde Richard se había hecho una herida. Acerco la herida a su boca, primero pasando su lengua, captando algo de ese valioso liquido rojo, bajo la atenta mirada de Richard. Álvaro soltó un sonido de satisfacción cuando por fin su hambre y su sed fueron un poco saciadas.

Richard sonrió satisfecho, de provocar esa reacción en su compañero cuando le ofreció por lo que tanto negaba, pero al mismo tiempo necesitaba tanto.

Hasta hace unos meses el paraguayo se habría reído de que cualquier persona que pensara que criaturas como vampiros existieran, pero era así, existían y eran muy diferentes a lo que las películas querían venderte.

No eran criaturas que solo se guiaban por su sed de sangre o que se hicieran polvo bajo el sol, por suerte, tampoco brillaban como muchas chicas hubiesen deseado. Si eran personas inmortales y tenían habilidades que rebasaban totalmente a las humanas. Pero también tenían toda una sociedad y jerarquía para vivir en paz con las personas comunes.

Richard sabía muy poco sobre esto, de lo poco que le ha explicado Álvaro. Sabe que existen dos tipos de vampiros, los que nacen así por generaciones, que son los sangre pura, y los que son convertidos.

Por eso Álvaro siempre evitaba morderlo o causarle cualquier herida con sus colmillos que pudiera provocar que el veneno entre en sus venas y no haya vuelta atrás.

Desde que se entero de este gran secreto de parte de su compañero, Fidalgo le confeso a Richard que su control era perfecto y solo lo perdía un poco con su sangre, pero que nunca le haría daño y que era normal tabletas que imitaban el efecto de tomar sangre en los vampiros.

Pero pronto el paraguayo noto que eso ultimo no era cierto. Su compañero cada vez se estaba poniendo débil y su rendimiento no era el mismo. Descubrió que eso era un efecto muy raro entre esas criaturas, una sangre que les es tan atrayente que no pueden consumir ninguna otra cosa.

Para ayudarlo, Richard ofreció su propia sangre, no podía ver como su compañero se iba perdiendo y enfermando, pero siempre Fidalgo terminaba rechazándolo.

Al no aguantar ver mas el sufrimiento del español, una vez que estuvieron solos en los vestidores y estuvo seguro que nadie los interrumpiría pronto. Con una pequeña navaja, un corte y que el vampiro había alcanzado su limite de resistencia. Álvaro por fin cedió y fue la primera vez que tomo de él.

Desde ese momento se hizo algo común entre los dos americanistas, Fidalgo trataría de contener hasta no poder su sed de sangre, hasta que cedía a Richard y por fin calmaba sus impulsos.

Richard siempre se preguntaría porque su sangre había sido quien había descontrolado los impulsos mas oscuros y posesivos en el español que era un sangre pura. Estaba seguro que alguien como él, con su poder, podría tener la sangre de quien quisiera. Pero era su sangre la única que ansiaba y lo calmaba.

Y aunque el paraguayo aceptaba que no le gustaba ver sufrir a su compañero por resistir lo mas que se puede la sed para que él no se lastime constantemente. Hay algo muy en el fondo en él que era posesivo, le encantaba saber que Álvaro solo era suyo.

Fidalgo por fin se separo del brazo de Richard y oculto su rostro en el cuello de este. Richard presiono el cuerpo del otro un poco mas cerca de él, si eso era posible. Estaba algo preocupado, pues esta vez había bebido menos y sabia que eso puede ser contraproducente.

-Lo necesitas, puedes tomar más-

-No podemos seguir con esto Richard, solo te lastimo y no obtienes nada a cambio, si pierdes mucha sangre también te veras afectado-

Richard sabía que si hacia eso, Álvaro no tendría otra salida. Si para evitar eso tenía que poner su brazo herido sobre sus labios a la fuerza lo haría. Pero al ver la herida del brazo noto que esta ya estaba empezando a curarse.

Estaba decidido a refutar lo dicho por el español, pero al ver el rostro del otro, su mirada se concentro en la poca sangre que se había escapado de su boca, era una gota que comenzaba a deslizarse y sin poder detener su impulso, lamio la gota de sangre perdida y luego unió sus labios con el otro.

Entre el beso y noto que el español trataba de no lastimarlo con sus colmillos, hasta que se separaron del beso. Fidalgo mordió su propio labio para tratar de recuperar el control sobre su sed de sangre. Richard sabía que lo lograría, porque ya había sido testigo muchas veces de como este si tenia un control casi impecable.

-No pienses en mi seguridad, piensa en la tuya, sabes que puedes tener toda mi sangre-

-No, no soporto hacerte daño-

Álvaro cambio su mirada a una indiferente, eso enojaba y entristecía a Richard, porque esa mirada era para las demás personas, no para él. Con los demás escondía sus sentimientos y emociones, pero desde que comenzó esto no lo hacía con él y esperaba que esto no era una señal que empezaría a hacerlo.

Pero es que era un simple humano, débil que se lastimaba fácilmente. Si fuera un vampiro o hubiera nacido como una al igual que Álvaro, Richard podría estar a con él y darle su sangre sin que el otro tenga miedo de que lo haya hecho llegar a su límite y lo lastime.

Richard tomo el rostro de Fidalgo y lo acaricio suavemente hasta llegar a sus labios los cuales trazo con la misma suavidad. Sus colmillos aun estaban a la vista.

- ¿Sabe bien? –

-Sí, es porque es tu sangre Richard y tú siempre me sabrás bien-

Richard esta sorprendido que esta vez el español no trate de poner de nuevo una barrera entre ellos como siempre hace, siempre quiere distancia de él, pero eso no detiene los avances de Richard.

- ¿Quieres más? –

Mostro su brazo donde su herida otra vez estaba abierta. Los ojos de Fidalgo empezaron a tonarse rojos y venas negras aparecieron debajo de sus ojos. Esa era la única respuesta que necesitaba el paraguayo.

-No Richard, tienes que parar con estos juegos-

Antes que Álvaro pudiera alejarse de él, otra vez tomo su rostro y recorrió sus labios, pero esta vez con sus dedos acaricio las puntas de sus colmillos lo que hizo que recibiera un gruñido de advertencia.

Solo necesitaba presionar levemente y eso seria suficiente, el veneno entraría en él y se transformaría. Era muy tentador.

-Esta bien, lo siento-

Richard resignado se alejo de sus colmillos, y mejor guio el rostro de Fidalgo para que pudiera besarlo, ahora mas lentamente y tratando de transmitirle todo su amor.

Sabe que, si hubiera continuado con esa idea, Álvaro nunca se lo perdonaría a sí mismo y nunca lo torturaría de esa manera. Porque así es como amaba Fidalgo, demostrando cuanto atesoraba su humanidad y que no quería que se fuera para que se volviera un monstruo como él.

Pero eso solo hacía que Richard se enamorara más de Fidalgo, porque soportaba ese profundo deseo por su sangre para no transformarlo. Por eso su deseo de ser igual que él y pasar la eternidad juntos también aumentaba.

¿SABE BIEN?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora