Tras un lapso considerable, finalmente he decidido actualizar esta plataforma. He tomado la iniciativa de revisar y mejorar todo el contenido existente, con la aspiración de hacerlo más atractivo y cautivador, siempre y cuando la pereza no se interponga en mi camino. Además, confío en contar con la valiosa orientación y ayuda de aquellos dispuestos a colaborar en este proceso.
ire ACTUALIZANDO POCO A POCO
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------[Cortejo de Bienvenida Real]
El suave susurro de la brisa matutina acariciaba las cortinas semiabiertas de la habitación compartida, permitiendo que los primeros destellos dorados del sol se filtraran con delicadeza en la estancia. El cantar de las aves en la mañana, impregnado con la promesa de un nuevo día, se veía interrumpido por el sutil pero enérgico tintineo que resonaba de puerta en puerta, anunciando el inicio de una jornada más en el Palacio de Eldoria.
La joven de cabello rubio ceniza ya había despertado al sonido de la campana, preparándose con diligencia para enfrentar las responsabilidades del día. Por otro lado, la joven de cabello castaño, conocida por su resistente y profundo sueño, optó por ignorar temporalmente el llamado de la campana. Aunque esta ya había sonado hace un rato, su compañera, comprensiva como siempre, decidió permitirle unos minutos adicionales de descanso antes de interrumpir su sueño.
Cuando finalmente llegó el momento de despertar a la joven de cabello castaño, su compañera se acercó con delicadeza y la llamó por su nombre, agitándola suavemente
Tintineo
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"Amelia..."
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"Amelia"
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"AMELIA!"
La peli castaña se sobresaltó ante el tono de voz elevado de su compañera, lo que la llevó a estallar en una expresión de frustración y protesta, mostrando su resistencia a levantarse.— ¡AGH, maldición, Sinclair, solo cinco minutos más! — exclamó Amelia con un tono de voz entrecortado por la desesperación y el letargo, mientras se aferraba con fuerza a las sábanas como si pudiera encontrar refugio en ellas.
— Sé que te gustaría quedarte un poco más en la cama, pero ya han pasado más de cinco minutos — respondió Sinclair con suavidad. — Es hora de empezar el día; tenemos mucho por hacer —
Amelia, todavía somnolienta y algo a turdida, se incorporó lentamente, luchando contra la resistencia de su propio cuerpo al movimiento. Con gestos torpes y desganados, comenzó a prepararse para las labores del día, mientras Sinclair, con habilidad y cuidado, la ayudaba a vestirse y acomodarse.
— Te agradezco por aguantarme, Sinclair — dijo Amelia, reconociendo con un deje de gratitud la paciencia de su compañera. — Supongo que puedo ir comenzando a dar la introducción, ¿no? — añadió, intentando disimular su ligera incomodidad ante el despertar repentino.Elara asintió con una sonrisa tranquila, aunque sus ojos a veces involuntariamente reflejaban cierta perplejidad ante las idiosincrasias de su compañera.
— Adelante, Amelia, estaré atenta — respondió serenamente, mostrando una aceptación comprensiva. Aunque aún le resultaba intrigante adaptarse a las excentricidades de su compañera, estaba dispuesta a acompañarla y seguirle el juego en sus conversaciones, que parecían estar dirigidas a una audiencia invisible, aunque presente solo en la mente de Amelia aparentemente.
— Bien, empecemos de nuevo — comentó Amelia, dirigiéndose a la "audiencia" que solo ella podía ver. Elara, desde su perspectiva, observaba cómo su compañera hablaba hacia una pared aparentemente vacía, preguntándose en silencio qué era lo que veía Amelia en ese espacio inerte.𝐏.𝐎.𝐕 𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈𝐀 𝐍𝐎𝐌𝐀𝐍𝐃
— Voy al grano, ¿les parece? — preguntaste con una mirada directa hacia la audiencia— Empecemos por lo básico: el ImperioEldoria, un reino misterioso y antiguo envuelto en leyendas y secretos desdetiempos inmemoriales. Está situado en la región central del vasto continente deAdalind, conocido por su exuberante belleza natural y arquitectura majestuosa ybla bla bla... La familia imperial que sentó las bases en este país, bueno, yasaben, lo típico de un país poderoso en riquezas, magia, etcétera, y que hagobernado el imperio de Eldoria durante mucho tiempo... Ya saben, lo quenormalmente se ve al inicio de un manhwa de este tipo de géneros —
— Oh, y ella es Elara Sinclair — dije de forma breve, señalando hacia el lado donde estaba mi compañera, justo a mi lado mientras caminamos. — Podría decirse que es como mi ángel guardián, siempre pendiente de las cosas importantes, como recordarme nombres y mantenerme centrada —
Elara, con su sonrisa habitual, respondía hacia la dirección donde yo los saludaba. Me resultaba gratificante ver lo acostumbrada que estaba a mis charlas extrañas y cómo continuaba siguiendo el juego a pesar de todo el tiempo que llevaba haciéndolo. Aunque no entendiera del todo a quién o qué le estoy hablando, se sumaba al juego sin hacer muchas preguntas o siquiera cuestionármelo, como suele hacerlo.
Mientras me dirigía a ustedes, Elara realizaba un gesto elegante con su mano y su sonrisa se volvía más radiante. — ¡Hola a todos! — exclamaba, siguiéndome el juego como de costumbre. — Es un placer volverlos a saludar, aunque no estoy exactamente segura de con quién estoy hablando o dónde debería mirar — agregaba con un leve toque de humor. Su actitud dejaba claro que estaba familiarizada con mis "esquizofrénicas" conversaciones unipersonales que tenía y que, de alguna manera, se las había contagiado. nos mezclamos con el grupo de las demás sirvientas, que ya estaban alineadas en fila, como era la costumbre matutina. Para mí, esto era más bien una rutina predecible, pero intentaba abordarla con una dosis de amabilidad, aunque mi entusiasmo fuera mínimo.
— Buenos días — saludé vagamente al grupo, sin siquiera molestarme en recordar sus nombres.
Elara, siempre meticulosa y atenta, se adelantó a las respuestas de las demás. — Buenos días, Lily, Matilda, ¿Cómo están ustedes esta mañana? —
Debo admitir que la memoria fotográfica de Elara era una ventaja evidente en este tipo de situaciones, o tal vez un poco conveniente, si se me permite el comentario. No es que no quisiera hacer el intento de recordar los nombres de todas, pero, ¿por qué demonios tienen nombres y apellidos tan complicados? Ugh... Aunque, debo decir, me alegra que Elara sea consciente de mi incapacidad para recordarlos. Aunque, a veces, me fastidia no tener una memoria tan prodigiosa como la suya, ¿para qué molestarse en recordar nombres cuando tengo una compañera tan conveniente con una memoria fotográfica tan impresionante?
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El Enigma de la Prosopagnosia: El Rostro Oculto de la Figurante
FanficEn esta cautivadora historia, nos adentramos en el intrigante fenómeno de un «Transespectador», un ser humano real que se encuentra atrapado en el tejido de una narrativa ficticia. Es una situación inexplicable y difícil de asimilar, desafiando los...