Capítulo VII➢

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Paso una semana desde que Ana me propuso ese contrato. No volví al trabajo, no quería verla. Siempre soñé con casarme y que sea especial pero, casarme por un contrato y exponer a mi hija a alguien que a duras penas conocia. Mi Luna era pequeña y no quiero que se encariñe con ella, no le puedo hacer esto a mi hija. No podía aceptar su propuesta, venderme a una mujer durante un año sólo por una herencia.

Estaba metida en mis pensamientos sentada en el parque viendo jugar a mi pequeña. Necesitaba buscar trabajo, mis ahorros se estaban acabando, y tenía que pagar el alquiler del departamento. Pronto ya no tendríamos ni para comer. Hasta que mi pequeña me saco de mis pensamientos

-Mamá, me duele-dijo ella con sus ojos cristalinos

- Que pasa mi pequeña - la toque y estaba ardiendo en fiebre, justo cuando ella iba a responder de desmayo en mis brazos

-Luna, princesa que tienes amor -rápidamente la lleve al hospital

-¡Ayúdenme por favor!! Mi bebé-dije entre en llanto

Rápidamente se la llevaron de emergencia y yo me quedé afuera, llorando por mi pequeña

¡¡Dios, por favor que no sea nada grave!!

-Doctor, que pasó que tiene mi pequeña

-Usted es?

-Soy la madre de Luna Rocha

-Señora Rocha, lamentó decirle que la pequeña tiene leucemia y hay que empezar hacerle la quimioterapia, de lo contrario se va complicar -eso fue como un balde de agua fría, escuchar al doctor, podría perder a mi bebé, mi princesa que sólo empieza a vivir con 3 añitos. A parte escuchar la cantidad de dinero que se necesitaba para empezar la quimioterapia.

- La pequeña se va quedar internada ya le administraron antibióticos para bajar la fiebre, si gusta puede pasar a verla esta inconsciente todavía, pero es por el medicamento no se preocupe.

Entre al cuarto donde estaba mi pequeña durmiendo como el angelito que es. No aguante y lloré al verla ahí. Mi pequeña, mi tesoro, estaba sufriendo y yo no me di cuenta. Podía perder a mi hija. Tomé sus pequeñas manitas y le di besos en su frente.

No no podía perder a mi bebé, ella es mi roca en este mundo de mierda. Ella no tiene la culpa, ella no se merece esta vida.

-Mi pequeña no te voy a dejar mi amor, voy hacer todo, lo que sea por ti. No me importa humillarme, pedir de rodillas, hasta besar los pies de alguien. Pero lo único que me importa eres tú mi amor, no te quiero perder y como sea cueste lo que cueste te voy a sacar de esto princesa. Te lo prometo princesa te vas a recuperar y vamos a salir de esta. Te amo mi niña.

Limpie mis lágrimas le di un beso y salí del hospital. Decidida a humillarme sólo por mi hija.

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-Permiso Licenciada Melgar, hay una señorita que la busca -dijo mi secretaria

-Pues dile que no tengo tiempo

- Dice que es urgente.....

-Pues dile que no quiero hablar con nadie

- Si Licenciada

Al poco rato se abrió la puerta de golpe y ahí estaba parada Alejandra con los ojos rojos y sus ojos cristalinos

- Lo siento Licenciada trate de detenerla- dijo mi secretaria

- Si, Lola tranquila déjame a solas con ella y que nadie nos moleste

-Permiso -mi secretaria salió dejándome sola con ella

-Acepto, haz conmigo lo que quieras, casemonos finjamos ser una familia -dijo con lágrimas por sus mejillas- sólo te pido un favor a cambio

- Ok, dime que quieres

-Solo quiero que ayudes a mi hija

- Que quieres decir?

-Tiene leucemia, y no me alcanza el dinero para los gastos médicos y la quimioterapia -rompió en llanto cuando dijo eso, me partió el alma verla así, ofreciéndose sólo para salvar a su hija.

Esta mujer es capaz de hacer cualquier cosa por su pequeña.

No aguante más y la abrace, ella se aferró a mi como si fuera su salvavidas.

-Por favor ayúdame- me suplico

- Ey shuuu tranquila, yo voy a pagar todo su tratamiento

-Gracias, quieres que firme el contrato ya

- No hablemos de eso sí. Mejor ve a descansar le diré a Marcos que te lleve. Yo me voy a encargar de todo si.

-Gracias

Marcos la llevo a su departamento y le dije que se encargue de todos los gatos de la pequeña y que tenga la mejor atención y cuidado. No importa la cantidad.

Desde ahora me voy a encargar de ambas Alejandra no se merece esto. Me parte el alma verla sufrir y lo poco que se de ella y que la conozco, la admiro porque es una gran madre y esta sufriendo demasiado. Voy a tratar de ayudarla en todo lo que necesite.

Contrato Familiar {Ale y Ana} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora