Sergio abrió la puerta de casa y salió corriendo a lo largo de la calle. Sintió un alivio, un peso que dejaba de estar sobre sus hombros, cuando llegó al final y vio a Raquel caminando por la calle de su derecha.
—¡Raquel! –Sergio esperó unos segundos, mientras ella lo miraba, tratando de averiguar si ahora ella accedería a hablar con él.
—¡Déjalo! –Hizo una pausa, mirándolo, antes de continuar hablando–. ¡Ya me ha quedado claro que no querías hablar!
Sin decir nada más, le dio la espalda y continuó caminando con pasos acelerados.
—¡Espera!
Sergio fue consciente de que, si daban un par de gritos más, los vecinos no tardarían en asomarse a las ventanas a ver la escena, así que decidió correr un poco más y alcanzarla, agarrando su brazo para hacerla parar, ya que ella había ignorado su última petición.
—¿Qué? –Respondió cuando lo miró a los ojos, dejándole ver los suyos cristalinos, llenos de decepción y lágrimas, aunque no sabía muy bien si sentía decepción por ella misma, o por Sergio. Quizá era lo primero, aunque también era verdad que nunca hubiera esperado que Sergio le cerrase la puerta en la cara.
—Me he precipitado hablándote así, lo siento. Pero entiéndeme, no me esperaba tampoco tu visita y... He actuado mal, tendría que haberte escuchado al menos.
Raquel lo miró, sin saber que decir, sin saber siquiera qué era lo que quería decirle ahora.
—Por favor vamos a volver y hablamos de lo que sea que hayas venido a hablar. –Insistió él.
Por un momento pensó en qué hacía rogándole a la mujer que lo había engañado durante tanto tiempo, pero, cuando se trataba de ella, ni siquiera él mismo sabía lo que hacía. Una voz en su interior le decía que tenía que dejar de rogarle a una persona que solo había jugado con él – ¿era la voz de su hermano?– pero algo le impedía sentir desprecio por ella y ni siquiera él sabía si era el recuerdo de la historia que vivieron o la esperanza de que esa historia no hubiera llegado a su fin.
—Mira no, quizá es mejor así. –Esta vez fue él quién se sorprendió ante el cambio de tono de ella–. Te agradezco que no me hayas dejado pasar porque esta conversación habría sido mucho más larga de lo que debería. He venido a pedirte perdón, solo es eso. Sergio, siento mucho si te has sentido engañado, si has sentido que he jugado contigo o si no te he dicho toda la verdad.
—A ver, eso no es exactamente así...
—Déjame terminar. –Interrumpió ella–. Sí, es exactamente así. Desde el primer momento debería haber sido yo quién pusiera distancia, pero no lo hice. Las cosas han pasado como han pasado y ya no podemos arreglarlo, pero si puedo pedirte perdón.
Sergio se quedó en silencio sin saber cómo reaccionar ante aquellas palabras. Sergio se puso una coraza a su alrededor ante el tono frío y cortante de Raquel. Él se había disculpado, no había motivo por el cual ella tuviese que actuar así.
—Yo no quiero un perdón que no sientes, Raquel. –Sergió se enfadó consigo mismo cuando notó su voz quebrarse, pero tampoco pudo evitarlo.
—Sergio...
—No, Raquel, de verdad. –Se aclaró la garganta–. Mira, no quiero escuchar que te arrepientes de todo, que estás muy bien con tu marido o cualquier cosa que vayas a utilizar para excusarte. –Quizás aquellas palabras no fueron las más acertadas, pero tampoco supo cómo explicar la vorágine de sentimientos que tenía dentro.
—¿Para excusarme? –Raquel rió sarcástica–. El hecho de tener a otra persona no me excusa de nada, lo sabes perfectamente. Pero, a parte de las gilipolleces que estés pensando en soltar por la boca, venía a pedirte perdón por haberte metido en mitad de todo esto. –Raquel suspiró cansada antes de seguir hablando–. No me arrepiento de lo que ha pasado entre nosotros, no podría hacerlo cuando me has hecho sentirme completa y feliz sin intentarlo. Pero eso no quita que esto no haya sido una buena idea.
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Blank Space |AU|
FanfictionTras la muerte del marido de su amiga Alicia, Raquel Murillo decide que necesitan salir de Madrid. ¿El destino? Un pueblo de Girona en el que Raquel veraneaba con sus padres hace años. Sergio Marquina y su hermano Andrés dirigen un hotel en ese pu...