❝ Secrets ❞
╰┈➤ Laurent Thomas llegó a esa misteriosa escuela, donde todo el mundo sabe que los que entran ahí son unos extraños
—¿En serio? ¿Vas a ir a esa escuela? —exclamó su amiga, sorprendida.
Laurent desvió la mirada hacia el suelo, visiblemente afectada desde que su madre le había dado la noticia. Se preguntaba si su madre no había escuchado nada sobre la reputación de la escuela.
Suspiró.
—Lo sé, pero no tengo otra opción. —Dirigió su mirada hacia el uniforme nuevo colgado en su armario, con gesto de desagrado, antes de volver la mirada hacia Juliana.
Juliana se acercó a ella con una seriedad que desconcertó a Laurent, haciéndola alejar la cabeza.
—¿Te das cuenta quiénes asisten a esa escuela, verdad? —Juliana meneó la cabeza con seriedad, pareciendo reflexionar.
Laurent tuvo que resistirse a negar con la cabeza ante la mirada de su amiga. No le importaba tanto asistir a esa escuela como le preocupaba que los rumores fueran ciertos. Aunque los rumores fueran verdad, no le importaba; sin embargo, sentía temor por quiénes podrían ser sus compañeros. Se sintió un poco avergonzada al darse cuenta de que nunca antes había prestado atención a la escuela. Laurent no tenía idea de si los rumores eran ciertos.
—... ¿Laurent? —Juliana la llamó preocupada.
Sobresaltada, Laurent volteó a ver a su amiga moviendo una mano delante de su rostro, intentando llamar su atención.
Riendo un poco y sonrojada, se disculpó con Juliana.
—No creo que hayas escuchado lo que dije... —Laurent se disculpó rápidamente—. En realidad, estaba hablando sobre el chico del otro día.
Observó cómo Juliana se recostaba en el sillón de su habitación y se le unió para continuar la conversación.
—¿Dylan? —preguntó Laurent. Juliana asintió con una sonrisa enamorada. Laurent rió suavemente ante el rubor que aparecía en las mejillas de su amiga.
Juliana se acomodó en el sillón y miró a su amiga.
—Por cierto, quiero saber cómo tu mamá te dio la noticia. —Rió suavemente antes de escuchar atentamente a Laurent.
—Bueno...
***
FlashbackLaurent salió de la escuela junto a Juliana, quien la acompañaba hasta su casa, ya que estaban cerca. Reconoció la entrada de su hogar y se despidió de su amiga con un gesto amistoso.
— ¡Nos vemos, Juli!
Unos pasos detrás de ella la hicieron girar la cabeza.
—Necesito hablar contigo, Laurent.
Laurent frunció el ceño al escuchar su nombre completo, usualmente su madre la llamaba "Lau". A pesar de la incomodidad, asintió y siguió a su madre hasta el sofá en la sala de estar.
Se sentó a su lado, nerviosa por lo que pudiera venir. ¿Sería una reprimenda eterna o algo peor?
—Creo que... —Comenzó su madre, pero Laurent la interrumpió en un arranque impulsivo.
—¡Lo siento mucho, no lo volveré a hacer! No debería haberme comido el resto de helado.
Su madre guardó silencio y Laurent supo que no iba por ese camino.
Mordiéndose el labio, se disculpó avergonzada.
Su madre carraspeó antes de continuar.
—Entonces, fuiste tú —murmuró más para sí misma que para Laurent, quien desvió la mirada avergonzada, pues le había mentido a su madre culpando a su padre—. Bueno, como iba diciendo...
Sarah tomó las manos de su hija y le ofreció una pequeña sonrisa, buscando su mirada. Laurent se sentía cada vez más nerviosa, notando cómo sus manos comenzaban a sudar. Evitando el contacto visual, su madre soltó una leve risa.
—... ¿Conoces la escuela que está al lado de la tuya, no? —Casi olvidaba ese detalle, asintió levemente—. A partir de ahora, asistirás allí, Laurent.
Laurent miró incrédula a su madre, quien optó por sonreír en lugar de explicar. A pesar de querer preguntar y reclamar, decidió aceptar la decisión, consciente del esfuerzo de sus padres por conseguir trabajo y mantener a la familia. Así, le dedicó una pequeña sonrisa a su madre y continuó la conversación hasta irse a la cama.
ESTÁS LEYENDO
Secrets
Teen FictionLaurent se siente extraña en su nueva escuela, no parece encajar allí y la miran como el bicho raro. Ella ha escuchado rumores sobre la escuela, sin embargo, ¿estará dispuesta a descubrir la verdad detrás de esos simples rumores? Acompaña a Laurent...