—¿Qué mierda quieres aquí?
Jimin tuvo que contener la respiración para darse la fuerza de continuar con lo que tanto se debatió hacer desde que acabó la hora del almuerzo.
Pararse delante de la pequeña puerta del ático. Aunque dejó de mirar al frente cuando Yoongi la abrió, todavía no había reunido el valor suficiente para darle la cara.
—Porque si es para enseñarte a tocar piano, estás loco si-
—Solo —lo interrumpió Jimin, cerrando los ojos por un instante y tomando aire otra vez—, solo vine a disculparme, ¿de acuerdo?
Listo, lo hizo. Nadie lo podía llamar cobarde ahora.
—¿Qué?
Sin embargo, Yoongi lo miró como si le hubiera dicho que el fin del mundo estaba cerca. De hecho, para él eso hubiese sido más creíble que lo había escuchado de su parte.
—No te lo voy a repetir —le dijo Jimin entre dientes—. Ya está hecho, me voy.
—Espera.
Resopló. Sí, no había sido buena idea venir en primer lugar. Pero entre los constantes reclamos de Taehyung a la salida de la escuela y su propia conciencia zumbándole la cabeza, no podía más con ese sentimiento de culpa que revolvía su estómago.
Porque hasta él mismo reconocía que no debió actuar de esa forma. No ahora que Yoongi por fin parecía tratarlo de manera decente.
Aunque a veces... eso también era demasiado.
—¿Por qué te estás disculpando?
Jimin arrugó su frente con confusión ante su pregunta.
— ¿No crees que debía haberlo hecho?
—Nunca dije que no —se lo aclaró Yoongi—. Solo quiero saber la razón exacta de tu disculpa. Porque fue tan jodidamente extraño que lo hicieras.
—¿Disculparme?
—No. —Su rostro se contrajo un poco—. Bueno, sí, eso también, pero me refiero más a que... no había ningún motivo para que te molestaras así desde el principio.
Jimin suspiró.
—Ya te expliqué, mucha presión.
—¿Presión mía? —Yoongi volvió a insistir—. ¿Fui duro contigo?
Jimin se avergonzó de pronto por los miles de pensamientos que se le cruzaron por la mente.
—Porque es raro. —Ahora parecía que Yoongi estuviera hablando consigo mismo—. Jungkook nunca se quejó de que lo fuera.
Y la vergüenza de Jimin se convirtió en enojo en un dos por tres.
—¿A Jungkook también lo has tocado así?
Sí, debía detener estos arranques de hostilidad cuando las emociones fuertes lo cegaban, él siempre había planeado cada palabra que decía, en cambio ahora su boca quería manejarse por su propia cuenta. Y eso es peligroso, muy peligroso.
Yoongi, por su lado, frunció más el ceño hasta que después de unos segundos, su expresión se relajó.
—Ya entiendo... te molestó que te tocara.
—No me molestó que me tocaras, lo puedes seguir haciendo. —Nuevamente, Jimin cerró los ojos con fuerza al ser consciente de lo que dijo—. E-es decir, no te lo estoy pidiendo. —Pese a su tartamudeo, volvió a enfocar su mirada y enderezó su espalda con falsa estabilidad—. Solo que a veces supongo que es necesario, pero no deberías hacerlo si no es... necesario... —Se le escapa un suspiro—. Adiós.
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Alianza Equivocada | yoonmin
FanfictionLo único que unía a Yoongi con Jimin era su mutuo desagrado y que se fijaran en las personas equivocadas. ¿O... habría algo más? ••• ©Historia original. Prohibida su copia y/o adaptación. También puedes leer este fanfic a través de AO3: nexermind.