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Traición y decepción, son vicisitudes con la que Miles se ve muy emparentado en este instante.

El tiempo se ralentiza, distinguiendo fijamente hacia donde descuella el ultimo grano de pintura pulcra en el techo, tintinea la luz adyacente en la alfombra entapizada a un lado, reflejando por momentos destellos de irradiación.

Sus manos inmovilizadas se contraen ante cualquier contorsión indeliberada de sus antebrazos, ya que estar inerte es lo mejor que puede elegir residir, sino quiere pasarla peor.

Aunque, no es como si pudiera moverse a voluntad si lo deseara...

Para ese punto no queda nada del Morales rebelde, esa versión se pulverizo desde la primera toma de su inocencia.

Miguel olisquea cerca de su oído, captando su atención, y él, solo intenta guardar un poco de dignidad al no crisparse por el acto.

- Mío...

El Alfa afianza sus manos con cuantioso ímpetu en el hueso de su cadera, creando hematomas sombríos en su cutis oscura, y la ansiedad de tener entumecido el cuerpo pasa a segundo plano.

Viene otra sobrecarga fogosa, de esas que le calcinan las entrañas.

- Dilo.

La orden es concisa, pero Miles se hace el loco.

Miguel lo ha moldeado en esos días nefatos, y requerir a la voz de mando le parece por demás ridículo cuando la intimidación es mejor, y él es experto en eso.

Una mano agarro con brusquedad su mentón, los dedos con garras se incrustan en su mandíbula, obligando a ver hacia un solo sitio, esos ojos que no lo han dejado descansar.

- Te di una orden.

Con brevedad detuvo el movimiento de sus pelvis, sin sacar de todo el miembro que arde dentro de sí. El omega se empequeñece más, anhelando que todo eso acabe de una vez.

- Tienes razón...

Miguel no se ve lo suficiente satisfecho con eso.

- ¿Vas a empezar otra vez?

Otra embestida violenta en ese punto justo lo hizo flaquear, y varias partículas de agua se acopiaron en su lagrimar.

- Dilo bien antes de colmar mi poca paciencia.

Miles gruñe de dolencia, a pesar de no ser la primera vez su cuerpo no se adapta de todo. Aun es un cachorro en pleno desarrollo, ni siquiera esta cerca a la mayoría de edad y este Alfa no ha sido para nada piadoso.

- Tienes razón en todo... Alfa...

Se retomo las arremetidas hacia él, y no pudo paralizar los gemidos lastimeros.

No importa cuanto resbaladizo natural genere su intimidad, no es suficiente para la longitud de Miguel.

Es como si la estrechez no piensa dejarlo, a pesar de que ya no es... virgen.

Desea estar en casa, en el nido de su madre, olisqueando las feromonas de sus progenitores, sintiéndose protegido.

Anhela los momentos en los que aun era amigo de Gwen, con esa visita inesperada a su universo. desde que se conocieron un día cualquiera en el colegio, al primer amor que su inexperto corazón aprecio.

Donde todo era mejor, el descubrimiento de otros como él, de que no se encuentra solo.

Pero ser Spiderman es como una maldición.

"Tú eres un error, no perteneces aquí".

Porque ser traicionado por sus propios amigos no debió destruirlo tanto, pero sí que lo hizo.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2023 ⏰

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