Sin Piedad. 1/2

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(PERDÓNNN, somos sargentos, no capitanas.)

Salí de la habitación un rato después, ya lista para la misión. Faltan 15 minutos para partir. Daré lo mejor de mí para que Hassan pueda sufrir, y Alejandro vea la idiotez que cometió al verme la cara.

Llegué al lugar de los helicópteros.
La luna tiene un color especialmente raro hoy. Es un amarillo opaco, casi como si la noche supiera a lo que estábamos apunto de enfrentarnos.

Tomé asiento en una de las sillas de espera; acomodando mi uniforme, poniéndome el casco para tapar mi rostro.
En mi mente solamente corría mi madre y hermana pequeña... ¿estarán bien? La mayoría de mis ganancias van hacia ellas, al menos problemas económicos no tendrán.

En mi mente solamente deseo no cruzarme con Alejandro directamente, mis problemas de ira son difíciles de calmar así que seguro le daría un buen golpe al topármelo.
Para mi suerte, el que llegó primero fue Soap.

– Sargenta, ¿cómo va la mente? – Soap.

– Sabrás que al ser miembros de las fuerzas especiales no estamos muy bien psicológicamente... ahí está tu respuesta. – mencioné en tono sarcástico.

Traté de esconder mis verdaderos sentimientos como una profesional. Mi mente se torna en mi madre y hermana, por un lado también en Alejandro.
Ghost llegó un rato después; con esa mirada cansada y frustrada de siempre. Pobre hombre. Parece querer decir mil cosas y a la vez ninguna... me pregunto quien será ese hombre atrás de "Ghost". Pude escuchar que su nombre es Simón Riley, pero sinceramente mi pregunta se dirige a algo más personal: sus opiniones, personalidad y vida como persona normal, no como un soldado.

Pronto todos estábamos ahí excepto Alejandro. No me sorprendió de ninguna manera, sé que lo más seguro es que esté con El Sin Nombre.
Estando apunto de subir al helicóptero para partir, tomé a Rudy por el hombro, volteándolo hacia mí.

– Rodolfo, ¿tú sabías de lo de El Sin Nombre y Alejandro? – pregunté. Algo me dice que su respuesta será un sí. Él fue el "menos sorprendido" cuando Alejandro nos dijo que la conocía.

– ___... así es. Pero ella nunca fue tan importante para Alejandro. – Rudy.

– Hmm. Rodolfo, eres igual de asqueroso que Alejandro al ocultarme algo así. – Pasé al lado de Rudy, subiendo al helicóptero.

Al parecer Alejandro cambió de planes y se iría en otro helicóptero.

El único asiento disponible en el helicóptero está del lado de Ghost, así que me senté ahí.
Observé por la ventana de al lado como el avión despega y nos lleva hacia la dirección.

– Estamos apunto de crear nuestro infierno propio. – dije al aire, sin acordarme que Ghost estaba al lado mío.

– Cualquier batalla es un infierno en la tierra. Pero los resultados valen la pena. – Ghost.

– Lo valen al menos para el gobierno. Personalmente me importa poco la vida de Hassan o unos misiles. – Se me salió decirlo... pero es la verdad. Sólo estoy en el ejército por suicida, no porque ame a la patria.

Pude escuchar una risa casi inaudible de Ghost, lo que me hizo sobresaltarme un poco. Volteé a verlo rápidamente pero éste ya se había dado la vuelta, mirando hacia otro lado.
Sentí un nudo en la boca del estómago; casi como si el motivo hubiese sido la pequeña risa de Ghost.
¿Lo fue? Vamos, ___. No pienses tonterías, estamos aquí por el trabajo.

Intenté recargar mi rifle pero se quedó atascado por una bala. Jalé la munición, logrando sólo machucarme el dedo.
Me quejé involuntariamente y Ghost volvió a voltear su mirada hacia mí. Tomó mi rifle y lo desatascó.

– Ya casi lo lograba. – dije.

– Seguro que sí. – Ghost.

Pude sentir en ese corto periodo de tiempo en el que compartí asiento con el teniente británico que él en realidad es mucho más que un simple matón... tiene mil cosas para decir y se abstiene a hacerlo.
Su profesionalismo es inigualable, incluso me causa admiración. Es difícil sentir ese sentimiento en mí, más si se trata de un extranjero.

Unos minutos después llegamos a la zona que pronto sería un mar de sangre. Nuestro helicóptero fue el primero en despegar.
Salimos con orden, cada uno en su respectiva posición.

– Pónganse atentos. Rodearemos a Hassan. ¡Hoy lo vamos a capturar! – Rudy.

"¡Vaaamos!" Todos gritamos.

Esperamos el siguiente helicóptero y al llegar, pude ver a Alejandro bajar de él. Evité su mirada y me deslicé, bajando hacia las casas en las que se encuentra Hassan.

Algo más allá. | Call Of Duty / Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora