My Demon || TAEKOOK

♠️012.

Las relaciones amorosas entre ángeles estaban estrictamente prohibidas, pues estos debían permanecer puros. Ya que enamorarse de alguien igual a ti, era signo de pecado. Sin embargo, si un ángel se enamoraba de un humano no corría peligro alguno, pues pasaría a ser un humano ordinario. 

La palabra "romance" no era apta para describir una relación entre un ángel y un demonio. Ese tipo de relación existía cada mil años pero en esta ocasión era la segunda vez que se daba entre un ser mitad ángel y el rey de los infiernos.

Jimin creció con Jungkook, ángeles hermosos y muy obedientes, ambos competían por ver quién hacia mejor su trabajo. Sin embargo, los sentimientos de Jimin poco a poco fueron cambiando, lejos de ver a Jungkook como su hermano lo veía como su destino.

En una ocasión durante su niñez Jungkook empezó a presentar comportamientos extraños y marcas extrañas en su cuerpo.

Jungkook jugando se enojó con Jimin y lo atacó a tal grado de herirlo, Mingyu era su mayor por lo que ordenó que lo encerraran para poder estudiarlo, las alas de Jungkook comenzaban a hacer notar plumas negras y sus ojos cambiaban. Un ser único, extraño y muy poderoso. 

Al tener ambas partes de Leviatán y Vasariah este podía tener un poder inigualable, pero Mingyu sabía que Jungkook debía ser un ángel completamente puro, por lo que se le ocultó su origen. Sin embargo, el hijo al igual que su madre se enamoraron de seres malvados, haciendo despertar al demonio oculto por mucho tiempo.

💀

Jimin se dirigió rápidamente al callejón donde se encontraba aquella situación. Fue difícil para él evadir las nubes negras que Jungkook había formado, pues lo envolvían entre sus deseos más oscuros. Sin embargo, lo logró, encontrándose con una escena completamente lamentable.

Jungkook apuñalaba a Mingyu y Jin con gran fuerza, su mirada de niño inocente no estaba y cada vez las quejas de Min y Jin aumentaban, estaba a punto de matarlos. Mientras tanto, Taehyung estaba solo observando los cometidos de su pequeño demonio.

Jimin pegó un grito que ensordeció por un instante a Jungkook, este lo miró y Jimin se acercó rápidamente impulsándose con sus alas.

—Kookie, dulce y pequeño compañero, por favor regresa.—Dicho esto Jimin incrustó la pluma en el cuerpo de Jungkook, al mismo tiempo que plantó un beso en sus labios, cosa que le podía costar la vida, teniendo a Taehyung de espectador.

—¡MALDITO! ¡SUELTA A MÍ DEMONIO!