Nuestra Principessa. 8°

🔥CAPITULO 14🔥

SIN EDITAR.

Dos meses después…

💜<<{Amelie}>>💜

La tía Arlene me trajo a una isla durante una semana, sin comunicación, solo ella y yo.

¿Debo seguirle diciendo tía o suegra?  Tía, eso será toda mi vida.

Arlene: Principessa, dime la verdad, ¿tú quieres eso? Sabes que yo hago lo que tú me pidas.

Cómo desde que la conocí en aquella camilla.

Amelie: Sí tía, es lo que quiero, lo que deseo más que a nada.

Nadie podría hacerme cambiar de opinión y confío lo suficiente en mi tía para que me ayude y me cubra.

Arlene: Entonces no te preocupes por nada, yo me encargo de todo.

¿Cómo no amarla? Es lo mejor de este mundo, siempre consintiéndonos, aún a sabiendas de que voy a lastimar a sus hijos y sobrinos.

Amelie: No quiero viajar, tengo cosas importantes que hacer.

Se ríe de mí.

Arlene: Te pareces a mí, pero por lo menos yo me tomé dos días.

Hago una mueca.

Puedo liberar dos días, ya solucione todo lo de este mes, solo tengo que ir a algunos lugares…

Amélie: Bien, solo dos días.

💙<<{Adam}>>💙

Una semana después…

Nos dejó.

Y ni siquiera se tomó el tiempo de decírnoslo en el rostro, mando a nuestra tía a contarnos.

¿Cómo pudo hacernos eso después de todo lo que le dijimos en el yate? Después de haberle hecho el amor como nunca lo habíamos hecho antes.

Balam: ¿Nos dejó?

Sí, imbécil, lo hizo.

Aleksander: ¿Se casará?

No me lo recuerdes.

Arlene: Conoció a una mujer que le dio la vuelta a su mundo y se casará mañana, en Finlandia.

Aleksander: Sobre mi cadáver se casará con alguien más.

Arlene: No hagan locuras, armarán una guerra.

Angelo: Qué se arme entonces, pero ella no se casa sin antes darnos una explicación.

Dante: ¿Dónde estuvo toda la semana que desapareció?

Desapareció hace una semana, no pudimos localizarla por ningún lado, incluso Aleksander, Alek y Arlene no pudieron hacerlo.

Arlene: En un pequeño pueblo a las afueras de Tailandia, ahí conoció a su prometida.

Johan: ¿Por qué tú sabes y nosotros no?

Arlene: Nos invitó a sus padres y a mi a la boda, ustedes no están incluidos.

No mames, incluso eso pido hacer y no informarnos que nos dejaba.

Balam: ¿Le hicimos mal?

Alaric: ¿La ama más que a nosotros?

Puta madre, eso no puede ser, es imposible.

Arlene: Lo siento mucho mis niños, pero alguien tenía que decirles para que dejen de buscarla y de destruir la ciudad.

Puede que hayamos destruido algunos edificios y matado a bastante gente.

Aleksander: ¿Lo sientes? —se ríe— no lo sientes en lo más mínimo, te estás divirtiendo con esto, lo estás disfrutando.

Está claro que no lo dice en serio, lo dice desde el dolor.

Arlene: Nunca me divertiría con algo que te haga mal, mocoso inútil.

Alek se tira sobre ella e intenta golpearla, Arlene levanta su cabeza golpeando justo en su nariz, pero él no sale de igual forma sigue intentando golpearla.

Todos esos golpes terminan en el suelo, ya que ella mueve su cabeza.

Luca: ¡Fenrir! ¡Mira a quién estás queriendo golpear, te estás equivocando!

Alexei y Adrien sujetan sus brazos para sacarlo, pero él enreda sus piernas alrededor de su torso y aprieta, ella le pega un codazo en el estómago, no queriendo pegarle en su entrepierna.

La tía Arlene se ríe de Alek cuando la suelta, lo que hace que Fenrir enloquezca más.

Arlene: Se casará y tú no estarás ahí, tienes razón, me divierto mucho, yo misma me encargaré de que no puedan entrar a esa boda.

Él intenta darle con su puño, pero fue medio lento, así que ella aprovecha y le da uno en el pómulo y otro debajo de su barbilla, pero Alek sigue sin caer.

Todo se detiene cuando ella le da tremendo cachetazo que le deja el rostro de lado.

¿Cachetazo? ¿Desde cuándo da de esos?

Amos: ¡Némesis!

Se vuelve a reír y Aleksander cae al suelo de rodillas.

Aleksander: Pendeja.

Arlene: Me amas mocoso, fue por tu bien.

Aleksander: Te mataré.

Y cae inconsciente en el suelo.

Arlene: Sí puede.

Se encoge de hombros.

Dante: ¿Qué le hiciste?

Le dice alterado ya que al zamarrear a Alek este no despierta.

Arlene: Lo droge, no despertara por las próximas —mira su reloj— 6 horas, 20 minutos y 45 segundos.

Adam: Pudiste decirnos que por eso fue la cachetada.

Arlene: ¿Y perderme sus rostros de sorpresa? Ni loca.

Alexei: Ya estás loca madre.

Arlene: Yo los entrené, ¿En donde los deja eso?

Muy buen punto.

No somos normales.

Ni que fuera tan divertido serlo.

Y cómo no lo somos, iremos a esa boda, la interrumpiremos y la traeremos aquí para darle tan duro que esta vez no camine por una semana entera.