Mi Mayor Obsesión (JD Pantoja & Kim Loaiza) [COMPLETA]

Capítulo 13

Hello!!!, primero, no había subido capítulo, ya que no tengo un buen internet que se diga, hasta le pedí la contraseña del internet a mi vecino :(.

Los de la compañía dijeron que lo van a arreglar hasta la otra semana 7-7 y apenas hoy es Jueves :(.

Pero bueno, lo que importa es que les traje un nuevo capítulo :3 , siempre con la ayuda de LauriannysLopez.

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—ABRA AHORA!!! —los policía seguían insistiendo.

—Juan, qué pasa?! —Kimberly estaba preocupada.

—Pase lo que pase... te amo —nos dimos un beso.

Justo entraron la policía, me separaron de Kimberly, yo traté de soltarme, pero era en vano, me pusieron unas esposas.

—Juan!! —Kimberly se me iba a acercar, pero un oficial la detuvo.

—Usted es la señorita Laoiza? —él le preguntó.

—No... —le iba a decir, que no fuera a decir nada, pero los guardias me dieron dos golpes en el estómago.

—Por que? —ella reflejaba miedo en sus ojos.

—Usted fue secuestrada por el joven Pantoja, por lo tanto, usted va a regresar con su familia —otros dos oficiales tomaron de los brazos a Kimberly.

—No... suéltenme!!! —ella forcejeaba —Juan!! —nos vimos por última vez, la sacaron de la habitación y ya no supe nada más.

—Y tú, infeliz!!! —el oficial que habló con Kimberly me volteó a ver —te vas a pudrir en la cárcel, igual que tus padres —él sonrió.

Yo ya lo hubiera matado, si no tuviera a dos infelices sosteniéndome y apuntando con un arma en la cabeza.

—Sufrirás lo mismo que tu padre, llévenselo —me sacaron de ahí.

En la calle habían muchas patrullas, pude ver como metían a mi equipo, Francisco y a Ricardo en ellas. Lo que más llamó mi atención, fue ver al padre de Kim.

—Ese hijo de puta!!! —él se me iba a acercar, pero un oficial lo detuvo —ojalá te maten en la cárcel, maldito infeliz!! —él trataba de soltarse pero siempre era en vano.

Yo buscaba con la mirada a Kim, me metieron a una patrulla y ahora sólo tocaba esperar mi destino... ¿final?.

(....)

Ya en la cárcel, me habían puesto enfrente a la que se encontraban Francisco y Ricardo.

—Cómo mierda se enteraron estos estúpidos de azul?? —golpee con fuerza la pared.

—Recuerda que su familia había retirado la denuncia —habló Ricardo.

—Pero como que algo no cuadra —lo voltee a ver de inmediato.

—De qué hablas? —toda mi atención estaba en él.

—Digo que pudo haber sido alguien de afuera, y no hablo de los Loaiza —los dos nos volteamos a ver.

—Pero quién mierda es?! —solté un suspiro.

—Crees que pudo haber sido.... el hermano del que ayudó a Kimberly? —preguntó Ricardo.

—Qué estupidez dices —yo rodé los ojos.

—Piénsalo, él ayudó a Kimberly a salir, ahora ya no está, será... que está tomando venganza??? —habló Ricardo.

Los tres nos miramos y nos pusimos a pensar. Ricardo tiene razón, pero... yo he hecho muchas cosas malas, pero por qué necesariamente tuvo que ser esta. Cerré los ojos un momento, pero los abrí al escuchar una voz.

—Juan? —era Kimberly.

—Aquí!! —dije casi en susurro.

—Juan!! —ella se me acercó, puso sus manos en las barandillas —no sabía que iba a a pasar esto —me miró preocupada.

—Tranquila —con cuidado puse mis manos encima de las de ella —pero... cómo pasaste hasta acá? —le pregunté.

—Es fácil escaparme de mi padre, y fue aún más fácil escabullirme entre la policía —ella sonrío, pero rápido se puso triste —saldrás de esta? —me preguntó.

—Espero que si —estar con ella me ponía tranquilo, a pesar de todo lo que está pasando. Pero en eso escuchamos unas llaves —escóndete —le dije.

Con los chicos la ayudamos a buscar un buen escondite. Luego la puerta se abrió y era un oficial.

—Dentro de diez minutos les darán el tiempo de su condena —él sonrió —espero les den cadena perpetua o sin libertad condicional —luego nos miró con odio —ush no aguanto estar con... unos don nadie —salió de la habitación.

—Que hijo de puta —Kimberly salió de su escondite.

—Odio decirlo, pero tienes que irte Kim, si te encuentran aquí... no quiero que te pase nada malo —dije preocupado, por que no voy a poder hacer nada si estoy detrás de unas rejas.

—Tranquilo... —de nuevo la puerta la interrumpió, y ella se escondió.

Entraron cuatro oficiales y un juez, la segunda persona nos evaluó con la mirada, y luego de quince largos minutos, se dignó en hablar.

—Ricardo? —el juez se acercó donde estaba él —tu condena es de treinta años, sin poder de libertad condicional —Francisco? —lo miró —silla eléctrica —luego se acercó a mi —Juan inyección letal y preparen todo dentro de quince minutos, con permiso —salió de la sala junto a los oficiales.

—Mierda... —sentí que me puse pálido, me senté en la cama y no podía procesar todo.

—No me quiero pudrir en la cárcel!! —Ricardo lloriqueo.

—Al menos no te van a quemar! —Francisco le pegó enojado.

—Oigan —Kimberly salió de su escondite —ninguno de los tres va a morir —la interrumpí.

—Cómo nos vas a sacar?! —le pregunté algo enojado.

—Confíen en mi —ella salió de la habitación.

Los tres nos quedamos sin entender nada, pero nuestra preocupación regresó al recordar lo que nos dijo el juez. Al segundo escuchamos de nuevo que la puerta se abrió, era un hombre.

—Hola Ricardo, Francisco y... Juan —el hombre nos saludó.

—Quién eres? —Ricardo le preguntó.

—Tú deberías saber perfectamente —él me miró.

—Qué? —dije sin entender.

—Eres un hijo de puta —me miró serio —discúlpame, o me vas a matar en tu sótano? —me preguntó.

—No puede ser... —dijo Francisco, yo lo miré sin entender —él es el hermano —respondió preocupado.

—Mierda — mi mirada se centró en el hombre.

—Sorpresa!! —hizo unos movimientos raros con sus manos.

—Me alegro de que tu hermano esté muerto —sonreí de lado.

—Es curioso, lo dice alguien que va a morir por una inyección —me enseñó su dedo corazón.

—Por la muerte de tu hermano haces esto? —le preguntó Ricardo.

—Yo lo llamo Venganza, y si, pero... tengo un segundo plan por si este falla —él soltó una risa algo... enferma.

—Vete a la mierda —le dijo enojado Francisco.

—Cállate futuro pan tostado —él soltó un suspiro —me enferma estar aquí, buenas suerte!!! —salió de la habitación.

(....)