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✨️⌇ ᴠɪɪ.↷Tranquilidad : ๑

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Narrador Omnisciente:

Luego de ese pequeño intercambio de palabras ambos pilares siguieron su camino siendo guiados por sus cuervos.

Tn: (Hasta un cuervo tiene más vida amorosa que yo) ─ Piensa el peli-blanco mirando como su cuervo y el del Shinazugawa parecían andar muy pegaditos.

Su recorrido duró varios minutos más, los cuales parecieron eternos, pues ninguno le dirigía la palabra al otro y todo se mantenía en el mismo silencio incómodo desde que su conversación finalizó.

Finalmente llegaron a su destino, una pequeña aldea pesquera rodeada por un gran mar, del otro lado también se encontraba un bosque conectado únicamente por un pequeño puente, lugares en donde se les había notificado habían desaparecido varias personas y otras habían sido encontradas muertas.

La luna estaba en lo más alto, dando una iluminación tenue, parecía que habían llegado a tiempo, pues todo se encontraba bastante tranquilo y en silencio.
Caminaron hasta una pequeña casa de glicinias, la cual era la única con la luz encendida.

Tn dio un par de toques suaves mientras el Shinazugawa parecía mirar a su alrededor, ahora que ambos se percataban mejor, el silencio que había en ese lugar era sepulcral, el único ruído poco audible provenía de grillos y algunos otros animales nocturnos, lo que hacía que el ambiente se sintiera todavía más incómodo y pesado.

Luego de un par de minutos una señora de avanzada edad les abrió y con una pequeña sonrisa y bastante amabilidad les indicó que ingresaran, a lo cual ambos pilares acataron dicha indicación.

Durante el breve camino hasta la habitación en la que ambos se quedarían, la señora les había explicado un poco sobre la aldea y lo que había estado ocurriendo durante estos días, relatando como algunos hombres o mujeres que dependían de la pesca o recolección de frutos en el bosque para su sustento familiar habían desaparecido y días después encontrados muertos.

Todos en el pueblo parecían pensar que el responsable de esto se trataba de algún animal salvaje, estaba claro que ninguna persona sabía de la existencia de los demonios, ambos pilares no decían nada simplemente escuchaban en silencio lo que la señora relataba.

Antes de despedirse y dejar a ambos pilares en la habitación la señora les agradeció de su asistencia para ayudarles, pues reconocía sus uniformes y sabía para que habían venido, ya que al parecer era la única que sabía de la existencia de los demonios.
Finalmente deseándoles suerte en su misión se despidió, dejando a ambos a solas en dicha habitación.

[...]

El silencio incómodo nuevamente era lo único presente en la habitación, ninguno de los dos sabía que decir o que hacer, había pasado más o menos una hora desde que la señora los había dejado a solas, no parecía haber nada raro hasta ese momento.

Tn se encontraba sentado sobre un pequeño futon, mientras que el Shinazugawa simplemente miraba el extenso mar al exterior por medio de pequeñas puertas que daban vista hacía ese lugar.

Los pensamientos del Shinazugawa fueron repentinamente interrumpidos por la otra persona presente en la habitación, el cual se encontraba ofreciéndome un pequeño tazón de ohagis, ni si quiera se había percatado cuando este había llegado a su lado.

Tn: Ten, no hemos comido nada en todo el camino y pensé que podría venir bien para recuperar algo de energía ─ Aclaró, si bien aún no lograba perdonar por completo al Shinazugawa no quería que la convivencia entre ambos siguiera siendo incómoda al fin y al cabo ambos eran pilares por lo que por más que no quisiera se terminarían encontrando bastante seguido.
También por que por más que trató durante bastante tiempo desaparecer todos aquellos sentimientos por este, no lo había logrado.

Sanemi lo miró algo asombrado y justo cuando estaba por negarse el rugido de su estómago indicaba que estaba hambriento y sin más aceptó dicho tazón soltando únicamente un "gracias" para posteriormente empezar a comer de este.

Tn no pudo evitarlo y dejó escapar una suave risa al ver como el Shinazugawa había empezado a comer desesperadamente y como disfrutaba de aquellos dulces de arroz pues había recordado que estos eran los favoritos del peli-blanco.

Aquello no pasó desapercibido por este, el cuál se avergonzó y con un sonrojo en las mejillas miró hasta otro lado tragando lo que tenía en la boca y empezando a comer nuevamente pero esta vez más tranquilo.

Una vez acabado dicho tazón Sanemi miró al contrario el cual ahora parecía ser él quien se encontraba ahora perdido en sus pensamientos, mirando hacía el mar donde anteriormente el Shinazugawa lo hacía.

Sanemi: Gracias... ─ Fue lo único que pudo atinar a decir, haciendo que Tn regresara su mirada hacía él.

Tn: Deberías agradecerle a la señora que nos recibió, ella fue quien los trajo, dejó un plato para ambos... Pensé que te habías percatado de aquello ─ Mintió, él los había preparado antes de venir "por si más tarde me da hambre" pensó, pero también se mentía a sí mismo, los había preparado para el contrario y lo sabía pero se negaba a aceptarlo.

Sanemi: Entiendo ─ Concluyó dicha conversación regresando aquel pequeño tazón al contrario y devolviendo su mirada al mar.

Por su parte Tn regresó hasta su futón, en donde se recostó tranquilamente una vez había dejado de lado el tazón en sus manos.

Tn: Me siento algo cansado, descansaré un momento... Si ocurre algo me despiertas en seguida ─ Habló, alzando la voz lo suficiente para que el contrario lo escuchara, recibiendo como respuesta únicamente un asentimiento por parte de este.

[...]

Sanemi ni si quiera sabía cuanto tiempo había pasado, tal vez 30 minutos o incluso 1 hora, lo único que hacía era mirar al contrario, el cual dormía tranquilamente, pequeños suspiros se escapaban de sus labios y de vez en cuando se removía en aquel futón.

Sus pensamientos nuevamente lo invadieron, creando un tornado de emociones en su cabeza, desde el arrepentimiento hasta la tristeza, se lamentaba el como habían terminado ambos por su culpa, el "si tan solo no hubiera sido un idiota y cobarde" se repetía una y otra vez en su cabeza.

Con delicadeza dirigió una de sus manos y la posó sobre las manos ajenas, acariciando levemente el dorso de esta con su pulgar.

Sanemi: Ya no pienso seguir siendo un cobarde y un idiota... me di cuenta de que te necesito conmigo, todos se pueden ir a la mierda, lo único que importa ahora es que regreses a mi lado y que nunca más te vayas por que yo tampoco lo haré, no de nuevo, te lo prometo ─ Susurró, mientras dejaba un suave beso en la frente del contrario para luego dirigirse afuera de la habitación.

AAAaah, de verdad perdónenme por desaparecer por mucho tiempo, entre la escuela y otras cosas había perdido las ganas y el tiempo para escribir, pero ahora si, les prometo que ya estaré un poco más activo.

¿Qué les pareció este capítulo?

Sinceramente a mi me gustó bastante, la vdd es que no soy muy bueno con lo que es la narración de batallas así que en el próximo capítulo les resumiré la batalla de esta misión, y después de ese capítulo iniciaremos con el arco del tren infinito, así que prepárense.

No olviden votar y comentar que eso me motiva más a seguir escribiendo, los quiero mucho<33