Capítulo 5

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Emma.

Cuando termino el turno del día, paso buscando a Viviana para comentarle sobre la invitación. Ya estoy sintiendo su emoción, y eso que aún no la he visto. Espero afuera de su consultorio mientras atiende a su último paciente, cuando me doy cuenta que este sale, entro yo.

—Cuéntamelo todo pillina —lo veía venir —. ¿Cómo es eso que te fuiste a almorzar con el jefe guapo?

—Joder Vi, fue todo tan random —me tapo la cara —, jamás me esperé que me invitara a comer con él.

—Desde mi punto de vista, parece una especie de cita —se coloca la mano en el mentón, como el emoji.

—Pues, entonces lo siguiente no sé cómo lo verás —agranda los ojos.

—No te guardes nada, dame detalles —se inclina hacia adelante y coloca los codos sobre el escritorio.

—No hay mucho que contar, solo me invitó a una fiesta que celebraran en la Mansión Hunt —le digo desinteresada, pero solo es para provocarla.

—¡¿QUÉ?! —su cara de sorpresa me da risa —. Alucino, ¿sabes lo que eso significa? —me pregunta sugerente.

—¿No?

—Es obvio Em, nuestro futuro jefe si está interesado en ti ¡Dios! —comienza a soñar despierta —, cuando te invite a esos países exóticos, viajando en yate mientras tomas champaña, durmiendo sobre sabanas de seda, cenando con la Torre Eiffel de fondo.

—¿Qué cosas dices? —frunzo el ceño.

—Todo el cambio que supondrá tu vida, si logras que él se enamore de ti.

—Ok, ok, ok, para tu caballo, nunca estaría con una persona por interés, y lo sabes —la apunto —. Si en algún punto, comienzo a salir con Christopher, será porque tenga la intención de implicar los sentimientos.

—Tienes razón, creo que me excedí —se levanta del asiento y comienza a recoger sus cosas para marcharnos.

—Por cierto...se me había olvidado comentarte algo más —la tomo por el brazo, cuando subimos al ascensor.

—¿Qué?

—¿Qué te parece si vas conmigo a la fiesta?

—¿Me estas jodiendo? —me mira desconfiada.

Pues no.

—Estoy hablando completamente en serio —salimos del ascensor y nos dirigimos a la salida de la clínica.

—Es que no me voy a cansar de decírtelo, solo tú no te lo quieres creer.

—Ponte en mi lugar, prácticamente es algo irreal, en toda mi vida me he topado con puros idiotas.

—Pues ya te llegó el momento de conocer a alguien que vale la pena, ahora te pregunto —me mira seria —. ¿Te darías la oportunidad con él?

Lo pienso.

Lo pienso mucho.

—Tendría que conocerlo mejor, ya sabes —me encojo de hombros —, no puedo lanzarme así como si nada.

—Entonces poco a poco iremos estudiándolo —me sonríe —. Y, en cuanto a la fiesta... creo que sabes mi respuesta mucho antes de preguntarme —reímos —. ¿Cuál será el código de vestimenta? —pregunta dudosa —.Ya sabes, supongo que estará llena de personas que se bañan en tinas de oro, no debemos desentonar con nuestro vestuario.

—Tendría que preguntarle, seguramente mañana me entrega la invitación.

—Bien, hasta mañana —me da un beso en la mejilla y nos vamos por direcciones opuestas.

Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora