Amor Inesperado

Capítulo 6

Christopher.

Acabo de recibir un mensaje de James, avisando que vendrá a visitarme, estoy sentado en la terraza de mi apartamento, revisando unos papeles que me encargó mi padre, ya tengo rato leyendo, pero no logro concentrarme, no puedo dejar de pensar en Emma, durante el tiempo que viví en Londres, después de lo que pasó con Sara, decidí pasar un tiempo considerable solo, después de casi un año, salí con varias chicas, pero no era nada serio, siempre les advertía primero, para que no se hicieran falsas esperanzas; pero por alguna razón, con Emma, lo siento diferente, es una chica que desde la primera vez que la vi de frente, sentí curiosidad por conocerla, le preguntaré a James que tanto sabe sobre ella, la invité a almorzar hoy, porque quiero conocerla mejor y cuando encontré la oportunidad la tomé, y le hablé de una próxima vez. Escucho el timbre y me levanto para ir a abrir, cuando encuentro a James del otro lado, me hago a un lado para que pase.

—¿Me extrañaste tan rápido? —le pregunto con una ceja levantada y media sonrisa.

—Me descubriste, estoy loco por ti —estallamos en una risa, la verdad es que éramos muy unidos antes, y a pesar de haber pasado tantos años fuera, hay vínculos que no se rompen así como así.

—¿Qué te trae por aquí amigo? —lo invito a tomar asiento —, ¿es tan urgente que no podías esperar hasta mañana o en serio ya me extrañabas?

—No seas tonto, estaba por aquí cerca.

—¿Te gustaría tomar algo? —ofrezco.

—Tranquilo, estoy bien, oye...tu padre me habló de la fiesta que darán —suspiro.

—Está empeñado en hacerla, quiere heredarme el hospital pronto, pero aún no me siento preparado ¿sabes? Quiero disfrutar más de mi profesión y siento que, si quedo al frente de todo, tendré limitaciones —me frustro.

—¿Ya se lo has dicho?

—Parece no entenderlo, piensa que puedo con todo, pero no es así.

—Pues, sigue insistiendo hasta que le quede claro, además, tienes razón, apenas te graduaste hace poco.

—Por cierto, me gustaría hablarte de otro tema —me levanto y voy por un trago, lo necesito —. ¿Qué tanto conoces a Emma Ruíz?

—¿La terapeuta? —levanta una ceja y hago un asentimiento —. Pues, no mucho la verdad, pero puedo preguntarle a Marian.

—¿Quién es Marian?

—Es una amiga que tenemos en común, ella es enfermera.

—Debes ser discreto —lo apunto con el dedo.

—¿Te gusta ella? ¿cierto? —sonríe.

—Guárdame el secreto —me paso la mano por el cabello —, aunque creo que estoy siendo un poco obvio con ella.

—Por mi parte no se sabrá nada —me da su palabra —, pero si te digo, que lo poco que he visto de ella, es que es una chica tranquila, nunca he visto algún hombre buscándola en la clínica —se encoge de hombros —, tal vez esté soltera.

—La invité a la fiesta que está organizando mi padre —sonríe —, la vi insegura, así que jugué la carta de extender la invitación a una amiga.

—Ya falta poco para el sábado, pronto veremos que decidirá.

Pocos minutos después, James se tuvo que retirar y yo me encerré en mi habitación a seguir leyendo los dichosos papeles.