ADELE

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— ¡Eh! ¿todo bien?

— Hola Julio, Si todo perfecto ¿tu?

— Tan bien como se podría estar aquí, oye te he estado buscando.

— ¿y para que?

— Bueno…— Julio me miró con cara pícara y yo reí.

— Mira aunque me tiente los tríos no son lo mío.

— ¡Jajaja! Ya que estoy de broma, vamos a hacer una bomba y como eres parte de esto he venido a por ti.

— ¿una bomba? ¿quieren volar la puerta?

— Exacto.

— Vale, me apunto.— Julio puso su brazo alrededor de mis hombros y comenzamos a caminar hacia el laboratorio.

Cuando llegamos Paul miró mal a Julio y este sólo le cerró un ojo, vi como Amaia abría disimuladamente la puerta y luego ingresaba y así uno por uno comenzamos a entrar cuidando que nadie importante nos viera.

Erik, Julio y yo juntábamos todo lo necesario para el artefacto explosivo que el chico pelirrojo haría, mientras que Amaia me mataba con la mirada Paul leía un libro y Paz sólo observaba en silencio.

— ¿es esto?

— Sip.— Erik procedió a oler el recipiente en su mano.

— ¡eh! No lo huelas.

— Jo, menudo colocón que nos daríamos con esto.

— Pues con lo que sobre hacemos fiesta.— dijo Paz examinando las demás cosas de allí.

— Haber, Katrina tráeme el ácido sulfúrico y no sé qué de hidrógeno.

— ¿Cómo no te sabes los ingredientes o que?

— Tío es que tiene un nombre raro, peroxi no se que.

— No peroxihostias que quieres ¿matarnos julio o que?

— Bueno ya no le agobies.

— No sabía que estuviera agobiandolo. ¿te estoy agobiando Julio? No, porque el que se está agobiando aquí soy yo, porque no quiero que cuando me encuentren muerto el cacho más grande que quede sea así.— Paul hizo una señal con los dedos indicando que el pedacito que encontrarían de él sería extremadamente pequeño.

— Y dale deja de pensar un poco en ti, que no va a pasarte nada ¿Verdad Julio?

— Qué no.

— ¿Cómo estás tan seguro?

— Paul.— le mire con súplica para que parara.

— Claro a ella si le haces caso ¿no? Que todos tenemos que coger contigo para te calles.

— ¿Perdona?

— Ya me hartaste hija de puta.— iba a golpear a Amaia pero Paul me lo ha impedido.

— ¿Pero que pasa entre vosotras?.— pregunto Paz poniéndose entre ambas.

— Vamos Amaia diles a todos lo que ha pasado afuera de las duchas.

— Cállate la puta boca.

— Si quieres que me calle te callas tú primero y tranquila ya vamos a encontrar a Manuel para que te baje la braga y así estés más tranquila.

— ¿Pero quién mierda te crees?

— Aaah ¿ahora te ofendes? Hace un segundo atrás has insinuado algo parecido ¿y ahora te ofendes porque te lo digo a ti?

EL NIDO DEL CUERVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora