─ Soobin, ¿Has mantenido relaciones sexuales con alguien? ─el jugo que estaba siendo transportado por el papote ahora estaba en la camisa del azabache, porque tuvo la boca abierta por la pregunta. Solo lo miró, frunció su ceño, y dejó su jugo en la mesa.
─ ¿Te importa o algo? ─ahora el castaño se indignó. Volteó su silla para enfrente, y esperó que Soobin suspirara, tocara su hombro, y respondiera. Sonrió cuando lo hizo. ─Sí, hace un año.
─ ¿Las repetiste? ─Soobin estaba recordando su corta vida sexual. Solo una chica. Negó con la cabeza, mirando al lindo Hueningkai quien lo veía con una sonrisa. ─Ten sexo conmigo.
─ ¿Qué?
─ Ten sexo conmigo, es que ví que es una manera fácil de bajar de peso y no quiero hacer dietas o algo por el estilo. ─ Flojo. Soobin vió que su menor aún lo seguía viendo con una sonrisa.
─ ¿Por qué quieres bajar de peso? Mi parte favorita del día es apretar tus mejillas. ─Kai a los ojos del azabache, era delgado, pero no como los otros chicos que se les notaban las costillas. A Soobin le gustaba que el castaño comiera de todo lo que le invitaba, que tuviera esos rollitos que le encantaban, y esas mejillas, a sus ojos era perfecto.
─ Escuché que Yeonjun saldría conmigo si bajo un poco de peso, y sabes que me encanta Yeonjun desde hace años, está interesado en mí, y más si bajo de peso. ─Soobin volvió a torcer la boca, mirando el cuerpo de su mejor amigo. Sí era algo rellenito pero, como antes fue mencionado, eso le encantaba al azabache. ─¿Me ayudarás?
─ No tendré sexo contigo. ─Kai hizo un puchero. ─Te ayudaré a bajar de peso de manera sana, eres todavía virgen, tienes que estar casto hasta el matrimonio. ─repitió con voz de abuelo, y el menor rió.
─Hice lo que pude.
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