En el castillo, las antorchas bajaban la luz al atardecer, solo había luz en los pasillos principales. Sunoo despertó entonces, sorprendido de que nadie hubiera ido a buscarlo durante la mañana.
Al ser el segundo príncipe y no heredero al trono, las institutrices, los entrenadores reales e incluso los guardias le daban tiempo libre a sus anchas, a diferencia de Heeseung quien siempre tenía un itinerario que cumplir y un lugar en el cual estar.
Sunoo lo prefería así, prefería tener tiempo libre y ser casi invisible a los demás.
Pero esta vez mientras caminaba a la biblioteca, Niki salió como de una pared, de un rincón haciendo reverencia.
-Su alteza...
-¡Agh! Me diste un susto terrible. - Sunoo dio un salto y se cubrió la pijama con la bata, ser casi invisible significaba andar en pijamas por el castillo, pero no era cómodo si los demás lo juzgaban - ¿Qué necesita el jefe de la guardia real?
-Solo pedirle que no salga del castillo, reforzaremos la seguridad y la familia real debe quedarse dentro todo momento.
-Eso es nuevo, ¿para qué exactamente?
Niki dio un paso hacia él, Sunoo sabía que, aunque Niki era más joven, por su autoridad debían respetarse uno al otro- Hablo muy en serio cuando le digo esto, su vida corre peligro, los maleantes que enfrentamos y que asesinaron una familia en una granja, no son humanos.
-Entiendo que sus acciones son monstruosas pero veo algo tétrico que digas...
Niki le mostró una daga de plata- No estoy diciendo esto por exagerar, le suplico que lleve esta daga con usted en todo momento.
Sunoo tomó en serio sus palabras al recibir el arma pero sonrió ligeramente - Sabes que soy pacifista, no usaría esto ni en defensa propia.
Niki suspiró - Me basta con saber que la tiene consigo.
Sunoo siguió su camino a la biblioteca, pensando que a él le daba una daga, pero a Heeseung lo tendrían rodeado las 24 horas vigilado y armados toda la guardia real.
Sunoo nunca hubiera querido ese destino, pero sin duda le hubiera gustado saber lo que se sentía ser coronado alguna vez.
Llegó a su sitio favorito para leer, la esquina de la biblioteca que era solo suya, habia dejado sus libros en orden pero sabía que faltaba uno importante así que fue a recorrer los largos pasillos. Estaban oscuros, porque casi nadie pasaba por la biblioteca por la tarde.
Sunoo creyó ver pasar una sombra al girar en una esquina, pero se tranquilizó pensando que sería el cansancio, tanto leer le estaba dando "ideas" como decia Heeseung.
Pero volvió a suceder, vio una sombra en el pasillo al que iba a entrar, un libro cayó de un estante y una corriente de aire le golpeó el rostro. Juró ver una gran sombra que se deslizó por el pasillo hacia él, se encogió de miedo y la sombra pasó como una ráfaga.
Le tomó un momento tranquilizarse, cuando lo logró asomó la mirada por encima de sus brazos, había un libro en medio del pasillo abierto en un cuento.
Un cuento en el que alguien traiciona al rey, para quedarse con la corona.
Sunoo se preguntó si sería casualidad, pero terminó el día soñando con esa sombra, que estaba muy seguro de que era una figura sólida, la sombra pertenecía a una persona... o quizá a algo no humano.
,,,
Heeseung escribía una carta, con la esperanza de que por fin hubiera respuesta. El reino vecino no se metía en sus asuntos, pero esta vez era muy necesario que tuvieran una postura... o al menos una opinión. Heeseung y Sunoo habían perdido a sus padres de niños, Heeseung tenía que hacerse cargo de todo desde entonces, esperaba que el rey vecino respondiera y le diera un consejo sobre qué hacer ante esta amenaza.
NIki llamó a la puerta- Perdón que lo moleste, solo quería decirle que ya entregué la daga al príncipe Sunoo como acordamos.
Heeseung suspiró - Gracias, ese chico... aunque le digas que no salga del castillo encontrará una forma, pero al menos me tranquiliza que tenga una daga de plata consigo. Quiero mucho a Sunoo, después de todo es mi hermano pequeño, pero a veces se deja guiar solo por lo que le satisface.
-Con más razón hay que impedir que salga, estaré siguiéndolo si es necesario.
-Gracias Niki, me alegro de poder confiar en ti.
Justo entonces alguien llamó a la puerta, Niki se adelantó a abrir y encontró un guardia preocupado. - Majestad, jefe, lamento interrumpir pero alguien rompió las cerraduras de hierro de la entrada al castillo.
Niki salió de un salto- ¿Ya revisaron si alguien entró?
-Ya buscamos por todo el castillo, parece que nadie entró... pero con la cerradura rota alguien debió intentarlo.
Heeseung se levantó también- Por favor envíen al herrero a repararlas, y no bastará, pongan púas de hierro y plata en los muros. Y nadie saldrá de aquí hasta mañana, busquen en cada rincón, espero que nadie haya invadido o verán las consecuencias...
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The prince and his red blood - Enhypen - El príncipe de sangre roja
FanfictionHeeseung es el príncipe de un pequeño reino, donde todo parecía funcionar, con el apoyo de su guardian Niki y su mejor amigo Jake sería coronado ese año al cumplir la mayoría de edad. Al menos hasta que una figura misteriosa se presenta en el castil...