═════════∘◦ ✿ ◦∘═════════
Pasó al Martes, no recibió otras flores, se quedó solo en casa pues Eijiro se había ido a trabajar desde muy temprano y llego muy tarde, cuando fue a la cocina noto que el Okonomiyaki que le había hecho no se lo había comido, por lo que terminó desayunando él.
El Miércoles Eijiro le había dicho que se iría a viaje de trabajo, Jueves, Viernes y Sábado se quedó solo sin nada que hacer. El Domingo salió a cine junto su mejor amiga, Kyoka Jirou, pues esta estaba aburrida y Momo Yaoyorozu, su novia estaba visitando a sus padres. Ese mismo día a las 9:50p.m. llegó Kirishima de su viaje, o eso le dijo Shoto, pues Bakugo lo había llamado para decirle.
Eijiro no le había llamado ni siquiera para decirle cuando llegó a de su viaje a Osaka, nunca le informo como se encontraba en esos días ni tampoco cuando regreso, pero a casa él no llegó, ni para asomarse siquiera.
Había pensando que se libró de ese anónimo, que equivocado estaba.
[...]
Lunes de nuevo en soledad, siguiendo su misma rutina sin rechistar, no se quiso levantar de la cama pues se encontraba triste y poco querido, las flores que le habían dado perdieron belleza, pero aun las apreciaba, de nuevo el jarrón estaba vacío, como él en su casa.
Se levantó de su cama con pereza y se dirigió a la planta inferior con murria en su ser, se preparó chocolate caliente con malvavisco, miraba el lugar con pesadumbre queriendo solo dormir y no despertar, por una vez reír como en los días de ayer.
Ha querido volver a vivir, la pasión y el calor del amor de su marido, de ese amor que una vez lo hizo sentir mariposas, que lo hiciera feliz, como en el ayer lo fue, en el ayer de hace años antes del ascenso. Cuando Denki Kamirari se sentía en las nubes del romance.
Dejo de pensar hasta que escuchó unos golpes en la puerta, se acercó dejando su taza con chocolate en la mesa del comedor y al abrir era un repartidor, el mismo repartidor del anterior Lunes.
—Buenos días, envió para Denki Kaminari—Dijo el repartidor mientras le entregaba el ramo, eran veinticinco claveles de diferentes colores, mas que todo rojos, las recibió con una pequeña sonrisa—Bien, por favor firme aquí para confirmar que el envió se entregó a tiempo y sin ningún daño—Firmó en la hoja y el repartidor se fue, sin antes darle un buen día.
Cerro la puerta y miro las flores, oliendolas, un olor enviagrador a colonia de hombre, miró el papel y la carta, efectivamente era del mismo anónimo.
''Me robaste querido, eres un ladrón,
un ladrón que me robo el corazón,
me robaste los suspiros y me robaste
el sentir, te colaste en mi pensamiento sin
yo notar, con claveles de colores te
recomiendo aclarar, los sentimientos
que me revuelves en el pensar. Con veinticinco
claveles de colores te entrego mi enamorar, mi
orgullo y la unión que espero forjar, porque de
mí mente no te quiero sacar.
Querido mío, dime, ¿Te parece bien que yo te
robe el suspirar, como tu lo hiciste conmigo
sin poderlo imaginar?.
ESTÁS LEYENDO
💐𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬-𝐊𝐢𝐫𝐢𝐤𝐚𝐦𝐢💐
Romans[💐]Eijiro y Denki eran una joven pareja de casados, mas sin embargo, el joven Kirishima al pasar tanto tiempo en su trabajo no muestra afecto a su amado, quien se siente triste, pero un día recibe veinticinco flores de un admirador anónimo, ¿Podrá...