Felizmente disfuncionales

Mi Niño

Lo suyo lo suyo. Definitivamente no era criar niños. Es muy diferente enseñar en la escuela que enseñar de la vida. Y nadie se lo había dicho, qué tener un chiquillo de 12 años super extrovertido y  con una energía invasiable, iba a ser lo más complicado del mundo.

Esa mañana no puso la alarma. Ya que el podía estar una hora más tarde que los niños, pero oh sorpresa, había un niño con el. Así que con el tiempo más reducido de lo que se imaginaba metió a Naruto a bañar mientras buscaba qué hacer de comer y, oh sorpresa de nuevo, no había hecho la despensa y lo única que había era ramen instantáneo para desayunar, otra vez. Su rutina no incluía un desayuno completo o ni siquiera el desayuno, ya que las tareas en la academia y la torre no eran muy desgastantes físicamente pero el rubio qué venía metiéndose la chamarra de su conjunto naranja necesitaba una buena comida para hoy. No le quedo de otra que comer el ramen, algo que Naruto no rechisto por cierto.

Apenas pudo llegar, bueno más bien Naruto porque el profesor iba a tiempo.

— Dime quien va a ser mi nuevo profesor por favoooorrr.

— No. Ya te dije que yo tampoco lo sé y si lo supiera no te lo diría.

— Pero si sabes mis compañeros de equipooo.

— No te diré nada. Ya te dije que nada de tratos especiales en cuestiones escolares— Iruka tuvo que tirar de la chamarra del niño para despegarselo de la ropa. Se había aferrado como una garrapata mientras hacía su berrinche.

— ¿Si me llevaras a comer ramen después verdad?

— Comimos en la mañana.

— Pero en Ichiraku. Por favooor.

Ya habian llegado a la entrada de la academia. Iruka aliso lo más que pudo su ropa y luego miro al niño.

— Si no causas conflictos hoy si.

El niño asintió enérgico y estaba dispuesto a echarse a correr al salón.

— Ey Naruto.

El niño miro de nuevo al profesor. Iruka se agachó a su altura y hablo bajo.

— Cuidate si. Recuerda mantenerte siempre alerta para que no dejes salir tu aroma. Después practicaremos  como hacerlo más a voluntad. Hasta ahora lo has hecho bien. Recuerda que cualquier cosa puedes venir a buscarme y también al Hokage ¿de acuerdo?

Naruto asintió. Ya habían hablado de eso en el medio desayuno pero no estaba de más. Iruka sonrió y beso su frente. Algo que tomo de sorpresa al Rubio quien toco su frente con ambas manos como si lo hubieran golpeado. Después se sonrojo y salió corriendo a la academia. Iruka suspiro, le dolía qué las muestras de afecto lo sorprendieran, lo haría más seguido. Recuerda que cuando perdió a sus padres ya nadie nunca lo abrazo con tanto amor y besó su frente con cariño. Algo dentro de el se removió cuando el dió esa muestra de afecto. Sintió su corazón lleno y con una sonrisa se dirigió a la sala de profesores.

El resto del día fue tranquilo. Bueno no tanto. Casi le hacen vomitar la bilis al ver a su pequeño omega besando a ese alfa arrogante, poco alfa para su gran niño. Pero fue un accidente ¿no?, los dos se asquearon ¿verdad?, nadie sabe que su niño es omega.

Dejar a su niño con un alfa, fue… difícil. Pero académicamente fue lo mejor y además estaba Sakura, una niña beta muy brillante. Ahora venían las vacaciones. Solo para los profesores. Sus niños  empezarán  con poco e iran subiendo, comenzarán su camino ninja.

Ya no ver su niño todo el día , va a hacer complicado. Cuando el niño llego a casa lucia ¿decepcionado?. Como su niño va a lucir decepcionado si acaba de tener un buen equipo y conocer a su nuevo instructor… ohhh.  En la cena quiso indagar más.