"Sombras de Justicia: El Legado Oscuro"

Prólogo

La noche era fría y oscura. El viento soplaba con fuerza, susurrando secretos inquietantes entre los árboles. La primavera era evidente en Berlín, la pequeña brisa se abría paso desde un ventanal hacia la habitación principal del lugar, aquella habitación que fungía como burbuja aisladora de un alma atormentada, aquella chica estaba sentada en silencio, media hora antes había vuelto a soñar con la tragedia que la marcó de por vida.

Aunque habían pasado más de dieciocho años desde aquel atentado planificado sus recuerdos eran muy frescos en su memoria, las cicatrices de su cuerpo le recordaban día tras día la tragedia y el por qué seguía con vida. Ivanna tenía solo ocho años cuando se había convertido en la única sobreviviente de aquel terrible evento. Los recuerdos de esa tarde fatídica seguían atormentándola, y estaba decidida a encontrar a los responsables y llevarlos ante la justicia.

Cerró los ojos y dejó que las imágenes volvieran a su mente. Recordó cómo habían llegado a casa después de la celebración por el nuevo puesto de su padre, todo fue risas y alegría. Y como cualquier celebración llega a su fin se vieron obligados asistir a clases, su madre como todas las tardes los llevaba en su camioneta en esta ocasión tuvo que utilizar el auto de su marido por que el suyo tenía problemas para encender.

Al salir del portón de la casa dos motorizados frenaron en seco frente al auto y abrieron fuego contra el automóvil. La ráfaga metalizada era muy fuerte, los primeros impactos cayeron sobre Olivia y después sobre Lucas e Ivanna, Lucas como ultima acción heroica actuó como un escudo humano recibiendo la mayor cantidad de detonaciones. Ivanna recibió cuatro impactos en su pequeño cuerpo el miedo y la confusión se entrelazaron en su corazón mientras entraba en pánico por todo lo que estaba ocurriendo, sus piernas no les respondían, su voz fue silenciada por el shock del momento, buscaba a su madre y entre lo que pudo ver se horrorizó por completo, ver a su madre ensangrentada la aterro más, en sus débiles respiraciones pudo ver por la ventada del copiloto un arma larga que la sostenía uno de los perpetradores, tenía un tatuaje en el antebrazo.

Aquel tatuaje se había convertido con el tiempo en símbolo indescifrable, pero lo suficientemente distintivo como para grabarse en su mente. Ese tatuaje era la única pista para descubrir la verdad detrás de aquel atentado y vengar a su familia.

Aunque su abuelo materno la había reclamado meses después y se la llevó a Alemania para apartarla del ojo publico por ser la única sobreviviente ya que consideraban un milagro, su abuelo se encargó de borrar sus huellas del mapa y crearle una nueva identidad, aunque seguía utilizando su nombre su abuelo había omitido el apellido paterno alegando que por s parentesco y en acto de venganza habían atentado hacia ellos; ella había guardado aquella pista en su inconsciente que únicamente volvió a aparecer en sus recuerdos cuando le propusieron hacer unas pasantías en México

Ivanna se levantó de su silla y se acercó a un tablero en la pared donde había estado recopilando información hace seis semanas. Dibujó el tatuaje con meticulosidad y empezó a conectar los puntos. Había pasado dias investigando, recopilando testimonios y siguiendo pistas que la habían llevado a oscuros callejones y personas sin escrúpulos.

Su determinación era inquebrantable era fiel hija de sus padres. La única misión que se había marcado en su vida era no descansar hasta encontrar a aquellos responsables y hacerles pagar por su crueldad. Sabía que estaba ingresando en un mundo peligroso y desconocido, pero no tenía miedo. La memoria de su hermano y su madre le daba fuerzas para seguir adelante. Por eso había decidido seguir la carrera de sus padres llevándose consigo un par de peleas con su abuelo.

El camino hacia la verdad sería complicado y lleno de peligros, pero Ivanna estaba lista para enfrentarlos. Enfocó sus esfuerzos en encontrar a aquel individuo con el tatuaje en el antebrazo. Con cada paso que daba, se acercaba más a la verdad y a la justicia que anhelaba