CAPÍTULO 1: La Propuesta Y El Dilema

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Ivanna se encontraba en su apartamento en el extranjero cuando recibió una llamada que cambiaría su vida. Era su antiguo profesor de la universidad de Berlín, quien le informó sobre una pasantía única que se ajustaba perfectamente a sus estudios de licenciatura. La pasantía sería en una prestigiosa empresa en México y le ofrecería la oportunidad de regresar a su país natal para aplicar todo lo aprendido durante su tiempo en el extranjero.

La noticia emocionó a Ivanna, pero también la llenó de preocupación. Su abuelo, quien se convirtió en su único apoyo después de la trágica pérdida de su madre, siempre había sido muy protector con ella. El abuelo estaba en contra de que Ivanna regresara a México, temiendo que pudiera enfrentar peligros o dificultades que él no podría controlar desde la distancia. Además, su abuelo tenía miedo de perder a lo único que le quedaba de su hija, ya que Ivanna era un recordatorio constante de su amada Olivia y este tenía un vínculo muy especial con ella.

Ivanna se debatía entre su deseo de aprovechar esta increíble oportunidad y su preocupación por el bienestar de su abuelo. También estaba el temor de cómo reaccionaría su padre al volver a verla después de cinco años sin hablar. No sabía si su padre aún se resentía por la separación de sus derechos como padre o si estaba dispuesto a reconstruir su relación con ella.

En busca de orientación, Ivanna decidió hablar con su mejor amiga, Eda, quien siempre había sido un apoyo incondicional para ella desde que la conoció en Berlín.

Ivanna: Eda, ¡necesito hablar contigo! Acabo de recibir una oferta de pasantía en México, ¡y no sé qué hacer!

Eda: ¡Oh, Ivanna, eso suena increíble! Cuéntame más. ¿Por qué estás tan preocupada?

Ivanna: Bueno, es que mi abuelo está totalmente en contra de que vuelva a México. Tiene miedo de que algo malo me suceda o de perderme, ya que soy todo lo que le queda de mi madre. Y, sinceramente, también tengo miedo de cómo reaccionará mi padre al verme después de tanto tiempo sin hablar.

Eda: Entiendo tus preocupaciones, Ivanna. Tu abuelo solo quiere protegerte y es comprensible que tenga miedo. Pero también tienes que pensar en ti misma y en lo que realmente quieres. ¿Cómo te sientes tú al respecto?

Ivanna: Me emociona mucho la oportunidad. Es una pasantía que encaja perfectamente con mis estudios y sería una experiencia increíble para mi carrera. Pero también me preocupa el impacto que pueda tener en mi relación con mi abuelo y cómo enfrentar a mi padre después de tanto tiempo.

Eda: Es normal tener miedo ante lo desconocido, especialmente cuando se trata de relaciones familiares complicadas. Pero recuerda, Ivanna, que tú también mereces seguir tus sueños y ser feliz. No puedes vivir tu vida basándote únicamente en los miedos de los demás. Además, podrías aprovechar esta oportunidad para hablar abiertamente con tu abuelo y explicarle tus motivaciones y cómo planeas mantener el vínculo con él.

Ivanna: Tienes razón, Eda. No puedo dejar que el miedo me detenga. Mi abuelo siempre me ha apoyado, y tal vez al conversar con él pueda hacerle entender que esto es importante para mí y que estaré presente en su vida sin importar la distancia.

Eda: Exactamente, Ivanna. Hablar con tu abuelo es crucial. Permítele expresar sus preocupaciones y explícale tus propios temores y aspiraciones. Seguro que encontrarán una manera de mantenerse cerca incluso si estás en México. Y en cuanto a tu padre, solo hay una forma de saber cómo reaccionará; enfrentarlo y tener una conversación sincera. Nunca sabrás si hay una oportunidad de reconstruir su relación hasta que lo intentes.

Ivanna: Gracias, Eda. Tus palabras me dan fuerzas y claridad. Voy a seguir adelante con esta oportunidad y enfrentaré mis miedos. Es hora de tomar las riendas de mi vida y encontrar mi propio camino, pero sin olvidar a las personas que amo.

Eda: ¡Eso es valentía, Ivanna! Estoy aquí para apoyarte en cada paso del camino. Sabes que siempre estaré a tu lado, pase lo que pase

Eda escuchó atentamente todas las preocupaciones de Ivanna y la animó a considerar tanto sus propios sueños como su responsabilidad hacia su abuelo. Le recordó que, aunque era comprensible que su abuelo tuviera miedo, también tenía derecho a vivir su propia vida y tomar decisiones que la hicieran feliz.

Con el corazón lleno de dudas y emociones encontradas, Ivanna finalmente tomó la decisión de regresar a México para llevar a cabo la pasantía. Sabía que no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentar los desafíos con valentía y afrontar lo que su padre pudiera sentir al verla de nuevo. Además, estaba decidida a conversar con su abuelo y asegurarle que siempre estaría presente en su vida, sin importar dónde estuviera físicamente.

La joven tomó valor y se encaminó hacia la oficina de su abuelo.

Ivanna: Abuelo, necesito hablar contigo. Tengo algo importante que quiero compartir contigo.

Abuelo: ¿Qué es tan importante que no puedo esperar, Ivanna? Estoy ocupado y tengo muchas cosas en las que pensar.

Ivanna: Lo entiendo, abuelo, pero esto es algo que realmente quiero discutir contigo. He recibido una oferta de pasantía en México, y es una oportunidad que no quiero dejar pasar.

Abuelo: ¡México! ¿Estás loca? ¿No ves todas las noticias sobre la violencia y los peligros que hay allí? No puedo permitir que te pongas en riesgo de esa manera.

Ivanna: Abuelo, entiendo tus preocupaciones, pero esta pasantía es una gran oportunidad para mi carrera. Además, estaré trabajando en una empresa prestigiosa y tomando todas las precauciones necesarias para mantenerme segura.

Abuelo: ¡No me importa lo prestigiosa que sea esa empresa! ¡No quiero perderte, Ivanna! Eres lo único que me queda de tu madre y no puedo soportar la idea de que algo te suceda.

Ivanna: Abuelo, te entiendo y valoro tu amor y protección, pero también necesito seguir mis sueños y crecer profesionalmente. No quiero dejar de estar en tu vida, y prometo que estaré presente de todas las formas posibles, incluso a pesar de la distancia.

Abuelo: ¡Eso no es suficiente! No puedo soportar la idea de que te alejes. Eres como mi propia hija, y me duele pensar que podrías enfrentar peligros lejos de mí.

Ivanna: Abuelo, no quiero que te sientas abandonado. Pero necesito que confíes en mí y en mi capacidad para tomar decisiones inteligentes. Estaré en constante comunicación contigo, visitándote siempre que pueda y manteniendo vivo nuestro vínculo.

Abuelo: ¡No puedo permitir que te vayas! Te necesito aquí a mi lado. Mira, ¿qué te parece si te nombro presidenta del bufete? Creo en ti y sé que puedes tener éxito aquí sin tener que irte.

Ivanna: Abuelo, agradezco tu confianza en mí, pero esto no se trata solo de éxito profesional. Se trata de crecer, aprender y explorar nuevas oportunidades. No puedo quedarme en mi zona de confort por miedo. Necesito enfrentar nuevos desafíos y adquirir experiencias que me enriquezcan como persona y profesional.

Abuelo: Estás siendo egoísta, Ivanna. No estás pensando en mí ni en lo que siento. No puedo soportar la idea de perderte. ¡No puedo permitir que te vayas!

Ivanna: Abuelo, lo siento si te lastimo con esta decisión, pero te pido que confíes en mí y en mi capacidad para cuidarme. Siempre estaré agradecida por todo lo que has hecho por mí, y quiero que me apoyes en esta nueva etapa de mi vida. Aún estaremos juntos en este viaje, solo que de una manera diferente.

Abuelo: No sé si podré soportarlo, Ivanna. Pero si esto es lo que realmente quieres, te apoyaré, aunque me duela. Solo prométeme que siempre estarás en contacto.

El abuelo un poco resignado aceptó su decisión, pero sin ser sincero con su nieta, ella salió de la oficina y el aprovechó para hacer una llamada urgente.

"Sombras de Justicia: El Legado Oscuro"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora