Domingo.
Emma.
Hoy cuando me desperté, al revisar el teléfono, me di cuenta que tenía un mensaje.
Christopher: Buenos días ¿Cómo amaneces?
Emma: Buen día, bien, gracias por preguntar ¿tu cómo estás?
Christopher: Con un poco de dolor de cabeza, después que terminó la fiesta, me quedé con unos conocidos charlando y tomando unos tragos hasta tarde
Puedo imaginarme.
Emma: Debes tomar algo para aliviar la resaca, entonces.
Christopher: Si, bueno, estaba pensando en algo mejor 🙂
¿Ah si?
Emma: ¿Y qué será?
Christopher: ¿Qué tal si vienes hoy a mi apartamento?
Oh, Dios.
Emma: ¿Qué tienes en mente?
Christopher: Puedo cocinar para los 2.
Okey, Em, es momento de dejarlo fluir y ver que sale de todo esto.
Emma: Me parece buena idea 👍🏼
Admito que su plan me entusiasma, cuando me envía la dirección, me doy cuenta que no es tan lejos de aquí, quedamos que a las 7 pm, debo estar allá, paso el resto del día acostada viendo una serie en Netflix. A las 6 pm, me baño y arreglo para bajar a esperar un taxi.
Cuando estoy afuera de su edificio, lo llamo y me indica el piso, en el que vive. Al llegar, toco la puerta y él la abre recibiéndome con una sonrisa. Nos saludamos y luego me dice:
—¿No se te hizo muy difícil llegar? ¿cierto? —pregunta, haciéndose a un lado para que entre.
—La verdad no, aunque todos los edificios de esta zona son parecidos.
—Por eso te pregunto —ríe nasalmente —, ven, sígueme —me extiende su mano para que la tome y me lleva hasta el comedor, rueda la silla hacia atrás, para que me siente.
—Gracias —hago un pequeño asentimiento.
—Espero que tengas hambre, porque me pase la tarde pensando que podría cocinarte.
—O sea, que en serio cocinaste tú —me sorprendo —, pensé que pedirías delivery.
Me encantan los hombres que cocinan.
Morí.
—Para tu información, soy un gran cocinero —dice arrogante.
—Eso está por verse —se dirige a lo que supongo, es la cocina y llega con una botella de vino y 2 copas, sirve ambas y vuelve a retirarse, ahora trae 2 platos, coloca uno frente a mi, y tengo que admitir que se ve delicioso —. Wow, que buena presentación —se ríe.
—Es lomo de cerdo en hojaldre, espero que te guste.
—Seguro que sí —cuando doy el primer bocado, no me puedo creer, lo increíble que está —. ¿Dónde aprendiste a cocinar así? —pregunto —. ¡Está buenísimo!
—Hice un curso, mientras estuve en Londres —me cuenta —, siempre me ha gustado cocinar.
—A mí, me gusta más la repostería.
—O sea, que eres buena con los postres ¿eh?
—Digamos que me aplico, algún día, te prepararé uno especial —muerdo mi labio inferior y me queda mirando.
Al poco rato terminamos de comer y me ofrezco para lavar los platos, aunque Christopher me dice que no es necesario, igual lo hago. Nos sentamos en el sofá y me habla sobre su carrera, lo mucho que siempre le ha apasionado la medicina, me dice que, creció escuchando esa terminología médica y fue adquiriendo curiosidad conforme pasaban los años, siempre quería saber más. Yo también le comento sobre mi profesión, que aunque no fue por vocación, me enamore de mi carrera, le hablo sobre mis amigas y lo unidas que somos. Cuando se hacen las 9 pm me levanto, anunciándole, que debo irme, definitivamente la hora se pasa volante cuando la estás pasando bien.
—¿Trajiste auto? —me pregunta.
—De hecho... vine en taxi.
—En ese caso, deja que te lleve.
—No es necesario, yo... —no me deja terminar de hablar.
—De eso nada, te llevaré —se dirige a un pasillo —, voy por las llaves —lo espero y cuando viene, me hace una seña para que lo siga.
...
Estamos estacionados fuera de mi edificio, creo que ninguno de los 2 quiere despedirse, así que opto por hablar yo.
—Bien... ya se está haciendo tarde y mañana tenemos trabajo —voltea a mirarme.
—Emma, muchas gracias por aceptar mi invitación, me gustó compartir esa cena contigo —sonríe.
¿Por qué tiene que ser tan lindo?
—Gracias a ti, por invitarme, estuvo delicioso —me sincero —, eres un gran chef, incluso cocinas mejor que yo —nos reímos.
—Puedo enseñarte, por ahí me han dicho que soy un buen profesor —asegura.
—Eso estaría excelente —acepto.
—¡Ya está dicho! —quita el seguro del auto y cuando voy a abrir la puerta, me sujeta por un brazo con delicadeza y me pregunta: —. ¿Puedo besarte? —me sorprendo, pero hago un leve asentimiento y se quita el cinturón de seguridad para inclinarse, me mira mientras coloca su mano en mi mejilla para atraerme, hacia él, uniendo sus labios con los míos en un beso tan dulce que me derrite, es pausado y exquisito, sus labios son tan suaves que me invitan a no querer despegarme, abre la boca y su lengua busca la mía para encontrarse ¡joder! qué sensación, creo que ahora si morí, se separa lentamente, mirando mi reacción, tengo una sonrisa que se me hace difícil ocultar, ¿y para que quiero ocultarla? No estamos haciendo nada malo —. ¿Estás bien? —me pregunta mientras acaricia mi mejilla suavemente.
—Muy bien —le aseguro, para que sepa que no me arrepiento de nada —, nos vemos mañana Chris —se sorprende por la manera en que lo llamo, luego sonríe.
—Hasta mañana, linda —me da un último y corto beso, me bajo del auto y él no se va, hasta que se asegura que he entrado al edificio.
Dios, que noche.
Creo que no podré dormir pensando en lo que pasó.
N/A: Hola, este capítulo, se extendió un poco, sé que traía una secuencia, en donde los anteriores eran cortitos, pero bueno, nada que hacer, es probable que haya otros así, espero les haya gustado ❤
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Amor Inesperado
RomanceChristopher es un joven adinerado, que luego de una traición por parte, de quién fue su novia por 3 años, decide marcharse a Londres para culminar sus estudios de medicina. 8 años después, regresa a su ciudad natal, especializado en cirugía pediátri...