Capítulo 11

11 4 0
                                    

3 Semanas después.

Christopher.

Mis padres se fueron de viaje a Hawái, hace unos días, lo que significa que quedé a cargo de la clínica, tuve que cederle mis operaciones a otro cirujano, debido que ya no puedo atenderlas yo. Me paso el día en reuniones o leyendo y firmando documentos, y cuando pienso que voy terminando, me llegan más y más, no he podido estar tanto con Emma, como me gustaría, pero afortunadamente, ella lo entiende y todos los días, se da una vuelta por la oficina, comemos juntos y aprovechamos de ponernos al día, en ese tiempo. Ya son las 8 de la noche y todavía me queda mucho trabajo por hacer. La idea de dejarlo para mañana es tentadora, pero por tratarse de que será sábado, no quiero tener que pasar tanto tiempo en la oficina, se supone que solo vendría mañana un rato y pasaría el resto del fin de semana con Emma. Hace horas, le dije a James que se fuera, me ha estado ayudando estos días, pero no quiero abusar de la confianza y tenerlo aquí hasta tarde, además, me comentó que está saliendo con una chica y como hoy es viernes, es probable que quieran salir a divertirse. Escucho que me llega un mensaje y saco el teléfono para revisar quien es.

Emma: Hola guapo ¿ya estás en tu apartamento?

Eso quisiera.

Christopher: Hola mi amor, aún en la oficina, pero estoy pensando seriamente en irme, aunque todavía no he terminado, ya me duele la cabeza.

Emma: ¿Qué te parece si hoy te quedas conmigo? Vivo más cerca, y así no tienes que conducir tanto 😉

Tiene razón, es una buena idea. Tendré que quedarme unas 2 horas adicionales mañana para hacer lo que me falta de hoy.

Christopher: Te tomo la palabra, en nada estoy allá.

Emma: Te espero ❤

Apago la computadora, y me dirijo al ascensor, cuando llego al estacionamiento, me subo al auto y conduzco hasta el edificio donde vive Emma, le aviso que ya llegué y baja para abrirme la puerta.

—Hola guapo

—Buenas noches señorita —sonrío atrayéndola por la cintura, si levanta un poco para alcanzarme y pretender darme un beso, pero aparto la cara, me mira interrogante —, veras... no quiero sonar grosero, pero en este edificio vive mi novia —sonríe, cayendo en cuenta de lo que digo —, y si nos ve, no creo que le guste.

—No se enterará.

—¿Segura? —levanto una ceja.

—Le doy mi palabra —me agarra por el cuello acercándome —, ahora bésame... —me inclino para darle lo que me pide, y como no, si no es ningún sacrificio, yo también disfruto cada vez más de sus besos —. Te extrañé.

—Y yo a ti, linda.

Subimos a su apartamento, tomados de la mano, cuando entramos, me siento en el sofá, mientras ella sigue de largo, luego vuelve con un cepillo de dientes, todavía en el plástico.

—Ten —me lo tiende y lo tomo, agradeciéndole —. Tienes suerte que siempre compro más de uno.

—Mujer precavida.

—Los compro por Viviana, ya le ha pasado varias veces, que viene a dormir y olvida traer el suyo.

—¿Se queda muy seguido? —pregunto.

—Cuando tenemos reunión de amigas, se queda ella, Alexa y Fernanda —se encoge de hombros.

Me dirijo al baño para cepillarme, me quito la corbata, y la camisa para dejarme la franelilla que siempre uso debajo, hasta que recuerdo.

¿Me quedare en bóxer?

Me dejo el pantalón puesto y salgo a preguntarle a Emma.

—Em... ¿te molesta que me quite el pantalón —pregunto.

—Ah, eh... no, no, tranquilo —masculla —, como te sientas más cómodo para dormir.

—Bien —me quito el pantalón, lo doblo y lo coloco en una silla, junto con la camisa —. ¿Ya tienes sueño? —pregunto.

—No, aún no, ven —me hace una seña para que la siga, entramos a su habitación y enciente la tv —, veamos una película —me señala la cama —. Ponte cómodo, ya vuelvo —busca unas prendas en una gaveta, se retira y unos minutos después, vuelve con una pijama puesta, se acuesta a mi lado, la película transcurre y cuando me doy cuenta, ya Emma está profundamente dormida, me levanto para apagar la televisión y me acuesto junto a ella abrazándola.

Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora