El Viaje.

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Ese abrazo duró varios minutos hasta que por fin pudimos separarnos.
Rudy no quiere hablar, eso se nota. Me dio una palmada en el hombro y se fue de la habitación.

Terminé de acomodar mis cosas unos minutos después. Como respeto debo despedirme de Alejandro aunque no quiera hacerlo, la verdad es que creo que le guardé demasiado rencor.
Caminé entre los pasillos, buscando a Alejandro; en su lugar me topé con Soap.

– ¿Adónde llevas eso? – Soap.

Creo que Ghost no le informó que me voy con ellos. Por mucho solamente debe saber su tal general Sthepherd; también tengo que hacer mi papeleo allá.

– Me voy con ustedes. – Le di mis maletas a Soap y caminé detrás de él. Me miró extrañado pero pude sentir su sonrisa en mi nuca.

Caminé hasta toparme con mi objetivo, Alejandro.

– Fue un honor trabajar aquí, Coronel. Mis respetos hacia Los Vaqueros y a usted. Los extrañaré, crecí con ustedes. – Hice un saludo militar mientras lo veo a los ojos.

– El honor es mío, sargento. A donde sea que vaya será reconocida... es una de las mejores militares que he conocido. – Alejandro.

Me devolvió el saludo. Estuvimos así por varios minutos hasta que él decidió romper el silencio con una acción.
Se acercó a mí y me abrazó con devoción. Correspondí su abrazo para luego separarme, hacer una reverencia e irme.

Subí al helicóptero de la 1-4-1.
Vi a todos los miembros, excepto al tal Graves. Cuando subí me percaté de varias miradas, entre ellas Gaz y Price. Decidí acercarme a ellos primero.

– Capitán, Sargento. Un gusto, mi nombre es ___. También conocida como Survivor. Estoy aquí para intentar convertirme en una de ustedes, si es que me es posible. –

Gaz sonrió, Price asintió en forma de aprobación.

– Me lo mencionó el General Sthepherd. Al parecer Ghost te invitó. Debes sentirte especial, ¿no es así? – Price.

– Me alegra tener nuevos integrantes. Seguramente serás seleccionada. El entrenamiento de los nuevos es duro, pero sin duda aguantarás. – Gaz.

Sonreí ante ellos.
Al parecer no son tan malos como pensaba. De hecho se ven bastante amigables.
Ghost subió al helicóptero y me fui a sentar con él.

– Teniente, ¿cómo es el entrenamiento para los novatos de la 1-4-1? – pregunté mientras el helicóptero despega.

– Cada cierto tiempo se hacen exámenes físicos, culturales y psicológicos a los aspirantes a la Task Force. Si haces todo bien puede que entres con el mismo rango que llevabas en Los Vaqueros. – Ghost.

– Así que todos son soldados con experiencia. –

Esto será interesante, sin duda.
El entrenamiento, la nueva experiencia... va a ser un cambio sin igual para mi vida.
Mi hermana y mamá... ni siquiera yo sé dónde están. Tampoco tengo contacto con ellas; todo por seguridad. Si alguien tiene que morir por culpa de mi trabajo soy yo, no ellas.

Hoy mi hermana estará cumpliendo 12 años. Debe verse hermosa, siempre fue la de la mejor genética.

Me dormí, desperté y volví a dormir hasta que llegamos a la base de la Task Force. Todo fue un proceso largo, pero con ayuda de Soap pude hacer los papeles para ser postulante. Por suerte no me tomaron como desertora y me dejaron pasar. Lo difícil será competir contra todos los demás... pero entraré. Confío en mi entrenamiento de años.

Me brindaron una habitación recluta para mañana hacer las prácticas aspirantes.

La cama es cómoda, la habitación pequeña. Tiene todo lo necesario para un soldado... puta madre. ¿Qué hice? ¿Por qué dejé a las personas con las que llevaba viviendo toda mi vida? Ellas me enseñaron a crecer, a mejorar en cada aspecto. Yo solamente los cambié por un wey con una máscara bonita que vino a proponerme una escapatoria de mis problemas.

Me senté en la cama.. cuando menos lo esperé las lágrimas empezaron a recorrer mi rostro, cayendo por mi mandíbula y terminando en mis muslos.
No hay marcha atrás. El proceso será largo y doloroso. Empezaré desde cero. Sólo deseo que Los Vaqueros, mi hermana y mamá estén bien donde sea que vayan.

Me quedé dormida sin darme cuenta.

Estoy escuchando los tambores del pasillo avisándonos que despertemos. Me llena de nostalgia. Esto hacían cuando era una recluta en la marina. Por dios, las cosas avanzan rápido pero parecen retroceder.
Me puse de pie y me puse el uniforme correspondiente. Fui la primera en salir al pasillo, todos los demás tardaron unos minutos más.

– ¡Aquí no estamos para darles palmaditas en el pecho y decirles lo mucho que agradecemos que estén aquí! ¡Venimos a enseñarles sobre lo que en realidad es el ejército! – gritó el comandante.

Nos pusieron a hacer el curso básico de cualquier fuerza especial: correr con el tronco de un árbol en los hombros, hacer flexiones bajo el agua, sentadillas con pesas.
Luego pasamos al examen cultural y por último al psicólogico... una mierda, me desmoroné en el ultimo por idiota.

— ¿Tienes familia? – Psicóloga.

– Sí. –

– ¿Estás consciente que tendrás que dejarlos para poder avanzar? – Psicóloga.

– Sí. –

– Si por alguna razón ellos mueren, no podemos perderte y tampoco puedes llorar. ¿Entiendes? – Psicóloga.

Es una pregunta relativamente fácil, no me costaría nada decir que sí pero... es algo más allá. Toda esta etapa la había superado anteriormente y hacerlo de nuevo no es del todo agradable. Me quedé unos segundos callada, siendo eso puntos menos al examen.

– Entiendo. –

– Siguiente. – Psicóloga.

Los exámenes se entregarán en unas horas. Somos 15 aspirantes, así que el tiempo será corto.
Ninguno de los aspirantes tropezó o cayó en ninguna prueba física... todos parecemos ser aptos para el trabajo.

Las horas pasaron. Nos hicieron quedarnos formados bajo el sol en ese lapso de tiempo. El sudor está presente en mi cuerpo, pero más presente está la pregunta: "¿Quedé?"

– Muy bien, cadetes. Hicieron un trabajo bueno, pero no todos. Soldado #5,1, 6, 3, 4 y 2, 9 fuera. Los demás pasaron. – Instructor.

Hmm.
Soy la soldado 15. La última pero la primera.
Así que pasé... bueno, será divertido estar aquí entonces.

Caminé al lado del instructor sin prestarle mucha atención.
Salí de aquella mini base y me topé con Soap, el cual parecía haberme estado esperando.

– Bien hecho. – Soap.

Subí al auto en el que vino y, otra sorpresa más.
Ghost en el asiento de piloto... estos encuentros con él cada vez se ponen un poco más extraños.

Algo más allá. | Call Of Duty / Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora