Capítulo 1

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En el reino de Solariega, dentro de la maleza del bosque se encuentra una casa donde en una de sus pocas y pequeñas habitaciones se encuentra Lorena, una chica joven con ojos grandes y expresivos, escribiendo una carta con tinta negra y con pluma.

Madre, no quiero que mi destino sea el de casarme con Pedro, el Panadero. Me iré para no más volver, espero que no guardes rencor hacia mí por mi decisión, quiero tomar las riendas de mi vida.
Recuerdos, Lorena.

Al acabar la carta, se le cae una mochila pequeña de cuero con algunas de sus cosas más preciadas, sus mapas y una libreta de Xavier, un amigo muy querido que perdió hace demasiado poco, al ver el último artículo, cálidas lágrimas salen de sus vastos ojos.
En menos de lo que canta un gallo guarda toda su mercancía en la mochila y sale de su habitación.

Observa por última vez su pequeña casita, conformada por dos habitaciones y la sala central. En el sofá ve a su madre dormir plácidamente con un libro en la mesilla de al lado, ella posa su nota sobre el libro y tapa a su madre con una fina manta de oscuros colores y le quita las gafas para que pueda dormir mejor.

Se dirige hacia la puerta principal, determinada sabiendo que si sale de esa casa no volverá jamás, coge el pomo con decisión y abre la puerta. Sale y la cierra por fuera, ya no puede volver a entrar.

Se dirige a la estatua de Artemisa, la diosa cazadora y protectora de las jóvenes, cuando llega al lugar, ve junto la estatua a una mujer con esencia de rebelión, pelo rizado oscuro y piel joven y con un aura brillante, se acerca cautelosamente hacia ella pero la otra persona, al verla, va ensanchando su sonrisa.

Cuando llega a su lado, la mujer cambia para ser un lobo de piel gris y ojos ámbar, la cola del can se menea con excitación y guia alegremente a Lorena por el bosque, cada vez galopa más rápido y las hierbas se difuminan en manchas de colores verdosos y neones. Lorena pasa al lado de un charco y frena en seco, al otro lado del charco veía a un lobo marrón con rayas de color naranja neon brillante y ojos verdes oliva, fascinada por la imagen se queda hipnotizada, la otra loba al verla detenerse frena su carrera y se acerca a la muchacha, le empuja con el hocico para que siga corriendo y le giña un ojo, lo que hace que Lorena deje de mirar la figura animal

Reanudan la marcha, la flora adoptaba un color neón tan hermoso y deslumbrante que cegaba la vista, pero no logró que ninguno de los dos canes frenasen su marcha.

La loba gris desaparece entre unos matorrales color verde chillante, Lorena precavidamente atraviesa los arbustos y ve a una gran manada de lobos haciendo un círculo con una enorme loba en el centro, observándola con calma.
De repente todos los lobos, incluyendola se transforman en mujeres, humanas, enanas, medianas y elfas.

La mujer que era anteriormente la loba grande con la loba guía se acerca a la moza, la examina por unos instantes, antes de regalarle una sonrisa afable y hace una seña a la joven rizada que ella comprende, luego con un silbido llama a las demás mujeres que se vuelven a transformar en lobas y atraviesan el arbusto mientras que la joven del pelo rizado retiene a Lorena en la salita.

La mira traviesamente, se transforma en loba y desaparece en el arbusto, Lorena la persigue pero en su forma humana solo veía oscuridad absoluta, al cerrar los ojos ve a la loba en un halo dorado y empieza a perseguirla, oye hasta la pisada más pequeña en el bosque, siente hasta la gota más fina de agua salpicar en la tierra y rocas, huele cada ser vivo que se encuentra en la tierra y aire y la hierba y tierra mojada le dan un confort asombroso, al abrir los ojos ve luz, sabe que es un lobo y empieza a correr

Cazadora LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora