CAP 6.5 - Escena +18

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El se da la vuelta y yo rodeo su cuello con los brazos para no perder el equilibrio.
Lucían: Eres hermosa mi luna -dice tiernamente, y me acaricia el labio inferior con el pulgar-
Lin: No lo sé… No me gusta mucho mi cuerpo -respondo con sinceridad siguiendo su dedo, que continúa recorriendo mi boca-
Lucían: Te amo mi luna -dice en tono suave y seductor, y siento ese ardor en el vientre- ¿Quieres que pare?
Me mira a los ojos. Sus pupilas están tan dilatadas que sólo se ve un fino aro de sus ahora oscuros ojos marrón.
Sin darme tiempo a reaccionar, sacudo la cabeza y pego el cuerpo al suyo bajo el agua.
Lucían: Quiero que seas mia y de nadie más..
Sus labios tocan mi barbilla y me hacen temblar. Continúa trazando una línea de besos por mi mandíbula, y asiento. Deseo que me haga suya y el sea solo mío.
Sus labios rozan el punto justo debajo de mi oreja, y gimo, lo que propicia que repita el movimiento, aunque esta vez succiona mi piel.

Lin: Lucían -gimo, y lo estrecho entre mis piernas-
Desciendo las manos por su espalda y clavo las uñas en su piel. Creo que podría estallar sólo con que siguiera besándome el cuello.
Lucían: Quiero hacer que gimas mi nombre, una y otra vez. Por favor, permítemelo. -Su voz suena cargada de desesperación.-
En el fondo de mi ser, sé que no puedo negarme, lo deseo.
Atrapa el lóbulo de mi oreja entre los dientes. Yo asiento de nuevo, esta vez con más intensidad. Su mano desciende y se cuela por debajo de mi camiseta que cubre mi cuerpo.
Lin:Quiero...

Me apresuro a decir, y él sonríe pegado a mi cuello mientras su boca continúa con su dulce asalto.
Sin decir nada, me agarra de los muslos y me levanta un poco más sobre su torso mientras empieza a salir del agua. Cuando llega a la orilla, me deja en el suelo. Yo gimoteo, alimentando aún más su ego, pero en estos momentos me trae sin cuidado. Lo único que sé es que lo deseo, lo necesito. Alarga los brazos para cogerme de las manos y me saca a la orilla junto a él.
Sin saber muy bien qué hacer, me quedo de pie sobre la hierba, sintiendo mi ropa pesada y empapada.
Desde su posición, se agacha un poco para mirarme a los ojos.
Lucían: ¿Quieres hacerlo aquí o en mi habitación?
Me encojo de hombros, nerviosa. No quiero ir a su cuarto, porque está demasiado lejos y también está Juan y Martha ahí.
Lin: Aquí -digo, y miro a mi alrededor.-
No hay nadie a la vista, y rezo para que siga siendo así.
Lucían: ¿Estás ansiosa? -Sonríe y yo intento poner los ojos en blanco, pero probablemente parezca más bien un parpadeo desesperado.
El calor de mi cuerpo se va extinguiendo lentamente cuanto más tiempo pasa sin que Lucían me siga tocando.
Lucían: Ven aquí -Me dice entonces con voz grave-

Mis pies avanzan lentamente por la suave hierba hasta que me encuentro tan sólo a unos centímetros de él. Agarra inmediatamente el
dobladillo de mi camiseta y tira de él hacia arriba para quitármela, luego desliza sus dedos así mi pantalón quitandomelo y dejarme únicamente en ropa interior. Sumodo de mirarme me vuelve loca, y tengo las hormonas revolucionadas.
El pulso se me acelera al ver cómo recorre mi cuerpo con los ojos una vez más antes de cogerme de la mano.
Coloca su camiseta y la mía sobre la hierba a modo de manta.
Lucían: Te lo puedo quitar -dice, y mirando mi ropa interior, yo asiento y el empieza a quitarmelo lentamente mientras me besa el vientre suavemente-
Me tumba sobre la tela mojada y él se tiende de lado, apoyándose en un codo, de cara a mi cuerpo tendido boca arriba.
Lin: Nadie me había visto nunca tan desnuda.
Y mi mente se agobia pensando en que si él ya abra visto a otras chicas mucho más atractivas que yo. Levanto las manos para cubrirme el cuerpo, pero él se incorpora, me agarra de las muñecas y me las coloca a los costados.
Lucían: No te tapes delante de mí jamás -Dice mirándome a los ojos-
Lin: Es que… -empiezo a explicarme, pero él me interrumpe.
Lucían: No, no quiero que te cubras, no tienes nada de lo que avergonzarte.

Lin: ¿Lo dices en serio?

Lucían: Lo digo en serio, amor

Lin: Es que de seguro ya has estado con muchas chicas -él frunce el ceño-
Lucían: Ninguna como tú
Sé que podría interpretar eso de muchas maneras, pero decido dejarlo estar.
Lucían: Y te diré un secreto -Se acerca a mi oído y me dice- Soy virgen mi vida
Tras su confección lo único que atinó a preguntar es:

Lin: Tienes un condón.

Lucían: ¿Un condón? -Se ríe-. No voy a follarte -dice, y me entra el pánico-
Lin: Ah -Es lo único que consigo decir, y empiezo a incorporarme.-
Lucían me agarra de los hombros y me empuja hacia el suelo de nuevo.
Estoy segura de que me he puesto roja como un tomate, y no quiero exponerme ante sus ojos de esta manera.
Lucían: ¿Adónde vas? - Empieza, pero entonces se da cuenta de lo que ha dicho-

Lucían: Ah. No, no quería decir eso, es sólo que tú nunca has hecho nada… nada en absoluto, así que no pienso follarte aún... Hay muchas otras cosas que quiero acerté primero.
Se monta encima de mí y apoya todo su peso en las manos, como si estuviera haciendo flexiones. Gotas de agua caen sobre mi rostro desde su pelo mojado y me retuerzo.
Sube la mano hasta mi cuello y luego la hace descender, acariciándome únicamente con la yema de sus dedos, por el valle de mis senos y por mi estómago, hasta que se detiene justo por encima de mi zona intima.
Lin: ¿Qué piensdas hacerme? ¿Me dolerá? Cientos de pensamientos pasan por mi cabeza, pero desaparecen en cuanto desliza su mano hasta mis labios inferiores. Oigo que toma aliento entre los dientes y acerca la boca a la mía.
Mueve ligeramente los dedos, y la sensación me deja perpleja.
Lucían: ¿Te gusta? -pregunta con su boca pegada a la mía.-
Asiento, y él hunde un poco más los dedos.
Continúa besándome, y sigue moviendo los dedos de arriba abajo. Noto una ligera presión y una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo, durante un momento.

Lin: ¿Qué… ha sido… eso? -pregunto gimiendo.-
Él se ríe y no contesta, pero siento que lo hace de nuevo, y mi espalda se levanta del suelo, arqueándose. Su boca desciende por mi cuello, hasta mi pecho y con su lengua masajea mi otro seno. Siento una presión que se acumula en mi vientre, y es una sensación fantástica. Cierro los ojos con fuerza y me muerdo el labio. Levanto la espalda de la hierba de nuevo y empiezan a temblarme las piernas. Abro los ojos, y la imagen de su boca mordisqueándome la piel de mis pechos me hace estallar y todo se vuelve de color blanco durante unos instantes.
Lin: Lucían
Gimo, y vuelvo a repetir su nombre, y, por el rubor de sus mejillas, sé que le encanta que lo haga.
Saca la mano lentamente y la apoya sobre mi vientre mientras intento que mi respiración vuelva a la normalidad. Mi cuerpo nunca había sentido semejante descarga de energía, y nunca había estado tan relajada como ahora.
Lucían: Te daré un minuto para que te recuperes.
Y se aparta de mí, arrugo la frente. Quiero que se quede cerca, pero soy incapaz de articular una palabra. Después de los mejores minutos de mi vida, me incorporo y miro a Lucían. Que está parado alfrente mío lamiendo sus dedos.

Lucían: Me encantas

Lin: ¿Ya nos vamos? -digo con timidez.
Lucían: No se, ¿querías quedarte más rato?
Lin: Es que pensaba… No sé. Creía que tal vez tú querías algo…
Lucían: Ah, no. Estoy bien, por ahora -dice, y me regala una leve sonrisa, se acerca y me roba un pequeño beso.

Me pegó a el y lo tiró está vez yo al pasto quedando arriba de el.

Lin: Puedo intentarlo?

Lucían: Estás segur... -Antes de que termine la frase empiezo a mover mi cintura encima de su boxer.

Y noto como el pone lo ojos blanco y su respiración suena agitada.
El se sienta sin quitarme de encima y empieza besar mi cuello, mientras que con una mano se pone en el suelo para sostenerse y la otra baja a mi vagina y empieza a tocarme mientras yo sigo moviendo mis caderas y empiezo a gemir con fuerza.
Lin: LUCÍAN!! Estoy por venirme
Lucían: Solo aguanta un poco más, me falta como...

Y justo en ese momento siento como me corro encima de él y el igual.

En Búsqueda De Mi MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora