El Esposo del Rey Demonio ||Muzdou||(+18)

2

Douma frunció el ceño furioso y se puso de pié observando al aire. -No se donde estés, pero si vas a lastimar a alguien lastímame a mí, no a mis niños. Discúlpate con Kanao y deja de asustarla!-

Muzan sonrió como bobo al verlo enojado y se acercó para hablarle a la niña. -Está bien, tranquila niñita, no te haré nada perdón por asustarte, pero ya deja de delatarme, si? Sólo ignorame hasta saber cómo ocultarme de ti.-

La menor asintió y se acurrucó en brazos de su maestro. -Lo perdono señor, pero no le haga nada malo a mi seño Dou.-

-Lo prometo.-

Douma y los niños estaban confundidos y asustados de ver a Kanao hablar sola con el aire, pero al verla sonreír de nuevo suspiraron aliviados y siguieron con la clase.

Douma saludó a su último alumno luego de que se fuera con su madre y bostezó cansado cerrando los ojos.- Qué día.- Volvió a abrir los ojos sonriendo alegre al ver el atardecer y se acercó a su bici. Estaba por subir cuando recibió un llamado. -Hola Michi!-

-Hola mi amor, cómo te fue?-

-Muy bien, aunque algo cansador, los niños estuvieron intensos hoy.- Se arrodilló apoyando el celular entre el hombro y su mejilla y le quitó el seguro al candado de su bici.

-Por eso no pienso tener hijos. Escucha, voy a llegar algo tarde, debo atender unos negocios con los chicos.-

-No hay problema Michi, te dejaré la cena en el microondas para cuando llegues.- Sabía que su amado no hacía cosas muy legales para ganarse la vida, pero con saber que era una buena persona le alcanzaba.

-Gracias mi amor, eres un ángel. Te veo en la noche, pero si te da sueño ve a dormir, no me esperes.-

-Claro amor, pero si llegas y aún estoy despierto no me quejo si nos mimamos un poco.- Sonrió algo travieso con un tenue sonrojo.

Carraspeo. -Claro mi Dou, si estas despierto te voy a llenar de mimos. Ponte lo que te regalé la última vez, te veías muy sexy.-

El sonrojo ahora era intenso y abarcaba todo el rostro y las orejas del docente. -C-Claro mi amor, m-me voy a poner lindo para ti.-

-Tu siempre estas lindo.-

Un chillido de vergüenza escapó del de largos cabellos y una risita del de coleta. -N-Nos vemos a la noche! T-Te amo Michi!- Envió un besito al mayor.

-Yo te amo más Dou.- Se escuchó un besito y luego el mayor cortó la llamada.

El peliplata suspiró con una boba sonrisa y le quitó el candado a su bici poniéndose de pié.

Mientras guardaba el candado  en su mochila, se tensó al sentir un abrazo desde atrás donde sentía dos manos en sus pectorales y un bulto pegado a su trasero, sin embargo, al voltear hacia atrás no había nadie, hecho que lo hizo palidecer. -P-Puto fantasma, d-deja de joder.-

Volteó al frente cerrando su mochila y se colocó una asa en el brazo, tirando la mochila hacia atrás mientras se colocaba la segunda asa en su otro brazo.

Cuando Douma llevó la mochila hacia atrás, le dió un fuerte golpe con la misma a Muzan en su hombro que lo hizo caer al suelo. -Joder que coño lleva esa mochila? Parece una puta pesa.- Se quejó el rey demonio poniéndose de pié y luego se subió a la bicicleta detrás del humano, aprovechando para oler su nuca. -Por este dulce aroma me aguanto todos los mochilazos que sean.- Susurró con voz ronca cerrando los ojos.

Douma comenzó a pedalear tranquilo tarareando una canción con una sonrisita boba mirando el atardecer. -Ay mi Koku, siempre tardas en llegar del trabajo. Solo espero que no estés en problemas.- Suspiró con tristeza y su mirada volvió al frente. -Y pensar que por ser hoy viernes iba a preparar tu comida favorita. Pero bueno, me pondré lindo para cuando regreses.-