Capítulo 30. Señor, permítame...

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14 de febrero 2021

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14 de febrero 2021

Caleb me besa en el momento en que asiento a su petición.

Un roce suave al inicio, presiona dos besos sobre la comisura de mis labios y luego sobre ellos antes de atrapar el inferior entre los suyos. Mi estómago cosquillea y la piel de mi cuello se eriza mientras siento la calidez de su cuerpo sobre el mío, la suavidad que implementa para besarme.

Le devuelvo el beso deslizando mis manos por sus costados aferrándome a su camisa como si pudiera caer a pesar de que estoy sobre la cama.

Su beso es gentil y yo enredo mis dedos en su cabello mientras me dejo hacer.

Mordisquea mi labio inferior antes de pasear su lengua sobre este calmando el ardor, una de sus manos rastrea mi muslo descubierto por el vestido ante mis piernas flexionada y yo suspiro sobre sus labios, su lengua delinea los míos y los abro dejándola entrar.

Bien, puede que me esté arrepintiendo de haber puesto esa condición ahora que sé de lo que me he estado perdiendo, pero no voy a decirle eso.

Tiro de su cabello a regañadientes cuando el aire comienza a faltarme, presiona su frente sobre la mía mientras yo respiro agitadamente y él presiona besos cortos sobre mi labio superior.

—Voy a cobrarte cada día que me has privado de esto desde que nos conocimos, muñeca—Relamo mis labios asintiendo mientras llevo mis manos a los botones de su camisa.

—No tengo problema con eso, Spencer—Una risa ronca trepa por las paredes de su garganta y mi piel cosquillea cuando esta llena mis oídos. Uno de sus brazos rodea mi cintura antes de hacernos girar hasta que estoy sobre su pecho, mi cabello formando una cortina cuando alzo el rostro para mirarlo justo antes de llevar una de mis manos a su barbilla y llevar mis labios a los suyos.

El cosquilleo en mi piel regresa, vuelvo a sentirme flotar mientras nuestro alrededor se vuelve vacío para mí sintiendo su boca devorar la mía, menos suave que antes, desesperado e intenso.

Sus manos están por todas partes deslizándose desde mi cabello hasta mis omoplatos, el centro de mi espalda y hace un camino lento hasta mi trasero, jadeo cuando me remuevo sobre él sintiendo la dureza comenzar a crecer entre sus piernas.

—Mierda...

—Mmm, bonita forma de alagarme, Spencer —Abro las piernas para sentarme a horcajadas sobre sus caderas y dejo mis manos descansar sobre su abdomen intentando recuperar el aliento mientras observo sus labios hinchados y rojizos por mi culpa.

—Feliz San Valentín, muñeca.

—¿No quedamos en que lo odio? —Palmeo su hombro llevando mis dedos al primer botón de su camisa para deshacerlo.

—Tu sí, pero yo no, de hecho, se ha vuelto una de mis fechas favoritas hoy—Ruedo mis ojos deshaciendo el segundo botón distraídamente.

—Lindo—Él ríe y yo continúo deshaciendo los botones, se levanta para presionar un par de besos sobre mis labios entreabiertos antes de dejarse caer nuevamente, estoy tentada a enredar mis dedos en su cabello otra vez para obligarlo a seguir besándome. Sin embargo, eso probablemente nos llevaría por el camino equivocado hoy porque Caleb parece que apenas puede mantenerse despierto ahora.

Señorita, permítame besarla ✓ | ¡Pronto en fisico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora