Peter Parker...
Spider-Man...
O quien quiera que seas realmente.
¿De verdad creías que existía una posibilidad de que recuperaras tu vida?, ¿de escapar de tu pasado y redimirte con acciones de bondad vacía?, ¿de dejarlo todo atrás y continuar cóm...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Peter
-Hola Madeline- estaba esperando que el semáforo cambiara y les permitiera el paso a ella y a otras personas más cuando yo llegué y me puse a su lado.
-¿Me estabas siguiendo?- lanzó la pregunta directamente y sin rodeos, analizandome de arriba a abajo.
No pude evitar soltar una risita nerviosa y caminar a su par cuando avanzó, tratando de verme casual.
-Claro que no. Daba un rondín, atrapaba criminales, ya sabes...- me miró fijamente por un momento -el pan de cada día-
-Seguro- respondió volviendo la vista al frente y acomodando su mochila un poco.
-Oye... suena como si no me creyeras- murmuré.
Está bien, si la había estado siguiendo, pero también iba a buscar pistas y de hecho, había atrapado a unos asaltantes de camino.
-Para nada- me sonrió.
De acuerdo, no me creyó.
Estabamos cerca de la cafetería, en esta ocasión, Mad llegaba con suficiente tiempo de anticipación, yo solo quería asegurarme que llegara a salvo.
-Y... ¿cómo estás?- volteé a verla, confundido.
-¿Qué?- fue lo único que salió de mi boca.
-Dije, "¿cómo estás?"- repitió -¿alguna vez les preguntan a los super héroes si están bien?- ¿eso segundo había sido para ella misma o para mi?
Bueno, quizás ambos. Y no, generalmente no nos preguntaban eso.
-En realidad...- lo pensé unos momentos -he estado peor-
Se detuvo y me vio.
-Ay, que feo sonó eso- levantaba un poco la cabeza para poder enfocarse en los ojos de mi mascara.
Apenas esta mañana le había dicho que debíamos cuidarnos... y luego la dejé plantada cuando tuve que ir a ayudar en un robo a un banco.
Levantó la mano y me palmeó el hombro algunas veces, sonriendo para tratar de animarme lo más posible.
-No te preocupes, todo mejorará- afirmó.
Sonreí. Yo también alcé mi mano y palmeé suavemente su cabeza.
Y nos quedamos viendo fijos de nuevo, hasta que ella fue la primera en salir del hechizo y se apartó un poco.
-Bueno, debo entrar a trabajar- se despidió caminando a la cafetería -mucha suerte con tus actividades-
-Eh... si, yo...- señalé hacía atrás a ninguna parte en realidad -iré a ser cool o algo así-
-Por cierto- volteó a verme justo antes de entrar -ten más cuidado, ya me enteré lo que pasó al norte con esa explosión, y por el momento digamos que no tengo tanto presupuesto para tratar una herida así- agregó en broma.
