Sin querer llegaste tú.

La chica nueva

El auto negro se detuvo frente la puerta del colegio, una joven de cabello castaño descendió, sus ojos eran color avellana, sus labios rosas brillaban por el labial, vestía una falda blanca que llegaba hasta las rodillas junto con una blusa gris de manga larga y cuello de tortuga, calcetas que sobresalían de sus zapatos negros, llevaba el cabello corto con un broche en el flequillo. Suspiró y camino hasta la puerta del colegio, se distrajo con las puertas de aquel lugar, el enorme espacio en el salón oval, el techo por donde entraba la luz que contaba con unas figuras preciosas en los vidrios azules que reflejaban el sol haciendo alusión al mar.

¡Triiiim! El sonido de la campana que daba inicio a las clases la desconcertó, rápidamente sacó de la mochila que llevaba un pedazo de papel, el lugar era enorme, así que comenzó a caminar guiándose por aquella arrugada hoja. Giro apresurada con la intención de estar a unos metros de su salón cuando se detuvo abruptamente, al darse cuenta cual había sido la razón, se disculpo. 

—Lo lamento, iba distraída.

El chico sonrio y negó levemente.

—Esta bien no pasa nada.

Se trataba de un chico pelinegro quien no se encontraba solo, a un lado de él había otro, solo que este era peliblanco.

...

*Minutos antes*

Un joven de cabellera negra despertó y decidió quedarse viendo el techo por un par de minutos, cuando se decidió a ver el reloj noto que era más tarde de lo que pensaba, así que se levantó  y rápidamente comenzó a vestirse, agradeció haberse dado una ducha en la noche, salió de casa y corrió hasta la parada del autobús. Era el primer día de su segundo año, llegaría tarde.

El bus lo dejaba una calle antes así que corrió hasta las puertas, entró apresurado y antes de ir al salón de clases...

—¡Miyuki! — El pelinegro se detuvo para saludar a su amigo.

—Oh, ¡Haru! — sin embargo antes de acercarse, alguien tropezó con él.

La chica se veía menor que ellos, tal vez era de primer años, no la habían visto nunca así que era lo más seguro.

Miyuki: ¿Estas bien?

Ella no había alcanzado a contestar ya que se había alejado con rapidez.

Haru: ¿Otra vez el príncipe?

Miyuki: ¿Que te puedo decir? Es parte de mi, ya sabes como funciona esto Haru, como sea hay que ir a clase, es el primer día y ya lo estamos arruinando.

Haru: Lo dudo bastante, la maestra que nos tocaba en este momento esta embarazada, dijeron que esta incapacitada por complicaciones.

Miyuki: Es el primer día Haru ¿Como te enteraste de eso tan rápido?

Haru: Me sorprende que aún te sorprendas.

Ambos se dirigieron a la cafetería del lugar. Por otra parte la joven castaña seguía extraviada así que sin saber como agradeció haber llegado a orientación.

—¿Hola? – pregunto un poco tímida pero nadie contesto.

Comenzó a caminar un poco desesperada al ver que el tiempo pasaba y nadie aparecía.

—¡Hola! — Dijo de nuevo.

—Hola, Hola – la secretaria finalmente salió –Disculpa ¿En que te puedo ayudar?

—Estoy algo perdida, no se en que  clase estoy y...

—¿Cual es tu nombre? – la interrumpió.

—Shoko Kushima.